La anaplasmosis bovina es una enfermedad importante transmitida por garrapatas que afecta a las poblaciones de ganado, resultante de infecciones por diferentes especies de Anaplasma, como A. marginale, A. bovis, A. centrale y A. phagocytophilum. Se transmite principalmente por picaduras de garrapatas ixódidas o por transferencia mecánica de glóbulos rojos recién infectados. Esto último puede ocurrir por picaduras de moscas o por el uso de diversos instrumentos quirúrgicos como agujas o equipos utilizados en procedimientos como descornado, castración o tatuaje.
A. phagocytophilum es una bacteria gramnegativa zoonótica que habita obligatoriamente el citoplasma de las células huésped. Hasta el momento, A. phagocytophilum está documentado en humanos, rumiantes como bovinos o cabras. También se ha informado en carnívoros, incluidos perros o gatos, así como otras especies como jabalíes.
Ixodes ricinus es el portador principal de A. phagocytophilum. Sin embargo, el ADN de A. phagocytophilum también se ha identificado en otras especies de garrapatas, como Dermacentor marginatus. La anaplasmosis prevalece en varias regiones del mundo y afecta constantemente al sector de producción lechera.
A. phagocytophilum exhibe una distribución amplia, con regiones endémicas que incluyen algunas áreas específicas en los Estados Unidos, Europa y Asia.
El objetivo principal una revisión realizada en Irán fue evaluar la prevalencia mundial de A. phagocytophilum en el ganado. A través de un análisis y una síntesis meticulosos de las investigaciones existentes, los autores pretenden ofrecer información valiosa sobre la distribución de este patógeno e identificar los factores de riesgo asociados que contribuyen a su prevalencia. Al revisar sistemáticamente la literatura disponible y realizar un metaanálisis, “nos esforzamos por mejorar nuestra comprensión de la epidemiología de A. phagocytophilum en el ganado, contribuyendo en última instancia al desarrollo de estrategias informadas de prevención y manejo de la enfermedad”.
La prevalencia agrupada de A. phagocytophilum en el ganado fue 8,5 %. La prevalencia de A. phagocytophilum en el ganado se ha documentado en 34 países. La mayoría de las publicaciones estaban relacionadas con Irán, seguido de China, con 9 y 8 trabajos respectivamente. España contribuyó con dos artículos. El análisis basado en el país ilustró que Mongolia (51,1 %), seguido de Guatemala (51 %), ambos países con un estudio tuvieron la prevalencia agrupada más alta.
Según las regiones de la OMS, la región africana mostró la tasa de prevalencia más alta (11,3 %). Además, la prevalencia agrupada más alta se relacionó con los países con el índice de desarrollo humano más bajo (9,1 %).
En términos de clima, el análisis indicó que las regiones con un clima mediterráneo de verano cálido exhibieron la prevalencia agrupada más alta (13,7 %). Además, descubrieron que A. phagocytophilum en el ganado fue más frecuente en el ganado en regiones con precipitaciones anuales de >1500 mm y temperatura media <10 °C.
“Demostramos que las regiones con un clima mediterráneo de veranos cálidos fueron responsables de la prevalencia agrupada más alta y tuvieron la prevalencia general más alta. Las garrapatas y las enfermedades transmitidas por garrapatas (TTBD) son muy susceptibles al cambio climático porque las condiciones ambientales influyen en las etapas de su ciclo de vida”, matizan. El calentamiento del clima ha creado condiciones favorables para que las garrapatas prosperen y se reproduzcan, lo que resulta en un “desarrollo más rápido y un ciclo de vida acelerado”. Sin embargo, las fluctuaciones extremas prolongadas de la temperatura, la baja humedad y las fuertes lluvias “pueden afectar negativamente al desarrollo de las garrapatas al disminuir su actividad y aumentar su tasa de mortalidad”.
Este estudio arroja luz sobre la prevalencia mundial de A. phagocytophilum en el ganado, destacando su importancia como una enfermedad importante transmitida por garrapatas con implicaciones económicas sustanciales para la industria ganadera. La amplia distribución del patógeno y su asociación con varias especies de garrapatas subrayan la complejidad de su epidemiología. “Nuestro estudio reveló variaciones en la tasa de prevalencia agrupada en diferentes regiones y climas, lo que destaca la necesidad de estrategias de gestión de enfermedades específicas para cada región”.
Por todo ello, concluyen que comprender la dinámica de A. phagocytophilum en el ganado es fundamental para implementar medidas de control y prevención eficaces que mitiguen su efecto sobre la salud animal y la productividad económica en el sector agrícola. “Como primera revisión sistemática y metaanálisis centrado en la prevalencia mundial de la infección en el ganado, esta investigación no solo consolida el conocimiento existente, sino que también sienta las bases para futuros avances en la investigación veterinaria y la salud pública”.