El sector porcino español tiene una importancia clave en la economía de nuestro país ya que supone en torno al 14 % de la Producción Final Agraria. Dentro de las producciones ganaderas, el sector porcino ocupa el primer lugar en cuanto a su importancia económica alcanzando cerca del 39 % de la Producción Final Ganadera, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Individualmente, España es la cuarta potencia productora (después de China, EEUU, y Alemania), mientras que, a nivel europeo, España ocupa el segundo en producción con un 19 % de las toneladas producidas, por detrás de Alemania, y es el primer país de la UE en censo, con cerca del 21 % del censo comunitario.
De ahí la importancia de investigar y evitar la presencia de patologías en explotaciones ganaderas, ya que tienen grandes repercusiones tanto en el bienestar animal como en la rentabilidad de la explotación: descenso del crecimiento, mortalidad, gastos veterinarios o limitación de movimientos del ganado a otros destinos, entre otras.
En este sentido, una guía realizada en EEUU tiene como objetivo ayudar a los veterinarios que pueden no tener una experiencia profunda en medicina porcina a familiarizarse más con los patógenos comunes y nuevos, formular un diagnóstico diferencial basado en la edad de los animales y el sistema afectado (p. ej., respiratorio, sistémico, nervioso y entérico), seleccionar muestras y pruebas de laboratorio adecuadas e interpretar los datos de laboratorio para lograr un diagnóstico de enfermedad en pacientes porcinos. Los autores proporcionan una lista de ensayos de diagnóstico comunes para detectar patógenos ; e incluyen una lista de toxicosis comunes y muestras correspondientes.
Sobre las enfermedades entéricas, comentan en la guía que la diarrea es el signo clínico más común y obvio de la enfermedad entérica. La composición fecal (p. ej., acuosa, suelta, cremosa, blanda, firme, dura, seca y la presencia de alimento o leche no digeridos), el moco excesivo, la sangre fresca o digerida y la erosión/ulceración de la mucosa “pueden ser útiles para la formulación de un diagnóstico diferencial preciso y para la selección de muestras post mortem apropiadas”.
Por otro lado, indican que la enfermedad respiratoria es una de las dolencias clínicas más comunes en las poblaciones de cerdos alojados en confinamiento. A menudo intervienen múltiples etiologías al mismo tiempo ("complejo de enfermedad respiratoria"). Además de los agentes infecciosos, “otros cofactores como el medio ambiente y la calidad del aire pueden causar o contribuir a la enfermedad respiratoria”.
Por ejemplo, exponen que tres bacterias pueden considerarse agentes primarios de enfermedad respiratoria: Mycoplasma hyopneumoniae, Actinobacillus pleuropneumoniae y Actinobacillus suis.
La revisión también ha explorado enfermedades sistémicas, enfermedades musculoesqueléticas, neurológicas y reproductivas, y enfermedades toxicológicas.
Se pueden recolectar varios tipos de muestras ante y post mortem con fines diagnósticos. Si están disponibles, escriben que se deben seleccionar animales de una población que no hayan recibido tratamiento y que estén gravemente afectados.
Las muestras agregadas como fluidos orales, heces agrupadas de corrales de animales e hisopos ambientales pueden ser útiles para la vigilancia de patógenos entéricos por PCR, pero “la detección rara vez es diagnóstica de la enfermedad debido a la naturaleza endémica de muchos patógenos”. Como la mayoría de los agentes infecciosos de la diarrea se eliminan en el contenido intestinal, existe una alta sensibilidad diagnóstica cuando se aplican ensayos de PCR a muestras recolectadas del ciego o el colon, “independientemente del segmento intestinal afectado”.
La revisión también ha explorado el uso de pruebas serológicas, comentando, por ejemplo, que los ensayos de anticuerpos se utilizan con mayor frecuencia en medicina regulatoria, de vigilancia y monitoreo, y de diagnóstico. La medicina veterinaria regulatoria generalmente requiere solo resultados cualitativos de pruebas de anticuerpos para calificar a los animales para el movimiento a través de fronteras interestatales o internacionales, y los requisitos de las pruebas los define el estado o país receptor. “Las pruebas de vigilancia/monitoreo se pueden realizar para individuos (por ejemplo, leptospirosis) y poblaciones (por ejemplo, respuestas a vacunas y comportamiento de patógenos en una población)”.