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Veterinarios españoles e italianos buscan un marcador renal precoz en leishmaniosis canina
EDICIÓN

Veterinarios españoles e italianos buscan un marcador renal precoz en leishmaniosis canina

Han buscado evaluar y comparar las concentraciones de podocina y nefrina urinarias como marcadores renales en perros sanos y en perros con leishmaniosis
Perro vete (2)
Se incluyeron 35 perros sanos y 37 perros con leishmaniosis.

La leishmaniosis canina (CanL) es una enfermedad parasitaria causada por el protozoo Leishmania infantum. La infección en perros puede ser subclínica o presentarse como una enfermedad autolimitada, o como una enfermedad grave y a veces mortal. Se ha propuesto un sistema de estadificación LeishVet para definir la gravedad de la enfermedad y facilitar el tratamiento adecuado y el seguimiento del paciente. Debido a que la enfermedad grave puede estar asociada con disfunción renal de varios grados, si la enfermedad renal no se diagnostica en las primeras etapas, puede progresar a insuficiencia renal crónica, que se considera la principal causa de mortalidad en CanL.

 

A pesar de la alta prevalencia de enfermedad renal en perros infectados, los hallazgos de laboratorio de enfermedad renal son típicamente variables, con diferentes grados de azotemia y/o proteinuria. En CanL, la enfermedad renal es principalmente de origen glomerular, involucrando diferentes formas de glomerulonefritis. Inicialmente, aparece proteinuria leve, con el tiempo empeora y con la progresión de la enfermedad se desarrollan lesiones tubulointersticiales secundarias y azotemia. Debido a que la gravedad de la enfermedad renal reduce las opciones de tratamiento y la supervivencia, la identificación de nuevos marcadores de daño renal temprano podría conducir a un pronóstico más favorable. La actividad de algunos marcadores urinarios para detectar daño glomerular, como la relación inmunoglobulina G/creatinina urinaria, la relación proteína C reactiva/creatinina urinaria y la relación ferritina/creatinina urinaria, se ha investigado en perros no azotémicos y no proteinúricos con leishmaniosis tratados con antimoniato de meglumina y alopurinol, con resultados prometedores. Se necesita más investigación antes de que estos marcadores glomerulares puedan recomendarse de forma rutinaria para el reconocimiento temprano del daño glomerular, en consecuencia, la proteinuria sigue siendo el primer hallazgo clinicopatológico de la glomerulopatía durante la CanL.

 

PODOCITOS COMO MARCADOR RENAL 

 

En este contexto, la detección de la lesión glomerular temprana es de importancia primordial y la presencia de podocitos en la orina es una herramienta potencial para diagnosticar el daño glomerular al inicio de la enfermedad. Los podocitos son células epiteliales glomerulares altamente especializadas involucradas en la filtración selectiva del plasma y la formación de orina primaria. La podocituria puede ocurrir naturalmente en humanos, perros y caballos, y varios procesos patológicos pueden causar el desgarro de los podocitos y su excreción en la orina con un aumento en la extensión de la podocituria. Dado que los podocitos no se regeneran, su pérdida es irreversible. 

 

La presencia de podocitos en la orina se puede determinar mediante la detección de moléculas asociadas a los podocitos, como podocina, nefrina, podocalixina y sinaptopodina. La podocituria se evaluó previamente mediante la concentración urinaria de podocina utilizando una prueba de ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA) en perros con enfermedad renal crónica y enfermedad degenerativa de la válvula mitral, con mayor podocituria en estos dos grupos en comparación con perros sanos. 

 

Por su parte, la expresión del gen de la nefrina se ha evaluado en perros con enfermedad renal crónica asociada con leishmaniosis en sedimentos urinarios, con perros en etapas avanzadas de enfermedad renal que tienen una expresión menor de nefrina que los perros en las etapas iniciales. 

 

No obstante, la podocina y la nefrina urinarias nunca se han medido con una prueba ELISA en CanL y leishmaniasis humana a pesar de su posible accesibilidad y rentabilidad.

