La asociación de veterinarios VetWarriors ha enviado una carta a la Organización Colegial Veterinaria (OCV) exponiendo su malestar y emplazando a la institución a enmendar el “comportamiento negligente, falto de integridad y desleal del que ha hecho gala hasta ahora, en pro de un liderazgo sano, limpio y transparente que una a la profesión bajo su paraguas”.
En esta carta, la plataforma veterinaria introduce que "en un mundo ideal, cada veterinario y veterinaria forma parte activa de su colegio profesional provincial, englobados todos por la OCV (Organización Colegial Veterinaria) o Consejo General, quienes deberían ser la voz de una profesión clave para la salud animal y la salud pública".
"Sin embargo, la realidad es muy distinta. Ante la inacción institucional del Consejo frente al Real Decreto 666/2023, la profesión unificada tuvo que salir a la calle. Desde todos los rincones del país, los veterinarios y veterinarias se han manifestado porque este decreto no funciona y perjudica gravemente tanto a la práctica clínica como al bienestar de nuestros pacientes y de sus familias", prosigue el comunicado.
Así, desde VetWarriors lamentan que "nos duele reconocer que quienes ocupan cargos de representación no han estado a la altura. Hemos confiado en que nuestras cuotas y nuestra participación sustentarían una defensa firme de la profesión. Pero nos habéis fallado. Sentimos que la creación de comités, reuniones y promesas vacías no han sido más que una forma de intentar distraer una legítima preocupación. Y, mientras tanto, mientras los comités que instigasteis crear hemos trabajado con gran esfuerzo, vosotros, con una pose paternalista, habéis tomado decisiones a espaldas de quienes representáis.
"El resultado de la reciente reunión entre la OCV y Valentín Almansa (MAPA) es una muestra más del desprecio institucional. El ministerio admite que el RD 666/2023 está mal planteado, pero se limitan a prometer una nota interpretativa, sin modificar ni PRESVET, ni el régimen sancionador, ni la categorización de antibióticos. ¿La solución que ofrecen? Que preguntemos caso por caso al Ministerio. Una burla que insulta nuestra formación, nuestra ética y nuestra inteligencia", manifiesta la asociación.
Además, exclaman que "este no es un conflicto político: es una cuestión de responsabilidad. Los veterinarios y las veterinarias queremos prescribir con criterio clínico, no con miedo. Nuestro sitio está en el ministerio de sanidad, puesto que somos sanitarios y deberíamos estar regulados con transparencia y compromiso".
"La unidad de la profesión es innegable, vamos todas y todos juntos, pero esa unidad exige respeto, escucha y acción. Si no encontramos eso en las estructuras actuales, no dudaremos en buscar nuevos modelos de colegiación. No queremos dividir, queremos construir. Pero necesitamos representantes que estén a la altura del momento. Os toca dar el paso en la dirección correcta, la que os acerca a vuestros compañeros y compañeras de profesión", finaliza la asociación antes de remarcarcar que "somos VetWarriors y no vamos a parar".