Primera detección de dos especies de flebótomos infectadas por leishmaniasis en México

La leishmaniasis es una enfermedad tropical desatendida que causa una importante morbilidad y mortalidad en zonas endémicas, con un impacto psicosocial en las personas afectadas y años de vida ajustados por discapacidad perdidos en las poblaciones. Los parásitos Leishmania son los agentes causales de estas enfermedades y han evolucionado para alternar entre huéspedes (es decir, vertebrados) y vectores susceptibles de la subfamilia Phlebotominae. Por tanto, la expansión de la distribución geográfica y la incidencia de la leishmaniasis en el mundo depende de ambos componentes (es decir, vectores y reservorios).

La leishmaniasis cutánea americana es un grave problema de salud pública en la región tropical, ya que se estima que ocurren alrededor de 60.941. Al menos 20 especies de parásitos Leishmania son agentes etiológicos de la leishmaniasis en toda América. Aunque el principal riesgo de contraer leishmaniasis está asociado con los paisajes naturales (es decir, áreas selváticas), la evidencia muestra una notable expansión y brotes de la enfermedad en varios países neotropicales, así como cambios drásticos en los patrones de transmisión que han dado lugar a ciclos emergentes en el contextos urbanos y rurales.

Dado que los vectores y reservorios son fuentes del parásito circulante, el conocimiento sobre la infección, el comportamiento y la ecología de ambos componentes es esencial para el establecimiento de cualquier análisis de expansión predictiva y estrategia de prevención que minimice la exposición humana a la enfermedad de leishmaniasis.

En México, la leishmaniasis cutánea localizada (LCL) se ha registrado en el 78 % del territorio, y se estima que alrededor de 7,6 millones de personas están en riesgo de transmisión. Solo durante el período 2010-2022, se confirmaron un total de 8309 casos humanos en el país. Actualmente, cinco regiones son reconocidas como áreas de transmisión endémica, pero la mayor incidencia y prevalencia se origina en la península de Yucatán (YP) (>60 % de los casos).

En la península de Yucatán, el principal parásito asociado con LCL es Leishmania (Leishmania) mexicana, que mantiene ciclos enzoóticos en áreas forestales de los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo. El principal vector descrito para la transmisión de Leishmania en YP es Bichromomyia olmeca. Sin embargo, se han propuesto otras cuatro especies como posibles vectores en la región, lo que hace obligatoria la identificación del parásito en diferentes especies circulantes de vectores para comprender el patrón de transmisión.

Por otro lado, aunque el parásito L. (L.) mexicana es la especie más prevalente en la región, algunos estudios documentan la presencia de otras cuatro especies de Leishmania circulando entre los animales domésticos, pero hasta el momento no han sido detectadas entre la fauna vectora y los reservorios silvestres. Además, Quintana Roo se encuentra geográficamente cerca de países centroamericanos donde la diversidad de parásitos Leishmania es mayor.

ADN DE LEISHMANIA EN 25 ESPECÍMENES

Por esta razón, el objetivo de un estudio reciente, llevado a cabo por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma de Yucatán, Secretaría de Salud, Servicios Estatales de Salud de Quintana Roo, Universidad Veracruzana y de la Universidad Autónoma de Campeche, entre otros, ha sido explorar y proporcionar evidencia primaria de la prevalencia de Leishmania en especies de flebótomos de cuatro localidades con registros de brotes de LCL en Quintana Roo. Además, han buscado aportar información sobre la diversidad genética regional de los parásitos Leishmania.

Se recolectaron flebótomos durante varios periodos desde noviembre de 2022 hasta abril de 2023 utilizando trampas Mosquito Light Circle y Shannon, así como una búsqueda entomológica activa en refugios.

De las 242 hembras recolectadas, los autores detectaron ADN de Leishmania en 25 especímenes representados por Bichromomyia olmeca (1), Psathyromyia shannoni (17), Lutzomyia cruciata (4), Psathyromyia undulata (2) y Dampfomyia deleoni (1).

“La detección de Leishmania en estas dos últimas especies representa nuevos registros para la península de Yucatán y para México”, advierten. Asimismo, Leishmania (Leishmania) mexicana fue la única especie detectada dentro de la especie Phlebotominae, con valores de prevalencia que oscilaron entre 7.41 % y 33.33 % en ejemplares colectados en las zonas selváticas de la Isla de Cozumel y Petcacab.

Este estudio proporciona, según indican los investigadores, “la primera evidencia de infección por Da. deleoni y Pa. undulata de L. ( L .) mexicana”.

Además, mediante el análisis de diversidad genética “se evidenció la presencia de tres haplotipos dominantes en todas las localidades evaluadas, y la localidad de Petcacab fue la que tuvo la circulación de dos nuevos haplotipos no descritos previamente en México ni en países vecinos”. Estos resultados “resaltan la importancia de una vigilancia epidemiológica intensiva debido a la dinámica de transmisión de Leishmania entre diferentes especies”, resumen.