Españoles prueban un manejo dietético para mejorar el rendimiento de los lechones

La variación en las tasas de crecimiento entre los cerdos en rebaños comerciales puede tener consecuencias económicas perjudiciales para los productores. Por lo tanto, es necesaria la implementación de estrategias para mitigar su impacto. Aunque enfoques como la clasificación de los cerdos por peso después del destete han ganado popularidad entre los granjeros, se ha demostrado que esta práctica solo reduce la variación dentro de un corral en el momento de la clasificación y no tiene un efecto de arrastre a menos que se implementen tratamientos individualizados en diferentes grupos.

La implementación de la alimentación por fases después del destete es crucial para minimizar los controles de crecimiento al destete y maximizar la ingesta de alimento y el rendimiento del crecimiento durante el período de crianza y las etapas posteriores. Los sistemas de alimentación por fases involucran dietas compuestas posteriores, cada una con especificaciones de nutrientes y costes más bajos que la anterior y cada una formulada para satisfacer los requisitos del cerdo promedio. Sin embargo, las transiciones de dieta generalmente ocurren en días predeterminados, sin considerar la variabilidad del peso corporal (PC) dentro del lote.

En estas circunstancias, los cerdos de bajo peso corporal al destete, que generalmente tienen un tracto digestivo peor desarrollado en comparación con sus contrapartes promedio, a menudo se introducen a dietas menos digestibles y más baratas antes de que su tracto gastrointestinal esté adecuadamente desarrollado o maduro. Esta situación puede conducir a una escalada en la afluencia de nutrientes no digeridos, incluida la proteína, en los segmentos distales de su tracto gastrointestinal, cuya fermentación microbiana puede tener un efecto perjudicial en la salud intestinal. Esto puede retrasar su adaptación a las dietas posteriores al destete y puede afectar negativamente su rendimiento, lo que aumenta aún más la variabilidad del peso corporal dentro de un lote.

IMPACTO EN EL RENDIMIENTO DE LOS LECHONES DEL MANEJO DIETÉTICO

Estudios previos ya han determinado que proporcionar mayores cantidades de un régimen dietético estándar de primera fase en el destete tiene efectos positivos en el rendimiento de crecimiento de los cerdos. De manera similar, en cerdos en crecimiento y finalización, proporcionar una ración fija de las dos primeras dietas a todos los corrales, en lugar de cambiar las dietas según la edad, permitió que los cerdos más delgados alcanzaran parcialmente a sus contrapartes más grandes en peso de sacrificio. Sin embargo, a excepción de un estudio, el resto de los estudios implementaron sus tratamientos dietéticos siguiendo un régimen de ración o tiempo fijo, sin considerar que los cerdos más pequeños pueden tener mayores requisitos para una dieta en particular. Por lo tanto, un estudio realizado por Francesc González-Solé, David Solá-Oriol, Sandra Villagómez Estrada y José Francisco Pérez de la Universidad Autónoma de Barcelona, junto a otro compañero, propone una estrategia que implica permitir que los cerdos consuman una dieta de preinicio hasta que alcancen un peso corporal objetivo, en lugar de ofrecer una cantidad limitada de la dieta de preinicio u ofrecerla hasta una fecha fija. Se ha planteado la hipótesis de que este enfoque tendrá un impacto positivo en el rendimiento de los lechones y contribuirá a reducir la variabilidad del peso corporal en cada lote. Por lo tanto, el objetivo concreto fue investigar los efectos de proporcionar a los lechones destetados una mayor cantidad de una dieta de preinicio hasta que alcanzaran un peso corporal objetivo, sobre su rendimiento de crecimiento y la variabilidad del peso corporal en el lote.

Para ello, un total de 528 cerdos, destetados el día 21, que representaban el 50 % más pequeño de su lote, se dividieron en grupos medianos (5,35 ± 0,31 kg) y pequeños (3,97 ± 0,21 kg) según el peso corporal al destete. Los cerdos recibieron una dieta de preinicio durante 10 días (FIJA) o hasta que alcanzaron un peso objetivo de 7,9 kg (TBW), seguida de un alimento de inicio.  No se utilizaron antimicrobianos ni dosis terapéuticas de óxido de zinc (ZnO) en las dietas experimentales.

REDUCCIÓN DE LA MORTALIDAD 

El rendimiento de crecimiento entre las estrategias TBW y FIJA fue similar durante el período de 36 días. En general, la mortalidad fue mayor en los cerdos pequeños, aunque los cerdos pequeños alimentados con la estrategia FIJA mostraron una mortalidad mayor que el resto de los grupos entre los días 10 y 36. 

Este estudio concluye que ofrecer una dieta pre-iniciadora basada en el peso corporal objetivo, en lugar de un tiempo fijo, no mejoró significativamente el rendimiento de crecimiento o la uniformidad del lote, pero redujo la mortalidad en los cerdos pequeños desde los días 10 hasta los 36.

Así, los autores han explicado que la estrategia de prolongar la ración de pre-inicio hasta que los lechones destetados alcanzaran un peso corporal objetivo “no tuvo un efecto significativo en el rendimiento del crecimiento, la uniformidad del peso corporal o la eficiencia de la conversión de energía y lisina de los lechones pequeños”. Sin embargo, descubrieron que esta estrategia puede haber contribuido a mejorar las tasas de supervivencia entre los lechones más pequeños durante el período de crianza. Los estudios futuros, comentan, deberían investigar el impacto potencial de incorporar un peso corporal objetivo en las raciones de la dieta de inicio y examinar los efectos a largo plazo de esta estrategia.