Los estudiantes de Veterinaria se enfrentan a desafíos únicos y sustanciales que afectan significativamente su salud mental y su bienestar. La salud mental refleja el estado psicológico general del individuo. Por otro lado, el bienestar es un concepto más amplio que incluye aspectos positivos de la salud mental y física, así como un estado holístico de prosperidad caracterizado por la satisfacción con la vida y un sentido de propósito.
Para los estudiantes de Veterinaria, el riguroso plan de estudios académico, las altas expectativas y la exigente formación clínica crean un entorno de intensa presión y estrés constante que afecta a la salud mental y el bienestar. Además, hay muchas más condiciones y factores que hay que tener en cuenta. Una carga de deuda significativa, lidiar con problemas familiares mientras se sigue un plan de estudios riguroso e incluso tener obligaciones culturales son solo algunos de los factores que pueden ser causas de estrés. A diferencia de sus compañeros de otras disciplinas académicas, los estudiantes de Veterinaria deben navegar por las complejidades del conocimiento médico y quirúrgico, junto con las demandas emocionales de cuidar a los animales e interactuar con los dueños de mascotas. En consecuencia, los estudiantes de Veterinaria a menudo experimentan niveles elevados de estrés, ansiedad y depresión.
La prevalencia de problemas de salud mental entre los estudiantes de Veterinaria es alarmantemente alta, ya que los estudios han demostrado consistentemente que estos estudiantes informan niveles más altos de estrés percibido, ansiedad y depresión en comparación con la población general. Numerosos estudios han identificado varios factores estresantes comunes que afectan la salud mental de los estudiantes de Veterinaria. Las demandas académicas, la presión del tiempo y la naturaleza desafiante del plan de estudios de Veterinaria se citan con frecuencia como fuentes importantes de estrés. Además, los factores sociales como el estado civil, el apoyo social y las condiciones de vida desempeñan un papel vital en el bienestar psicológico de los estudiantes. También se han observado diferencias de género, ya que las estudiantes mujeres a menudo informan niveles más altos de estrés y ansiedad en comparación con sus contrapartes masculinas.
Dada la naturaleza multifacética de estos desafíos, es imperativo comprender los diversos factores que contribuyen a los problemas de salud mental entre los estudiantes de Veterinaria. Una revisión realizada en EE UU explora las variables demográficas y psicosociales que influyen en los resultados de salud mental, destaca los factores estresantes comunes como la carga de trabajo académico y la nostalgia, y examina las estrategias de afrontamiento empleadas por los estudiantes. Además, analiza las barreras para acceder a los servicios de salud mental y la eficacia de los diferentes mecanismos de apoyo. Al proporcionar una descripción general integral del estado actual de la salud mental entre los estudiantes de veterinaria, esta revisión busca informar a los educadores, profesionales de la salud mental y formuladores de políticas. Enfatiza la necesidad de intervenciones específicas y sistemas de apoyo para mitigar el estrés, promover la resiliencia y mejorar la salud mental y el bienestar general de los estudiantes de Veterinaria.
Se realizaron búsquedas bibliográficas en tres momentos distintos: en junio de 2019 y, luego, nuevamente durante junio de 2020 y junio de 2021 para captar estudios del año 2019-2021. Las búsquedas se realizaron en distintas bases de datos científicas.
Se analizaron 21 estudios centrados en la salud mental de los estudiantes de Veterinaria, que abarcaban una amplia gama de tamaños de muestra y variables demográficas. Se extrajeron y analizaron datos demográficos, factores estresantes, medidas de salud mental y estrategias de afrontamiento. Los estudios se centraron en varios aspectos de la salud mental, incluido el estrés, la ansiedad, la depresión y los mecanismos de afrontamiento. La selección final se basó en la relevancia, la calidad y la exhaustividad.
Los estudios revisados destacaron consistentemente varios factores estresantes que impactan significativamente la salud mental de los estudiantes de Veterinaria. El riguroso currículo académico, las altas expectativas y la exigente capacitación clínica crearon un entorno de intensa presión y estrés constante. También extrajeron que la naturaleza exigente de la educación Veterinaria, junto con la carga emocional de cuidar a los pacientes y tratar con los clientes, exacerba estos factores estresantes. Además, “la atmósfera competitiva y el miedo al fracaso académico contribuyen aún más a los altos niveles de estrés experimentados por los estudiantes de Veterinaria”.
Por otro lado, las mujeres informaron niveles más altos de estrés, ansiedad y depresión en comparación con los hombres. Estos hallazgos sugieren, explican, que las estudiantes de Veterinaria que son mujeres pueden ser más vulnerables a los problemas de salud mental, posiblemente “debido a presiones sociales, estresores específicos de género y una mayor tendencia a internalizar el estrés”. Por ello, la necesidad de intervenciones específicas de género y sistemas de apoyo para abordar estas disparidades es para los autores, evidente.
El año académico también fue un condicionante de salud metal. Los estudiantes de mayores cursos exhibieron una mejor actitud y niveles más altos de satisfacción, así como estrategias de afrontamiento más saludables, lo que probablemente contribuyó a niveles más bajos de estrés percibido. Un factor que contribuye a los niveles más altos de estrés durante los años iniciales podría ser la nostalgia por el “cambio de vida” que supone comenzar los estudios universitarios. Los autores descubrieron que “la nostalgia era un predictor significativo de depresión entre los estudiantes de primer año”.
Como factores protectores, la revisión concluyó que el apoyo social y la calidad de las relaciones fueron cruciales para el bienestar mental, y los estudiantes en entornos de apoyo experimentaron menos estrés. Las estrategias de afrontamiento efectivas incluyeron ejercicio y actividades sociales; mientras que los comportamientos nocivos como el abuso de sustancias exacerbaron los problemas de salud mental.
A pesar de utilizar los servicios de salud mental, barreras como el estigma y la falta de concienciación obstaculizaron el acceso para algunos estudiantes. “Una proporción significativa de estudiantes de Veterinaria utilizó servicios de salud mental”, comentan los autores. Sobre las barreras comunes, indican que incluían el estigma asociado con los problemas de salud mental, la falta de tiempo y el conocimiento insuficiente de los recursos disponibles. En consecuencia, es fundamental “abordar estas barreras promoviendo la concienciación sobre la salud mental, reduciendo el estigma y garantizando servicios accesibles”.
Así, a modo de resumen, los autores concluyen que estos hallazgos subrayan la necesidad de contar con sistemas de apoyo específicos para mejorar la salud mental y la resiliencia de los estudiantes de Veterinaria. Las intervenciones para promover mecanismos de afrontamiento saludables, reducir el estigma y “mejorar el acceso a los recursos de salud mental son esenciales”. Por ello, instan a que las facultades de Veterinaria prioricen la creación de un entorno de apoyo para garantizar que los estudiantes puedan afrontar las exigencias de su profesión y, al mismo tiempo, mantener su salud mental y su bienestar.