 

Por lo tanto, un estudio llevado a cabo por la veterinaria española Laia Solano-Gallego del Departamento de Medicina y Cirurgía Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona junto a Valeria Pantaleo, Tommaso Furlanello, Erika Carli y Laura Ventura de la Clínica Veterinaria San Marco de Padua, Italia, ha buscado evaluar y comparar las concentraciones de podocina y nefrina urinarias como marcadores de podocituria en perros sanos y en perros con leishmaniosis según la estadificación clínica IRIS con una prueba ELISA comercial, y evaluar la correlación entre la concentración urinaria de podocina y nefrina y la relación urinaria de podocina a creatina y la relación urinaria de nefrina a creatinina y algunos marcadores renales y urinarios en perros sanos y en perros con leishmaniosis según la estadificación clínica IRIS.

 

COMPARACIÓN ENTRE PERROS SANOS Y PERROS CON LEISHMANIA 

 

En el estudio se incluyeron 35 perros sanos y 37 perros con leishmaniosis. Los perros con leishmaniosis se clasificaron según la estadificación de la International Renal Interest Society. Se midieron las concentraciones urinarias de podocina y nefrina en todos los perros con una prueba de ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas validada y se normalizaron a creatinina (uPoC y uNeC, respectivamente). Se analizaron y compararon los datos demográficos, clínicos y de laboratorio de ambos grupos. Posteriormente, se analizaron y compararon los resultados de laboratorio según la estadificación de IRIS en perros en estadio I de IRIS y perros en estadio II + III + IV de IRIS. Se utilizaron modelos matemáticos para evaluar la relación entre los marcadores urinarios de podocituria.

 

En comparación con los perros sanos, se encontraron niveles más bajos de podocina urinaria, con valores medios (RIC): 15,10 ng/ml frente a 8,63 ng/ml; y nefrina, con valores medios (RIC): 3,2 ng/ml frente a 2,67 ng/ml; en los perros enfermos infectados. No se observaron diferencias significativas en uPoC y uNeC entre los dos grupos. “Las concentraciones urinarias de nefrina y podocina fueron más altas en perros sanos y en perros en estadio I de IRIS en comparación con perros en estadios II + III + IV de IRIS”, comentaron. Asimismo, no se encontraron diferencias significativas para uPoC y uNeC entre perros sanos y perros con leishmaniosis en diferentes estadios clínicos de IRIS. “Este es el primer informe en el que se detectaron podocina y nefrina urinarias en perros afectados por leishmaniosis como marcadores de podocituria”, exponen.

 

NECESIDAD DE MAYOR INVESTIGACIÓN 

 

Ante estos hallazgos, los autores comentan que los perros con leishmaniosis tenían una concentración baja de podocina y nefrina en las etapas clínicas más avanzadas del IRIS, cuando la enfermedad renal era más grave en comparación con los perros sanos y los perros en la etapa I del IRIS con enfermedad leve. Además, añaden que “la nefrina urinaria fue detectable por primera vez en perros sanos no infectados”.

 

Por último, han concluido que las concentraciones urinarias de podocina y nefrina se pueden medir mediante una prueba ELISA comercial en perros sanos y perros con leishmaniosis. Los perros con leishmaniosis parecieron tener una baja concentración de podocina y nefrina en etapas clínicas más avanzadas de la estadificación IRIS, donde la enfermedad renal era más grave en comparación con los perros sanos y los perros con enfermedad leve. Los resultados de este estudio “sugieren que la podocina y la nefrina urinarias no son buenos marcadores para el diagnóstico temprano de la enfermedad renal en perros con leishmaniosis”. No obstante, apuntan que se necesita más investigación para comprender si las concentraciones urinarias de podocina y nefrina pueden ser útiles en la práctica clínica para la detección temprana de lesiones glomerulares en CanL y otras enfermedades renales caninas.

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