La leishmaniasis es una enfermedad causada por más de 20 especies de Leishmania, que se presentan en formas cutáneas, mucocutáneas y viscerales. La epidemiología y presentación clínica de la enfermedad varían según una serie de factores, como la disponibilidad de huéspedes, el sistema inmunitario humano y la presencia y estacionalidad de los vectores en diferentes contextos ecológicos. Los protozoos intracelulares se transmiten a través de la picadura de flebótomos hembra infectados.
Los perros juegan un papel fundamental como reservorios de Leishmania infantum, y la enfermedad se está extendiendo cada vez más a regiones que antes no eran endémicas debido a varios factores, como el aumento de mascotas que viajan con sus dueños, o la modificación de la ecología de los vectores artrópodos.
El espectro clínico de esta enfermedad depende de la especie del parásito y de la respuesta inmune del huésped tanto en animales como en humanos. En humanos, las condiciones inmunosupresoras se consideran factores de riesgo para sufrir leishmaniasis visceral, aunque las infecciones asintomáticas probablemente se subestiman.
Aunque la notificación de la leishmaniasis humana es obligatoria en la mayoría de las regiones del sur de Europa, incluida Italia, el bajo número de casos registrados anualmente sugiere que esta enfermedad no se notifica.
En áreas endémicas donde hasta el 50 % de los perros están infectados con L. infantum, la mayoría de los humanos pueden ser asintomáticos. No obstante, los datos relativos a la seroprevalencia humana de L. infantum en Europa demuestran que puede oscilar entre el 0,5 % y el 15 %.
Para arrojar luz sobre la epidemiologia de la enfermedad en las poblaciones humanas, un estudio realizado en Italia y publicado en la revista científica Wiley Online Library, evaluó la seroprevalencia de L. infantum en diferentes grupos de personas con trabajos al aire libre y los factores de riesgo ocupacional asociados a esta infección.
Fueron seleccionados un total de 229 personas, con trabajos realizados mayoritariamente en el exterior, como biólogos, veterinarios, guardabosques, granjeros o ingenieros agrónomos. Todos los candidatos tenían una media de antigüedad laboral de 15 años.
Se recogieron muestras de sangre de los sujetos inscritos en el estudio, con el fin de realizar un análisis de anticuerpos específicos para L. infantum.
SEROPREVALENCIA GENERAL DEL 5,7 %
Los datos obtenidos demostraron una seroprevalencia de 5,7 % en trabajadores asintomáticos que realizan diferentes actividades al aire libre, siendo los veterinarios la categoría ocupacional con mayor prevalencia (13,6 %).
Las actividades laborales al aire libre se han informado como categorías de riesgo de sufrir infecciones transmitidas por vectores. De hecho, “la estrecha relación con los perros, reservorios primarios del parásito, y la realización de actividades de campo en áreas periurbanas y rurales pueden representar un factor de riesgo ocupacional para la exposición al vector”, comentan los autores.
Esto se debe, según explican, a que los flebótomos “no suelen volar largas distancias”, por lo que están presentes en áreas donde se encuentran los animales reservorios, como los perros.
Ante estos datos, los autores reclaman de forma contundente “una mayor vigilancia de la salud ocupacional frente a L. infantum”. La infección en trabajadores al aire libre “es esencial para comprender mejor el riesgo de exposición en trabajos específicos”.
Además, “las pautas y la educación junto con la colaboración “One Health” entre veterinarios, médicos y profesionales de la salud laboral son cruciales para la prevención de esta enfermedad”.
IMPORTANCIA DE LA PREVENCION
Dado que los perros son el reservorio principal de leishmaniasis, utilizar medidas para protegerlos de la infección es un punto esencial para combatir la enfermedad. Las infecciones en personas disminuyen con el aumento de la población de perros protegidos.
Consciente de esta situación, Letipharma ofrece LetiFend®, vacuna que disminuye el riesgo de desarrollar leishmaniasis clínica. Además, es una vacuna DIVA (Differentiating Infected from Vaccinated Animals) que permite la discriminación entre animales vacunados e infectados.
LetiFend® también contribuye a reducir la transmisión de la enfermedad, ya que los animales vacunados tienen 3,5 veces menos presentar parásitos.
Por su parte, MSD Animal Health ofrece Scalibor®, el único collar para perros de actividad repelente frente al flebotomo con una eficacia de hasta el 98 % durante 12 meses.
En los numerosos estudios de campo que han involucrado hasta más de 30.000 perros, Scalibor® ha demostrado una eficacia en la prevención de la leishmaniasis de entre el 94 % y el 98 %.