Nuevo marcador para evaluar la gravedad de la leishmania canina ha sido probado por veterinarios españoles

La leishmaniasis es una enfermedad zoonótica causada por el protozoo Leishmania spp. y es transmitido por la hembra del flebótomo. Esta enfermedad es endémica en más de 88 países de Europa, Asia, África y América. Según su tropismo se puede clasificar en cutáneo, mucocutáneo o visceral.

La leishmaniasis canina presenta un extraordinario polimorfismo clínico, pudiendo afectar numerosos sistemas u órganos. Investigaciones recientes revelaron correlaciones significativas entre la carga parasitaria o el estado clínico y las alteraciones en su perfil inmunológico o bioquímico, parámetros hematológicos y biomarcadores histopatológicos en diferentes tejidos linfoides como el bazo o los ganglios linfáticos.

Desafortunadamente, los perfiles hematológicos y/o bioquímicos séricos son de utilidad limitada para el diagnóstico de leishmaniasis. Sin embargo, son importantes para evaluar el progreso clínico de los animales infectados y también pueden contribuir a la comprensión de la patogénesis de la leishmaniasis.

Estudios recientes encontraron que la proporción de neutrófilos a linfocitos (NLR), la proporción de plaquetas a linfocitos (PLR) y el índice de inflamación inmune sistémica (SII) pueden usarse como predictores de morbilidad y mortalidad en pacientes humanos críticamente enfermos con enfermedades oncológicas y /o enfermedades cardiovasculares, así como en algunas enfermedades infecciosas como la COVID-19. Otro estudio evaluó el PLR en humanos con leishmaniosis cutánea y encontró que los pacientes enfermos presentan un aumento estadísticamente significativo del PLR en comparación con los individuos sanos.

En perros, la NLR ha sido evaluada en diferentes condiciones como el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS), peritonitis séptica, pancreatitis, meningoencefalitis de etiología desconocida, SRIS inflamatorio crónico: enteropatía, enfermedades cardíacas y diferentes tipos de tumores. Curiosamente, se ha demostrado que valores elevados de NLR se asocian más a menudo con un estado inflamatorio más grave, un mayor grado de malignidad en caso de neoplasia y, en general, con un peor pronóstico global. Se han evaluado PLR y SII en perros con enteropatías inflamatorias crónicas, y también se investigó PLR en perros con pancreatitis aguda. La mejoría clínica fue paralela a una disminución en los valores de PLR y SII en perros con enteropatías inflamatorias crónicas. Además, el PLR estaba significativamente elevado en perros y gatos con pancreatitis aguda. En perros con insuficiencia cardíaca congestiva secundaria a enfermedad mixomatosa de la válvula mitral, la PLR no produjo variaciones clínicamente significativas.

UN ESTUDIO CON DOS OBJETIVOS

Así, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Extremadura ha pretendido alcanzar dos objetivos principales. En primer lugar, su objetivo fue determinar la proporción de neutrófilos/linfocitos (NLR), la proporción de plaquetas/linfocitos (PLR) y el índice de inflamación inmune sistémica (SII) en una población de perros diagnosticados con leishmaniasis. En segundo lugar, buscó investigar posibles correlaciones entre estos parámetros, la gravedad de la leishmaniasis y las tasas de supervivencia de los perros en un lapso de un año.

Los autores examinaron 100 perros diagnosticados con leishmaniasis, clasificados según las etapas 1 a 4 de la Sociedad Internacional de Interés Renal (IRIS). Estos perros fueron clasificados en: 52 perros en estadio 1, 18 perros en estadio 2, 15 en estadio 3 y 15 en estadio 4. Además, los perros se dividieron según si sobrevivieron menos o más de un año (L1Y y G1Y). El grupo de control estuvo formado por 43 perros.

Los recuentos de neutrófilos mostraron una tendencia creciente a medida que avanzaba la enfermedad. Sin embargo, “sólo se observaron diferencias estadísticamente significativas en comparación con el grupo de control (C) cuando los perros se separaron en función de su duración de supervivencia”.

Por otro lado, se encontró que el recuento de neutrófilos era mayor en los grupos L1Y y G1Y en comparación con el grupo de control. En cuanto al recuento de linfocitos, se observaron diferencias estadísticamente significativas respecto al grupo C en todos los grupos, excepto en IRIS 2.

SIN HALLAZGOS RELEVANTES EN LA PROPORCIÓN DE PLAQUETAS A LINFOCITOS

En consecuencia, a medida que avanzaba la enfermedad, el NLR mostró una tendencia creciente y hubo diferencias estadísticamente significativas en comparación con el grupo de control para IRIS 3 y 4, así como para los grupos G1Y y L1Y. De manera similar, el SII tendió a aumentar a medida que la enfermedad empeoraba, y solo se observaron diferencias estadísticamente significativas en comparación con el grupo de control para IRIS 4 y L1Y. Sin embargo, no se observaron hallazgos relevantes para el PLR.

En conclusión, y con base en los resultados obtenidos, han explicado que “los valores de NLR y SII aumentan con la progresión de la leishmaniasis”, por lo que “estos hallazgos apoyan futuras investigaciones y pueden ser útiles para la evaluación clínica de la gravedad de la enfermedad”.

No obstante, “este escenario no es el mismo con el PLR ya que no se observaron diferencias estadísticamente significativas frente al control”.

Igualmente, han añadido que “este es el primer estudio que investiga el SII en perros con leishmaniasis obteniendo resultados clínicamente relevantes”, y que “sería interesante evaluar la progresión de los pacientes utilizando diferentes muestras en distintos momentos, así como comparándolas con parámetros inflamatorios”.