Leishmania infantum es un parásito protozoario que puede causar un amplio espectro de manifestaciones clínicas en perros infectados, siendo las lesiones cutáneas la manifestación clínica más frecuente entre ellas y otros signos clínicos generales dependiendo de los órganos involucrados. Después de la transmisión, los parásitos se multiplican en la piel en el sitio de la infección, pueden migrar a las vísceras y si colonizan los riñones, o si los complejos inmunes circulantes que se formaron se depositan en los riñones, se puede desarrollar enfermedad renal y la eventual progresión a enfermedad renal crónica puede ser fatal para el perro, ya que la enfermedad renal crónica se considera la principal causa de muerte en perros con leishmaniosis
En la leishmaniosis visceral humana, la proteína quimioatrayente de monocitos-1 (MCP-1) se ha utilizado como marcador de daño renal e inflamación. La proteína quimioatrayente de monocitos-1 es un miembro de la familia de quimiocinas que moviliza a los monocitos desde la médula ósea hasta el sitio de la inflamación. Muchos tipos de células, como monocitos, fibroblastos, astrocitos, mastocitos y células endoteliales, producen MCP-1 que responde a la inflamación. No obstante, existe escasa información sobre el uso de MCP-1 urinario en la detección de daño renal agudo o crónico en perros.
El propósito de una investigación elaborada por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, España, y de Padua, en Italia, fue, en primer lugar, determinar la relación MCP-1 sérica y MCP-1/creatinina urinaria (uMCP-1/Cr) en perros sanos y perros con leishmaniosis en el momento del diagnóstico, y, en segundo lugar, determinar si estos marcadores pueden diferenciar la gravedad de la enfermedad en el momento del diagnóstico.
PERROS SEGÚN LA ESTADIFICACIÓN CLÍNICA DE LEISHVET
En total, se incluyeron en el estudio 19 perros sanos seronegativos y 38 perros con leishmaniosis. Los perros con leishmaniosis se clasificaron según la estadificación clínica de LeishVet y según la estadificación de la International Renal Interest Society (IRIS). Las concentraciones séricas y urinarias de MCP-1 se midieron con un ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas. Se determinó la gravedad de la enfermedad en el momento del diagnóstico entre dos grupos de LeishVet (estadio II frente a estadio III y IV).
Los perros en estadios IIb, III y IV de Leishvet tenían una concentración sérica media de MCP-1 y uMCP-1/Cr superior a la de los perros sanos. No obstante, no se encontraron diferencias estadísticas en la concentración sérica de MCP-1 y uMCP-1/Cr entre los perros en estadio IIa de LeishVet y los perros sanos.
Asimismo, los perros en estadio IV de LeishVet tenían concentraciones séricas significativamente más altas de MCP-1 y uMCP-1/Cr en comparación con los perros en estadio IIa de LeishVet. “La concentración sérica de MCP-1 y uMCP-1 fue significativamente más alta en los perros en estadio I y II + III + IV de IRIS en comparación con los perros sanos”.
Los perros en estadio II + III + IV de IRIS tenían concentraciones séricas de MCP-1 significativamente más altas en comparación con los perros en estadio I de IRIS.
El valor de corte óptimo propuesto para MCP-1 sérica y uMCP-1/Cr fue de 336,85 pg/ml y 6,89 × 10 −7, respectivamente.
En resumen, ante tales hallazgos, han explicado que los niveles séricos de MCP-1 y uMCP-1/Cr “están aumentados en perros con leishmaniosis en comparación con perros sanos, lo que sugiere la presencia de inflamación y lesión renal”. Además, “los niveles séricos de MCP-1 y uMCP-1/Cr estaban más elevados en las etapas avanzadas de la enfermedad en comparación con las etapas moderadas y, por lo tanto, pueden ser marcadores de la gravedad del proceso patológico”.