La transferencia de inmunidad de la cabra al baifo mediante el calostro es clave para que la cría pueda desarrollarse libre de enfermedades y reducir su riesgo de muerte en las primeras semanas de vida. Ante esto, investigadores del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la ULPGC y del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) realizan de forma conjunta un trabajo para mejorar la calidad del calostro de la madre, inoculando un tipo de proteína denominada “lipopolisacáridos” en las mamas de la cabra en el momento del parto.
Marta González Cabrera, de cuya tesis doctoral forma parte este trabajo, Noemí Castro Navarro, Anastasio Argüello Henríquez, Mario Salomone Caballero y Lorenzo Enrique Hernández Castellano, por parte de la ULPGC, así como Alexandr Torres Krupij, del ICIA, firman esta investigación que cuenta con financiación de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI) y del Fondo Social Europeo.
La investigación se ha realizado en cabras de raza Majorera, que es la más numerosa del Archipiélago. La transferencia de inmunidad desde las madres a las crías es común a un gran número de especies, en las que los recién nacidos carecen de defensas suficientes para defenderse de virus o bacterias por la propia inmadurez de su sistema inmune. En el caso de las cabras, esta transferencia ocurre a través del calostro.
En este estudio, los investigadores administraron un tipo de proteínas de origen bacteriano (lipopolisacáridos) directamente en las glándulas mamarias de los animales en el momento del parto a fin de activar la respuesta inmunitaria, comprobando que con ello se mejoraba la calidad del calostro, ya que contenía mayor cantidad de inmunoglobulinas (principal componente inmune). Cabe destacar que los animales que recibieron el tratamiento no mostraron posteriormente ningún signo de enfermedad.
Los autores de este trabajo, que ha sido publicado en ANIMAL, la revista de la European Federation of Animal Science, valoran su potencial para la mejora de la cabaña caprina en las islas, fortaleciendo la salud de los cabritos y reduciendo su vulnerabilidad, por lo que resaltan cómo una pequeña intervención puede beneficiar la salud y el bienestar de animales de producción.