Conocer la situación de la salud mental del estudiantado de la UCM es el objetivo que se ha marcado la Universidad Complutense de Madrid, además de poner sobre la mesa la importancia de las relaciones interpersonales de calidad como factor clave en el abordaje de la soledad no deseada y de la prevención de la conducta suicida. En el marco del Día de la Salud Mental, la universidad advierte que "es importante recordar que se trata, por un lado, de conocer cómo se sienten nuestros estudiantes, y por otro, aprovechar los recursos disponibles para desarrollar estrategias que promuevan el bienestar".
Respecto al primer objetivo, se ha realizado un estudio voluntario y anónimo en colaboración con la plataforma Campus inRecovery, dirigido por el catedrático de psiquiatría Gabriel Rubio, que ha permitido a la Universidad Complutense de Madrid disponer de un informe detallado sobre el estado de la salud mental y conductas de riesgo de su población estudiantil.
De la encuesta (un total de 14.192 respuestas) se desprende que un 27,32 % de los estudiantes declaran haber sufrido ansiedad grave; algo más del 50 % estrés y, 31,30 %, depresión. Las mujeres han sufrido ansiedad leve, moderada o grave en el 74 % de los casos. Los hombres en el 55,65 %.
En cuanto a consumo de sustancias, un 88,34 % declara haber consumido alcohol; un 45,41 % tabaco; un 42,24 % cannabis y el 25,74 % tranquilizantes. Además, los estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid pueden mejorar su relación con la alimentación. Tan solo un 27,63 % tiene pautas en este ámbito no emocionales. Cuando se les pregunta si tienen un uso problemático de pantallas, el 63,11 % indican que no hay riesgo; sin embargo, el 89,14 % afirma que tienen margen de mejora de sus fortalezas psicológicas.
Del estudio se desprende que, dentro del 20 % que más estigmatiza el suicidio, existe un 39 % de riesgo de ideación suicida, mientras que el 20 % que menos lo estigmatiza reducen este porcentaje hasta el 21,63 %. La ideación suicida puede estar relacionada con el uso excesivo de las redes sociales, la vulnerabilidad económica, las alteraciones del sueño (el 22 % de los estudiantes afirman haber padecido insomnio), el consumo de psicofármacos o los problemas de convivencia.
Respecto al segundo objetivo, desarrollar estrategias que promuevan el bienestar, a través de su Observatorio del Estudiante, la UCM ha concedido este año 6 proyectos enfocados en la mejora de la salud mental de su estudiantado (dirigidos tanto por profesores como por estudiantes).
Entre otras propuestas, se va a evaluar el efecto del teatro – además de otras disciplinas artísticas- y de las nuevas tecnologías, en la mejora del bienestar mental. También se van a formar estudiantes guardianes y dinamizadores de salud mental para fortalecer el respaldo comunitario y se va implementar un programa piloto para el incremento del bienestar de nuestros estudiantes de doctorado, uno de los colectivos con más riesgo de ansiedad y depresión.
Estudios de años anteriores han mostrado que la soledad no deseada está, en muchas ocasiones, detrás de todas las situaciones de riesgo, y, por eso, la Universidad Complutense de Madrid ha impulsado la creación de programas que favorezcan el cuidado comunitario, el autocuidado y la generación de cohesión social.
Lo importante es llegar a los estudiantes por todos medios disponibles y, para ello, hay que contar también con los profesores y las profesoras, que son quienes más horas comparten con ellos, resultando actores clave en la mejora de su salud mental.