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Aumenta el número de casos de leishmaniasis en España en 2023
EDICIÓN

Aumenta el número de casos de leishmaniasis en España en 2023

En 2023, 13 comunidades autónomas notificaron un total de 394 casos, de los que 390 fueron confirmados y 4 probables. Hubo 387 casos autóctonos y 7 casos importados
Instituto Salud Carlos III (2)
Instituto de Salud Carlos III.

El Instituto de Salud Carlos III, a través de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), ha publicado los informes con los últimos datos sobre la situación de la leishmaniasis en España. El objetivo de este informe es conocer la situación epidemiológica de esta enfermedad durante el año pasado, además de su evolución temporal desde 2016.


La leishmaniasis es una enfermedad causada por protozoos del género Leishmania, característica de climas tropicales y subtropicales, incluyendo la región del Mediterráneo. La mayor carga de enfermedad está en Brasil, este de África, subcontinente indio y Oriente próximo.


Se trata de una zoonosis cuya vía de transmisión más frecuente a humanos es por la picadura de hembras de Phlebothomus o de Lutzomyia. Los vectores, reservorios y la especie de parásito, varían según la localización geográfica. L. infantum se distribuye por regiones del Mediterráneo, incluyendo España. El vector en nuestro medio son especies de Phlebotomus, principalmente P. perniciosus y P. ariasi, y los principales reservorios son perros o pequeños mamíferos lagomorfos como liebres.


El período de incubación es de entre una semana a varios meses para las formas cutáneas y de dos a cuatro meses para las viscerales, aunque puede ser mayor. Una proporción variable de infectados son asintomáticos mientras que algunos desarrollan la enfermedad y esto se asocia con ciertos factores de riesgo como la inmunosupresión. Hay 3 formas principales de presentación de la enfermedad en humanos: la leishmaniasis cutánea (LC) es la infección primaria y la forma más común, que si no se resuelve puede producir formas diseminadas en piel o más profundas en mucosas (leishmaniasis muco-cutánea - LMC) u órganos internos (leishmaniasis visceral – LV - o kala-azar, la forma más grave).


La prevención se basa en las medidas de control del vector y del reservorio zoonótico, en evitar la exposición al vector y en el diagnóstico precoz y manejo adecuado de los casos, tanto humanos como animales domésticos.


En España es una enfermedad de declaración obligatoria a través de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) al Centro Nacional de Epidemiología.


RESULTADOS DE LA LEISHMANIASIS


En 2023, 13 comunidades autónomas (CCAA) notificaron un total de 394 casos, de los que 390 (99,0 %) fueron confirmados y 4 probables. Hubo 387 casos autóctonos y 7 casos importados.


La evolución del número de casos autóctonos en España ha sido ligeramente ascendente desde 2016 a 2019 (incidencia acumulada ó IA=0,78 a 0,90 casos/100.000 habitantes, respectivamente), con un descenso en 2020 (IA=0,58) y cierto repunte posterior hasta 2023, con IA=0,80. Los casos se han distribuido durante todo el año, según mes de inicio de síntomas, con máximos en 2023 en enero.


Todas las CCAA, excepto Asturias y Melilla, han notificado algún caso desde 2016. Cabe destacar que Baleares, Murcia y Comunidad Valenciana presentan una incidencia acumulada (IA) mayor.


CARACTERÍSTICAS DE LOS CASOS


En 2023 hubo 250 casos de leishmaniasis en hombres (64,6 %; IA=1,06) y 137 mujeres (IA=0,56). La edad mediana fue de 54 años (p25-75: 30 a 66 años). Las incidencias más elevadas se dieron en los menores de 1 año, tanto en hombres (IA=6,48) como en mujeres (IA=6,24) y en los de 1 a 4 años (IA=2,81 en hombres vs 1,98 en mujeres). Por tanto, la frecuencia fue superior en los hombres en todos los grupos de edad.


Se dispuso de información del país de nacimiento en 216 casos (55,8 %), de los que 197 (91,2 %) correspondían a países de Europa y 188 nacieron en España.


CLÍNICA Y EVOLUCIÓN


De los casos autóctonos con información disponible sobre categoría clínica de 2023 (n=351; 90,7 %), fueron LV 187 (52,2%), y LC/MC 171 (47,8%).


La distribución según categoría clínica fue variable según las CCAA: las proporciones de LC/MC fueron superiores al 50 % en Baleares, Castilla La Mancha, Cataluña y Murcia. Por el contrario, las proporciones de LV fueron superiores al 50 % en Andalucía, C. Valenciana y Madrid.


De los casos de 2023, hospitalizaron a 183 (50,6 %). La proporción de hospitalizaciones fue significativamente superior (p<0,001) en los menores de 1 año (100 %), de 1 a 4 años (79,4%), los mayores de 75 (65,0 %) y en casos de LV (91,2% frente a 4,6% de LC /MC).


Hubo 3 defunciones en 2023, que corresponde a una tasa de letalidad del 0,8 %. Todos fueron casos de leishmaniasis visceral, además de que eran mayores de 49 años.


CONCLUSIONES: INCIDENCIA LIGERAMENTE ASCENDENTE


La evolución de la incidencia desde 2016 ha sido ligeramente ascendente hasta 2019 con disminución posterior en 2020 y progresiva recuperación hasta 2023. Esta evolución varía según las regiones, y puede ser debida, en parte, a una menor notificación de casos debido a la pandemia, ya que se aprecia en 2023 un retorno a la línea basal previa (2016 a 2019). 

Los casos se distribuyen durante todo el año, aunque se han observado máximos en meses de invierno, probablemente debido al período de incubación más prolongado de las formas viscerales y al retraso diagnóstico en formas cutáneas.


Desde que se dispone de información de casos de todo el territorio, todas las CCAA, excepto Asturias y Melilla, han notificado casos. Se observa incidencia acumulada (IA) más elevada en zonas del Mediterráneo (Baleares, R. Murcia y C. Valenciana). Parece apreciarse un gradiente noroeste-sureste, aunque el número de casos por año es reducido en muchas CCAA y conviene analizar esta información de forma agregada en un período más largo.


Estas diferencias pueden ser debidas a una mayor sensibilidad en el diagnóstico y notificación o también a un mayor riesgo en ciertas zonas por mayor densidad o actividad del vector (ampliamente distribuido por España), factores relacionados con el reservorio o factores ambientales, entre otros.


Las IA han sido superiores en hombres durante todo el período y las más elevadas han sido en los menores de 1 año, con proporciones de LV y de hospitalización muy elevadas. Cerca de la mitad del total de los casos corresponden a leishmaniasis cutánea, con diferencias por CCAA.


Las medidas de prevención van encaminadas al control del vector y de la transmisión y la infección en el reservorio animal, por lo que un enfoque “Una salud” sería deseable para mejorar su control. En humanos es fundamental evitar las picaduras y realizar diagnóstico precoz y tratamiento de los casos, especialmente en la población inmunodeprimida. 


Cabe destacar que no se dispone de información de calidad acerca de factores de riesgo individuales. En este sentido, señalan que "incluir en la encuesta nacional variables estructuradas que recojan información sobre la situación de inmunosupresión contribuiría al seguimiento de la enfermedad en dicha población".

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