A lo largo de 2024 se han detectado 15,600 casos y 537 muertes relacionadas con un brote de mpox –conocida anteriormente como viruela símica– en diversos países del continente africano. Ante ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió emitir una declaratoria de emergencia de salud pública de importancia internacional.
“La aparición de un nuevo clado del virus de la mpox, su rápida propagación en el este de la República Democrática del Congo (RDC) y la notificación de casos en varios países vecinos son noticias muy preocupantes. Además de los brotes de otros clados de este virus en dicha región y otras naciones de África, es evidente que se necesita una respuesta internacional coordinada para detener estos brotes y salvar vidas”, señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, en un comunicado.
Sin embargo, a pesar de la alerta internacional, en México la situación está bajo control y no hay señales de alarma por el momento. Así lo aseguró Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y vocero del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE):
“Primero debemos entender que de momento no hay ningún indicador de que mpox sea un problema en México; que existe un sistema para vigilar y detectar la introducción del virus al país. Esperemos que en caso de que llegue el clado 1b se detecte y se pueda actuar de forma inmediata”.
Respecto a la enfermedad, el especialista universitario resaltó que “se contagia por el contacto directo estrecho. Tiene que existir tocamiento de la piel o mucosas con líquidos corporales (como saliva y semen) o con las lesiones que ocasiona mpox. Especialmente si la piel está lastimada o con pequeñas lesiones, ahí puede haber mayor facilidad para la entrada del virus”.
NUEVA CEPA
El anterior brote de mpox, ante el cual la OMS también lanzó una alerta, se dio en el año 2022 y, según Tedros Adhanom Ghebreyesus de la OMS, “no recibió la atención que se merecía en África, donde se originó”.
La nueva cepa (clado 1b) apareció el año pasado y se propagó rápidamente por la RDC. “En el último mes se han notificado más de cien casos confirmados por laboratorio en cuatro países vecinos de esa nación que no habían notificado antes contagios de mpox: Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda. Los expertos creen que el número real de casos es mayor, ya que no se han hecho pruebas a una gran proporción de infectados clínicamente compatibles”, afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Una de sus características principales que se ha observado hasta ahora “es que la mayoría de los casos en México y el mundo tiene un patrón de transmisión sexual, y en personas de las comunidades de la diversidad sexual, por lo que no es un riesgo generalizado por el momento”, subrayó Mauricio Rodríguez Álvarez.
Recomendó que “si alguien tiene sospecha de estar contagiado por esta enfermedad, debe de acudir a los servicios de salud especializados, de preferencia institucionales. Si se presentan lesiones en la piel (‘ronchas’ o lesiones que nunca antes se hayan tenido), lo mejor es no tocarlas y acudir a los servicios médicos institucionales. No vayan a un lugar que no tenga experiencia, debemos tener las precauciones de contacto generales para evitar la transmisión”.
DEBEMOS LLAMARLA POR SU NOMBRE
“El nombre sí importa”, enfatizó Mauricio Rodríguez Álvarez, académico de la Facultad de Medicina, e hizo un llamado al público en general para evitar referirse al mpox como viruela del mono.
El especialista afirmó que “el ejemplo del mpox ilustra claramente cómo la denominación de una enfermedad puede tener implicaciones de discriminación y ataque a grupos vulnerables o a las personas que la padecen, lo que limita su acceso al diagnóstico”, aclaró.
“Inicialmente se le llamó viruela símica o del mono porque desde hace muchos años se relacionaba con la transmisión a través del contacto con esos animales en algunas regiones de África. Pero al inicio del brote en 2022 se notó que había mucha discriminación hacia quienes la padecían, porque precisamente no se entendía si era un mal de los monos, si tenía algo que ver con ellos o si causaba algún problema por eso”, añadió.
Ante la situación, explicó Rodríguez Álvarez, la Organización Mundial de la Salud decidió que su nombre oficial es mpox (“aunque parezca un nombre técnico difícil de pronunciar”), y es así como debe ser referida.
“Cuando la denominación de la enfermedad hace referencia a una ciudad, una característica física, un animal o alguna situación de conducta, es más probable que haya discriminación y estigmatización”, puntualizó.