La incidencia de hipoalbuminemia en gatos encontrada en un nuevo estudio contradice la creencia de larga data de que la hipoalbuminemia felina es poco común, con una incidencia mayor que las tasas informadas previamente en perros.
Un nuevo estudio, realizado por investigadores de la Royal (Dick) School of Veterinary Studies y publicado en el Journal of the Small Animal Practice, exploró la incidencia de la hipoalbuminemia felina y sus categorías de enfermedad y patoetiologías de presentación en 1.632 gatos.
La hipoalbuminemia se desarrolla como resultado de numerosos procesos patológicos y las complicaciones asociadas incluyen una cicatrización deficiente de las heridas y un aumento de la morbilidad y la mortalidad del paciente. Si bien se han realizado numerosos estudios sobre la hipoalbuminemia canina, faltan investigaciones que investiguen la hipoalbuminemia en los gatos y no está claro su papel como proteína de fase aguda ni su valor pronóstico en las enfermedades felinas.
La incidencia de hipoalbuminemia en la población estudiada fue del 32,7 %, lo que desafía la opinión de que la hipoalbuminemia felina es poco común. Las enfermedades gastrointestinales, específicamente la neoplasia gastrointestinal, se asociaron con mayor frecuencia a la hipoalbuminemia.
Las afecciones neoplásicas e inflamatorias fueron también etiologías patogénicas comunes observadas. Asimismo, los gatos con hipoalbuminemia moderada a grave tuvieron un período de hospitalización estadísticamente significativamente más largo, coste del tratamiento y mayores probabilidades de muerte.
Si bien deben tenerse en cuenta las limitaciones de un estudio retrospectivo, los datos sugieren que la enteropatía perdedora de proteínas puede ser más común en los gatos de lo que se creía anteriormente. Este estudio también respalda la albúmina como proteína de fase aguda negativa felina, y que la hipoalbuminemia se asocia frecuentemente con la enfermedad inflamatoria. Además, se descubrió que la gravedad de la hipoalbuminemia era un indicador pronóstico, lo que sugiere que, al igual que en los perros, la albúmina podría incorporarse a los sistemas de puntuación pronóstica felinos.
La Dra. Karen Fong, autora principal del estudio, afirmó que “esperamos que este estudio impulse el diálogo en torno al tema de la hipoalbuminemia felina y dé pie a futuras investigaciones. También alentamos a nuestros colegas en la práctica a considerar la importancia clínica de la albúmina baja en los gatos, especialmente cuando hay signos gastrointestinales presentes”.