La leishmaniasis canina (CanL) es una enfermedad zoonótica que se transmite por vectores y que es causada por el parásito protozoario Leishmania infantum. Esta enfermedad es endémica en España y se ha reportado una seroprevalencia de entre el 14 % y el 34,2 %.
Los perros que padecen CanL pueden presentar diferentes manifestaciones clínicas que pueden variar desde una infección subclínica en la que no se aprecian signos de la enfermedad, hasta una enfermedad riesgo de muerte. Los signos clínicos más comunes que se observan en leishmaniasis canina son la linfadenopatía y los cambios dérmicos. Sin embargo, la disfunción renal se observa con frecuencia y se asocia con un mal pronóstico y un aumento de la mortalidad.
La insuficiencia renal en CanL se asocia con el depósito de complejos inmunitarios circulantes solubles que resultan de la respuesta inmunitaria humoral exacerbada contra el parásito. Este depósito da lugar a enfermedad glomerular, que se observa clínicamente como proteinuria persistente, aunque suele progresar a glomerulonefritis y/o nefritis intersticial.
Para detectar y evaluar la progresión de la enfermedad renal crónica (ERC) en CanL, se recomienda una variedad de biomarcadores que incluyen creatinina o dimetilarginina simétrica (SDMA). Sin embargo, los biomarcadores tradicionales como la urea y la creatinina detectan el daño renal en estadios avanzados de la enfermedad, cuando al menos el 75% de las nefronas no son funcionales. En el caso del SDMA, el daño de las nefronas es del 40 %.
Por lo tanto, se necesitan biomarcadores más precisos para la detección temprana y la ubicación del daño renal dentro de la nefrona.
Existen pocos estudios centrados en el estudio de biomarcadores alternativos para la detección temprana de enfermedad renal en leishmaniasis. Hasta el momento, se han investigado varios biomarcadores de enfermedad glomerular, incluyendo la Cistatina C (CysC) en sangre, inmunoglobulina G (IgG) urinaria, proteína C reactiva y ferritina.
Se han propuesto otros biomarcadores para detectar daño tubular, incluyendo Gamma-Glutamil Transferasa o GGT, N-acetil-beta-D-glucosaminidasa o NAG, CysC urinaria y proteína transportadora de retinol. Sin embargo, algunos de estos estudios pretendían comprobar su utilidad para el seguimiento del tratamiento de la CanL, más que en el diagnóstico precoz de la propia enfermedad renal.
Por consiguiente, un equipo de investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura, han realizado un estudio con el objetivo de verificar cómo se comportan CysC y NAG urinarios y CysC plasmáticos en perros con leishmaniasis en diferentes etapas de la enfermedad, y evaluar su potencial en el diagnóstico temprano de ERC en la clínica diaria.
LESIÓN INTERSTICIAL, GLOMERULAR Y TUBULAR
Ochenta y seis perros infectados con CanL se clasificaron según el grado de la enfermedad: LI (16 perros), LII-a (12 perros), LII-b (12 perros), LIII (16 perros) y LIV (30 perros); como control, se estudiaron 17 perros sanos.
Se recogieron muestras de sangre para un análisis hematológico y bioquímico completo, incluida la cistatina C plasmática. El análisis de orina incluyó gravedad específica de la orina (USG), CysC y NAG, expresados como un cociente con creatinina, uCysCc (μg/g) y uNAGc (UI/g).
El estudio estadístico de la relación uCysCc y la uNAGc, mostró aumento significativo al compararlo con el control a partir del grupo LI.
Cuando se calcularon los valores de corte, uCysCc (258,85 µg/g) y uNAGc (2,25 UI/g), “el 75 % de los perros incluidos en los grupos LI superaron el umbral”. Por lo tanto, “nuestro estudio indica que uCysCc y uNAGc podrían ayudar a detectar daño renal temprano en perros afectados por leishmania”.
En resumen, “uCysCc y uNAGc han demostrado su utilidad para detectar daño renal precoz en perros en los que se ha proporcionado un diagnóstico positivo de CanL”.
CysC plásmatica puede detectar alteraciones en el filtrado glomerular, “mientras que uCysCc y uNAGc están relacionadas con lesión intersticial, glomerular y tubular”.
No obstante, los autores explican que uCysCc presenta mejor sensibilidad para detectar alteración de la función renal en perros sin proteinuria diagnosticados con leishmaniosis en comparación con los demás marcadores evaluados.
Por lo tanto, “recomendamos completar el análisis de rutina de perros diagnosticados con leishmaniosis utilizando nuevos biomarcadores de enfermedad renal como uCysCc y uNAGc”.
IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN
Aunque la incidencia en humanos es muchísimo menor que en animales, se trata de una enfermedad grave con impacto en la salud pública. Según la propia OMS, cada año se producen entre 700.000 y un millón de casos en personas.
Se ha demostrado que protegiendo a los perros frente a la leishmaniasis se protege también a las personas. Consciente de esta situación, Letipharma ofrece LetiFend®, vacuna que disminuye el riesgo de desarrollar leishmaniasis clínica. Además, es una vacuna DIVA (Differentiating Infected from Vaccinated Animals) que permite la discriminación entre animales vacunados e infectados.
LetiFend® también contribuye a reducir la transmisión de la enfermedad, ya que los animales vacunados tienen 3,5 veces menos presentar parásitos.