La OMS insta a los países a mejorar el control de vectores de la leishmaniasis

A pesar del papel importante del control de vectores en los programas nacionales de control de la leishmaniasis, la Organización Mundial de la Salud (OMS) percibe el control de dichos vectores como el componente más débil de las estrategias de control de la leishmaniasis en términos de recursos, evidencia científica de la utilidad de las intervenciones y la capacidad para lograr una implementación con garantía de calidad.

Como consecuencia, la organización ha publicado un manual que proporciona herramientas, técnicas y procedimientos prácticos para fortalecer el control y la vigilancia de los flebótomos a fin de mejorar la implementación de los programas de control de la leishmaniasis.

El manual presenta programas para aplicar en diferentes regiones geográficas sobre los tipos de intervenciones para conseguir el control de vectores. Los programas están adaptados para ser utilizado en diferentes entornos epidemiológicos y ambientales.

EUROPA MEDITERRÁNEA

En las regiones del Mediterráneo Oriental y de Europa, la enfermedad se transmite por los principales vectores, Phlebotomus sergenti y Phlebotomus papatasi.

La leishmaniasis presenta diferentes huéspedes reservorio en diferentes áreas. Además, la existencia de zonas con agua estancada, como charcos, lagunas, o incluso fuentes urbanas, permite la presencia de larvas del flebótomo, lo que aumenta considerablemente el riesgo de infección.

Por otro lado, el informe explica que, en los nuevos desarrollos urbanos, las viviendas de la periferia de las ciudades o en los entornos rurales, donde exista alta presencia de roedores, “son los que presentan el mayor número de casos de leishmaniasis zoonótica”

“Por la asociación de los flebótomos con sus roedores huéspedes y la propensión de los flebótomos a descansar y reproducirse en madrigueras de roedores, se ha intentado la destrucción de madrigueras de roedores como medida de control de la enfermedad”.

Dado que generalmente se acepta que la mayoría de los flebótomos viajan a menos de 1 km de sus zonas de cría, existe una “discontinuidad geográfica en los focos de leishmaniasis, con focos característicamente pequeños y separados”.

El conocimiento del rango de vuelo se utilizó en el control de la leishmaniasis zoonótica en el valle del Jordán, donde las madrigueras fueron destruidas en un radio de 1 a 1,5 km alrededor de los pueblos.

IMPORTANTE PAPEL DE LA PREVENCIÓN

Aunque la incidencia en humanos es muchísimo menor que en animales, se trata de una enfermedad grave con impacto en la salud pública. Según la propia OMS, cada año se producen entre 700.000 y un millón de casos en personas.

Se ha demostrado que protegiendo a los perros frente a la leishmaniasis se protege también a las personas. Las infecciones en personas disminuyen con el aumento de la población de perros protegidos con collares con efecto repelente frente al flebotomo.

Consciente de esta situación, Letipharma ofrece LetiFend®, vacuna que disminuye el riesgo de desarrollar leishmaniasis clínica. Además, es una vacuna DIVA (Differentiating Infected from Vaccinated Animals) que permite la discriminación entre animales vacunados e infectados.

LetiFend® también contribuye a reducir la transmisión de la enfermedad, ya que los animales vacunados tienen 3,5 veces menos presentar parásitos. 

Por su parte,  MSD Animal Health ofrece Scalibor®, el único collar para perros de actividad repelente frente al flebotomo con una eficacia de hasta el 98 % durante 12 meses.

En los numerosos estudios de campo que han involucrado hasta más de 30.000 perros, Scalibor® ha demostrado una eficacia en la prevención de la leishmaniasis de entre el 94 % y el 98 %.