Ante los casos de desnutrición severa en niños en la Sierra Tarahumara, la diputada Jael Argüelles Díaz, en coordinación con el Grupo Parlamentario de Morena y la Escuela de Veterinarios (VEP), impulsan el proyecto de caprinocultura a fin de disminuir la incidencia en dicha población.
La legisladora detalló que el proyecto consiste en la donación de cabras y chivos a familias de la comunidad tarahumara para combatir la desnutrición entre los habitantes a base de la alimentación con leche de cabra, además del apoyo a la economía familiar con la crianza del ganado caprino y el crecimiento económico con la venta de productos como queso, yogurt y dulces.
Por su parte, la doctora Yesica Loya indicó que el plan dio inicio en el 2023 y los animales han estado en lactancia, por lo que la leche que se ha producido es usada para alimentar a la familia que los cuida, así como a diferentes miembros de la comunidad, incluyendo a los vecinos cercanos.
BENEFICIOS DE LA LECHE DE CABRA
En este sentido, Argüelles Díaz reiteró que la leche de cabra presenta una mayor digestibilidad, disminuye el índice de alergias, contiene un alto valor proteico, previene la osteoporosis y ayuda en la recuperación de anemias. Dichas cualidades y características son de gran importancia y beneficiosas para la alimentación del ser humano, en mayor medida para los infantes que se encuentran en el periodo de crecimiento y desarrollo muscular, óseo y nervioso.
Cabe señalar que actualmente las cabras están gestantes, por lo que en pocos meses estos animales se estarían multiplicando, además de que el Grupo Parlamentario de Morena se comprometió a donar una mayor cantidad de cabras para así tener un mayor alcance.
Según datos proporcionados por la Mesa de Seguridad Alimentaria de la Sierra Tarahumara, actualmente un 60 % de la población infantil indígena presenta signos de desnutrición crónica, afectando así su correcto desarrollo y ocasionando daños que causan la muerte.
Para el año 2023, la Secretaría de Salud del Estado registró 67 casos de desnutrición severa en recién nacidos y niños menores de cinco años en la Sierra Tarahumara; de estas cifras hubo 16 fallecimientos y seis infantes que permanecieron hospitalizados. Datos con subregistro, puesto que la población indígena no acude a un centro médico o no tiene acceso a un servicio de salud pública.
Ante esto, los veterinarios de la Escuela (VEP) indicaron que las cifras antes mencionadas son preocupantes; por ello, se dieron a la tarea de buscar estrategias para poder minimizar los casos en las comunidades tarahumaras, encontrando como una estrategia la implantación de la alimentación de los infantes a base de leche de cabra, puesto que dicha leche tiene un aporte nutricional mejor que el de la leche de vaca, e inclusive que la leche materna.
En relación con las estadísticas, el último censo general estima que la población indígena es de aproximadamente 120 mil personas y el 85 % se localiza en 23 municipios serranos, de los cuales destacan: Guachochi, Balleza, Bocoyna, Batopilas, Guadalupe y Calvo, Urique, Uruachi, Guazapares, Carichí y Morelos.