La ubicación y el grado de colapso traqueal en perros no se relaciona con la gravedad de la tos

El colapso traqueal (CT) es una causa común de tos crónica en perros, que se caracteriza por el aplanamiento dorsoventral de los anillos traqueales y laxitud de la membrana traqueal dorsal. Estudios previos indican que el colapso traqueal afecta predominantemente a perros miniatura, toy y de razas pequeñas, como Yorkshire Terriers, Pomeranians, Pugs, Poodles y Chihuahuas, con raras ocurrencias en perros y gatos de razas grandes. La mayoría de los perros afectados eran de mediana edad o mayores, sin predilección sexual significativa. Las anomalías primarias o congénitas en el cartílago traqueal y los factores secundarios que exacerban los signos clínicos pueden ser factores etiológicos clave, particularmente en razas pequeñas.

La fisiopatología de la tos en perros con colapso traqueal es multifactorial y poco conocida, y algunos perros permanecen asintomáticos hasta que alcanzan una edad avanzada. Los desencadenantes secundarios de los síntomas clínicos incluyen irritantes de las vías respiratorias, bronquitis crónica, infecciones respiratorias, intubación endotraqueal, parálisis laríngea, obesidad y cambios en la fibra elástica de la membrana traqueal dorsal y el ligamento anular.

Una vez que comienza la tos, el colapso dinámico de las vías respiratorias puede provocar una inflamación crónica de la mucosa traqueal, agravando aún más la tos. La gravedad de la CT está determinada por la extensión de la reducción del diámetro luminal en la región afectada. En humanos, el estándar de oro para diagnosticar el colapso de las vías respiratorias o traqueobroncomalacia (TBM) es la broncoscopia flexible. De manera similar, la broncoscopia es una valiosa herramienta de diagnóstico para el colapso de las vías respiratorias en perros. Sin embargo, debido a que la broncoscopia requiere anestesia, limita la evaluación de los cambios en las vías respiratorias durante la tos.

Por el contrario, la fluoroscopia es una técnica de imágenes dinámica que puede evaluar múltiples regiones de colapso durante todas las fases de la respiración, incluida la tos. Los estudios han demostrado que los hallazgos fluoroscópicos durante la tos se correlacionan en un 87-100 % con el colapso de las vías respiratorias identificado por broncoscopia. Por lo tanto, se necesitan más estudios para investigar la correlación entre el grado de colapso en la fluoroscopia y los síntomas clínicos en perros con colapso traqueal.

CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS DE LOS PERROS DE RAZAS PEQUEÑAS CON COLAPSO TRAQUEAL

Está bien establecido que la incidencia de CT es mayor en razas pequeñas. Sin embargo, ningún estudio ha comparado específicamente las características de colapso traqueal entre diferentes perros de razas pequeñas. Por lo tanto, un realizado en Corea del Sur estudio tuvo como objetivo investigar las características clínicas de los perros de razas pequeñas con CT y determinar si la clasificación fluoroscópica se correlaciona con la gravedad de la tos.

La población de estudio comprendió 110 perros, incluidos 65 machos (63 castrados y 2 intactos) y 45 hembras (43 esterilizadas y 2 intactas). La media ± de edad, peso corporal y condición corporal fueron 11,37 ± 3,26, 4,68 ± 1,92 kg y 5,44 ± 1,32, respectivamente.

En total, se detectó colapso traqueal en las regiones cervical (55 perros, 50,0 %), entrada torácica (106 perros, 96,3 %), intratorácica (103 perros, 93,6 %) y carinal (108 perros, 98,1 %). “Entre las cuatro razas principales (maltés, pomerania, caniche y chihuahua), el colapso más severo se observó en la región carinal”.

Aunque se evaluaron múltiples localizaciones mediante fluoroscopia, los autores comentan que, curiosamente, “ni la localización anatómica ni el grado de colapso observado se correlacionaron con la gravedad de la tos”. Este hallazgo “contradice la hipótesis de que la reducción del diámetro traqueal debido a la tos crónica aumentaría la resistencia de las vías respiratorias, exacerbando así la tos”. En consecuencia, sugieren que las alteraciones anatómicas traqueales no están fuertemente asociadas con la gravedad de la tos. La etiología de la tos es compleja y multifactorial, y abarca la irritación de la mucosa, la inflamación y el flujo de aire turbulento resultante del estrechamiento traqueal. Por lo tanto, “se justifican más estudios para dilucidar los factores que precipitan la tos en pacientes con tos crónica”.

LA TOS MEJORÓ CON LA REDUCCIÓN DE PESO Y LA FARMACOTERAPIA

Por otro lado, comentan que en la mayoría de los casos (86,6 %), la tos crónica mejoró con la reducción de peso, los cambios ambientales y la farmacoterapia. Después del tratamiento, tanto la frecuencia como el momento de los episodios de tos mostraron una mejoría estadísticamente significativa. Sin embargo, “el número de medicamentos prescritos no se correlacionó con el grado de mejoría”. Los tipos de medicamentos recetados incluyeron broncodilatadores, antiinflamatorios y antitusivos con dosis máximas y mínimas.

En los perros con CT, la tos se produce principalmente durante situaciones de excitación, así como durante la comida y la bebida. Esto se debe a que el acto de tragar alimentos puede estimular las vías respiratorias e inducir la tos. Por lo tanto, en este estudio, “la tos mientras se come y la tos, independientemente de la situación, recibieron puntuaciones diferentes al evaluar la gravedad de la tos”, matizaron los investigadores

Entre los 26 perros a los que no se les recetó medicación para los síntomas de tos leve, solo dos perros perdieron >2% de su peso corporal 4-6 semanas después del diagnóstico; y ambos perros mostraron signos clínicos mejorados. “A pesar de que la reducción de peso es un tratamiento crucial para la tos torácica, la mayoría de los propietarios encuentran difícil lograr la reducción de peso en sus mascotas”, lamentan. En consecuencia, consideran necesario realizar más investigaciones para investigar la relación entre la reducción de peso a largo plazo y la mejora de los síntomas de tos.

En conclusión, los autores consideran que el colapso de traquea debe considerarse en el diagnóstico diferencial de la tos crónica en perros de razas pequeñas. Los perros más pequeños, mayores y obesos tienen un mayor riesgo de tos crónica. “Contrariamente a nuestras expectativas, la clasificación fluoroscópica durante la tos mostró una correlación deficiente con la gravedad de la tos”. En consecuencia, sugieren que se necesitan más estudios para identificar los factores que contribuyen a la tos crónica en perros con tos crónica.