La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en conjunto con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), reiteran su compromiso con el cuidado, protección y conservación de la fauna silvestre, y trabajan para garantizar que se siga resguardando la riqueza biodiversa del país.
Con relación a la inquietud que surgió sobre el trato a las especies de fauna que se están trasladando por las obras del Tren Maya en la región del sureste, la dependencia manifiesta lo siguiente:
La Profepa revisará que el prestador de servicios contratado por la empresa Tren Maya para el manejo de fauna cuente con todas las autorizaciones necesarias, y que se cumpla con la normatividad ambiental correspondiente que establece la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, y la Ley General de Vida Silvestre.
Es importante señalar que de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-032-SSA2-2010, se define a la fauna nociva como posibles reservorios de vectores y/o de agentes causantes de enfermedades, y no se considera en esta categoría al jaguar, al tapir o a especies de venados.
De igual forma, en las autorizaciones federales de Cambio de Uso de Suelo en Terrenos Forestales e Impacto Ambiental, emitidas por la Semarnat, para el desarrollo del Tren Maya, se establece como obligación la de implementar un Programa de Ahuyentamiento, Rescate y Reubicación de la Fauna Silvestre en las diferentes etapas. Dicho programa tiene como principal objeto la protección de la fauna silvestre, por lo que prohíbe expresamente la caza o maltrato de la fauna localizada en el área del proyecto, durante cualquier etapa de desarrollo.
A través de la Conanp se determinó la creación del Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Jaguar, en Quintana Roo, la cual cuenta con su respectivo programa de manejo, que permite conservar sus ecosistemas en buen estado y garantizar la conectividad del paisaje y hábitat de diversas especies importantes con la participación de ejidos, comunidades, instituciones públicas, académicas y organizaciones sociales.
El sector ambiental federal es empático con las preocupaciones de la ciudadanía, y refrenda su compromiso de atender el cuidado del medio ambiente para bienestar de las presentes y futuras generaciones, en seguimiento estricto a las políticas de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Por otro lado, la Conanp, en coordinación con el investigador Daniel Anderson y Pacific Eco-Logic, llevó a cabo una innovadora acción de conservación para el pelícano pardo (Pelecanus occidentalis). Durante el monitoreo anual de esta especie, llevado a cabo en el mes de mayo, se le colocó a un polluelo un rastreador satelital The Wildlife Tracking System (Motus).
El monitoreo del pelícano pardo se lleva a cabo en los archipiélagos de Las Encantadas, Ángel de la Guarda, Bahía de los Ángeles y San Lorenzo. Este trabajo es crucial para evaluar el estado de su población en la región, ya que permite recolectar datos esenciales para su conservación.
Durante la temporada de reproducción, de abril a junio, se realiza un censo para estimar el número de nidos activos; parte de la metodología incluye la captura de 10 crías en cada isla monitoreada, se les toman datos morfométricos, muestras de sangre, y se les coloca un anillo de identificación. Este año, se instaló un dispositivo satelital Motus en uno de los ejemplares capturados en la isla San Luis Gonzaga, Baja California, un juvenil de seis a siete semanas de edad, y un peso de cuatro kilogramos.
Cuatro meses después, el dispositivo emitió una señal desde El Cardón, en la Laguna de San Ignacio, Baja California Sur, ubicada en la costa del pacífico mexicano. Este seguimiento permitió trazar la ruta migratoria del pelícano. En otros ejemplares marcados únicamente con anillos de plástico, se han reportado avistamientos en el condado de San Mateo, en California, EE. UU.
El uso del dispositivo representa un gran avance para la investigación de esta especie, y es vital para comprender los cambios en sus patrones migratorios e implementar medidas de conservación más efectivas.
La primera fase de este proyecto inició en 2022-2023 con la colocación de bandas electrónicas en pelícanos rehabilitados en California, EE. UU. Para la segunda, se realizó esta colaboración con la Conanp para el marcaje de un polluelo, en las Islas del Golfo de California.
Esto no habría sido posible sin el financiamiento de U.C. Davis Oiled Wildlife Care Network, Pacific Eco-Logic, Pelican Science y la Sociedad Audubon de Pasadena, lo cual subraya la importancia de los esfuerzos conjuntos para la protección de especies migratorias como el pelícano pardo.
Esta especie, sujeta a protección especial según la NOM-059-SEMARNAT-2010, tiene una temporada reproductiva que se extiende de abril a junio en las Islas del Golfo de California. Las parejas suelen poner un solo huevo, cuya incubación dura entre 28 y 30 días. Tras la eclosión, los polluelos tardan entre dos y tres meses en realizar su primer vuelo.
Este proyecto no solo permite generar conocimiento científico, también fortalece las estrategias de conservación para garantizar la supervivencia de la fauna marina a largo plazo.