La leishmaniosis visceral causada por Leishmania infantum puede afectar a humanos y diferentes especies animales. El diagnóstico clínico es difícil y, por tanto, son necesarias pruebas de laboratorio para su confirmación.
Las pruebas serológicas y el examen clínico suelen ser el primer paso en el diagnóstico de la leishmaniosis visceral canina (LVC); sin embargo, las pruebas parasitológicas son el estándar de referencia para confirmar la infección por Leishmania spp. ya que permiten la demostración del parásito. Las pruebas parasitológicas más útiles para confirmar la infección por Leishmania spp. durante el diagnóstico de rutina de la LVC son el examen citopatológico, el cultivo, la histopatología y la inmunohistoquímica. El examen citopatológico permite detectar formas amastigotes en muestras citológicas y es un método de muestreo práctico, rápido, de bajo coste y no invasivo; sin embargo, no permite la identificación de Leishmania a nivel de especie y tiene una sensibilidad limitada que varía del 32 % al 76 %.
El cultivo de Leishmania sp., combinado con la caracterización isoenzimática de la especie por electroforesis, es 100 % específico, con una sensibilidad que varía de 78,7 % a 80,3 %. Por lo tanto, el cultivo está indicado para la identificación y seguimiento de especies que circulan en áreas endémicas. La histopatología es importante para el diagnóstico de leishmaniosis ya que permite identificar formas amastigotes en tejidos y asociar concomitantemente el parasitismo con lesiones histológicas. La inmunohistoquímica de cortes histológicos permite la visualización de formas amastigotes al microscopio óptico con base en reacciones antígeno-anticuerpo. Adicionalmente, su sensibilidad diagnóstica en la detección de Leishmania sp. en perros y tejidos humanos es mayor que la de la histopatología.
Una limitación de las pruebas parasitológicas es que la recolección de muestras clínicas es a menudo invasiva y difícil, presentando riesgos para el animal. Por lo tanto, el tipo de tejido utilizado para la confirmación de la infección por L. infantum es un aspecto crítico que necesita ser abordado. El ganglio linfático poplíteo y el bazo son las muestras más recomendadas para detectar L. infantum porque proporcionan altas tasas de positividad (72 a 83 %). Además, el ganglio linfático poplíteo es fácilmente accesible en comparación con otros ganglios linfáticos y la recolección de muestras es menos invasiva que la del bazo y la médula ósea.
Las principales técnicas de muestreo ganglionar para el diagnóstico de LVC son la punción aspiración con aguja fina (PAAF) y la punción no aspirativa porque son fáciles de usar y se puede obtener material de buena calidad para el examen, con pocos riesgos inherentes a la técnica. Además, la agresividad tisular es baja y estas técnicas son menos dolorosas.
Sin embargo, existen limitaciones como la necesidad de experiencia profesional y la dificultad de obtener una cantidad suficiente de muestra para el diagnóstico cuando los ganglios linfáticos son pequeños y difíciles de palpar. En este contexto, la punción con aguja semiautomática (PAAS) permitiría recolectar mayores cantidades de muestra de ganglio linfático que la punción aspiración con aguja fina debido al uso de una aguja gruesa, aumentando así la precisión de las pruebas parasitológicas, como se reporta para el diagnóstico de neoplasias.
Además, la PAAS es una técnica de biopsia segura para el operador, más práctica y rápida que la PAAF, y menos invasiva que la biopsia incisional o escisional. El uso de una aguja semiautomática para la punción de ganglios linfáticos y otros órganos es común en medicina humana para diagnosticar neoplasias, pero aún no se ha evaluado en perros como una técnica de punción de ganglios linfáticos para el diagnóstico de leishmaniosis visceral canina.
Por tanto, un trabajo reciente ha evaluado un enfoque innovador para el muestreo de ganglios linfáticos poplíteos para el diagnóstico parasitológico de LVC, informando por primera vez el desempeño del muestreo de ganglios linfáticos por PAAS en comparación con las muestras recolectadas por PAAF y necropsia.
Se recolectaron muestras de ganglio linfático poplíteo de 30 perros seropositivos a LVC. Después del examen clínico y la eutanasia, se recolectaron muestras del mismo ganglio linfático mediante PAAS, PAAF y necropsia. Las pruebas de referencia fueron cultivo, inmunohistoquímica e histopatología. La positividad para Leishmania spp. fue del 70 % para inmunohistoquímica y del 33,3 % para histopatología. La positividad del cultivo mediante las diferentes técnicas de muestreo fue del 77 % para necropsia, 73 % para PAAF y 63 % para PAAS.
En este punto, matizan que, aunque sensible y 100 % específico, una desventaja importante del cultivo para diagnosticar L. infantum en perros es el tiempo necesario para obtener el resultado final, que varía de 15 a 30 días. Para el seguimiento de LVC, el intervalo entre la toma de muestra y el resultado final afecta a la adopción de medidas de vigilancia y control. “En este estudio, el 95 % de las muestras recogidas por PAAS fueron positivas en la primera semana de cultivo, una frecuencia ligeramente superior a la obtenida para necropsia y PAAF”.
Ante estos resultados, comentan que “la PAAS y la PAAF se pueden utilizar para el muestreo in vivo”. Los datos del trabajo “demuestran una buena tasa de positividad de la PAAS. Además, al igual que la PAAF, la punción con aguja semiautomática se puede realizar in vivo y en el campo para el diagnóstico de la LVC”.
En cuanto a las ventajas de la PAAS sobre la PAAF, los autores destacan un muestreo más práctico y rápido y que se pueden obtener mayores cantidades de muestra, que se pueden utilizar para realizar técnicas diagnósticas complementarias como la biología molecular, la histopatología y la inmunohistoquímica.
Por todo ello, apuntan que la punción con aguja semiautomática de ganglios linfáticos poplíteos combinada con cultivo puede utilizarse como una herramienta alternativa para el diagnóstico de L. infantum en perros debido a la alta frecuencia de positividad, buena especificidad y baja tasa de contaminación microbiológica.
Además, la punción con aguja semiautomática en comparación con la punción aspiración con aguja fina y la toma de muestras por necropsia es más práctica, más rápida y tiene un tiempo más corto hasta la positividad por cultivo. Sin embargo, “se necesitan estudios in vivo de toma de muestras de ganglios linfáticos mediante PAAS en perros para evaluar la aparición de hemorragia y la generación de malestar a los animales asociados con esta técnica”.
En resumen, “la combinación de PAAS y cultivo demostró ser una alternativa para el diagnóstico de Leishmania spp. en las muestras de ganglios linfáticos de perros por su alta tasa de positividad y por ser más práctica y rápida y tener un menor tiempo hasta la positividad por cultivo en comparación con la PAAF y la toma de necropsia”.