Gripe aviar en bovinos: ¿Cuáles son las preocupaciones en torno al nuevo virus de la influenza bovina H5N1?

La presencia confirmada de gripe aviar en ganado lechero estadounidense en un informe del 25 de marzo del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA), y un caso en Texas donde una persona que trabajaba con ganado resultó infectada, ha puesto a los expertos en salud pública canadienses en alerta máxima.

Pero, ¿qué es la gripe aviar y qué se sabe sobre la gripe tanto en aves como en ganado vacuno?

La gripe aviar se refiere a la infección causada por los virus de la influenza aviar tipo A. En la naturaleza, los virus de la influenza generalmente se propagan entre aves acuáticas migratorias, como patos y gansos. Dentro de las especies de aves, las aves domésticas son muy susceptibles a la infección por los virus de la influenza aviar tipo A, incluido el H5N1.

Canadá se encuentra en medio de un brote del virus de la influenza aviar H5N1, y se estima que hasta la fecha más de 11 millones de aves de corral domésticas han sido afectadas y sacrificadas. De hecho, una de las principales preocupaciones para la cadena de suministro avícola canadiense es la pérdida financiera resultante del sacrificio de aves.

Este virus es muy contagioso entre las aves de corral domésticas y puede propagarse a toda una parvada en cuestión de días. La ruta más común de transmisión de un ave infectada a un ave no vacunada es a través del contacto físico directo o el contacto con superficies contaminadas con virus con fluidos corporales como moco oral y heces.

GRIPE AVIAR EN MAMÍFEROS

Las especies no aviares, como los mamíferos, también pueden infectarse con el virus H5N1. En Canadá, se han notificado casos esporádicos de mamíferos infectados con la gripe aviar: mapaches, zorros rojos, gatos y perros.

En marzo de 2024, varios informes del USDA, la Administración de Alimentos y Medicamentos y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirmaron la presencia de H5N1 en ganado lechero en ocho estados, de los cuales Idaho, Ohio y Michigan son los estados más al norte. fronterizo con Canadá.

Aunque no se conocen informes que indiquen que la cepa bovina actual haya llegado a Canadá, no hay duda de que se está acercando demasiado. A partir del 27 de marzo de 2024, la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos estableció varias zonas de control primario en Alberta para prevenir la propagación del H5N1.

El emergente virus bovino H5N1 es una novedad para la industria ganadera, columna vertebral de la industria alimentaria y agrícola canadiense. La estrecha relación ambiental entre humanos y ganado parecería hacer que ambas especies sean más vulnerables a la transmisión de la influenza, pero ese no es el caso.

Curiosamente, sólo se han documentado unos pocos casos de transmisión de la gripe del ganado al ser humano. Por el contrario, los cerdos son el principal recipiente de mezcla de los virus de la influenza aviar A, como lo ejemplificó la pandemia de gripe porcina H1N1 de 2009. El virus porcino H1N1 de 2009 fue un evento de mezcla que condujo a la adaptación de los mamíferos, un proceso que no es sencillo en ningún huésped intermediario. Un evento de mezcla natural en cerdos resultaría del intercambio de material genético después de una coinfección con un virus de influenza aviar y humano.

Sin embargo, en el escenario actual, la cepa bovina emergente H5N1 que ha infectado al ganado lechero estadounidense ha sufrido una adaptación específica en una enzima llamada polimerasa. Los cambios en esta enzima viral son preocupantes, ya que podrían permitir una adaptación más rápida y tal vez incluso favorecer la transmisión de ganado a ganado.

Esto plantea numerosas preguntas cuyas respuestas aún no están claras. Entre ellas, las preguntas clave son:

¿Cómo se infecta el ganado lechero?

¿La transmisión viral es de ganado infectado a ganado no infectado o por contacto estrictamente directo con superficies contaminadas o aves infectadas?

¿Es el ganado vacuno relevante como intermediario en la cadena de transmisión de virus de influenza tipo A, como el H5N1, de las aves de corral al ganado vacuno, y que eventualmente infecta a los humanos?

Las respuestas respaldarán nuevas regulaciones para controlar la propagación del H5N1 en el ganado lechero y en otras granjas, aves, mamíferos y humanos. La mayor preocupación sería si este virus ha entrado en la industria porcina.

¿EXISTEN VACUNAS CONTRA EL H5N1 PARA HUMANOS Y GANADO?

Según un informe de los CDC, la cepa viral H5N1 que infectó a un humano en Texas está estrechamente relacionada con dos vacunas candidatas. También es reconfortante saber que la Organización Mundial de la Salud mantiene una lista de vacunas candidatas que podrían producirse en masa contra los virus de la influenza H5N1. De hecho, algunos países mantienen una pequeña reserva de dosis de vacuna contra el H5N1, en caso de que fuera necesario vacunar a poblaciones en riesgo.

Hasta que se produzca un brote de este tipo en el que sea necesario vacunar a las personas contra el H5N1, el gobierno canadiense tiene una lista de medidas preventivas que las personas pueden tomar.

El público debe mantener la distancia y evitar el contacto directo con aves silvestres que parezcan enfermas o hayan muerto. Las personas también deben evitar tocar superficies donde pueda haber excrementos de pájaros.

En cuanto a las especies ganaderas, tanto el gobierno estadounidense como el canadiense se han mostrado reacios a aprobar el uso de vacunas en la industria avícola. La estrategia contra la influenza aviar ha sido la erradicación, y no la vacunación, mediante el sacrificio de todos los pollos infectados y afectados. Si bien ha logrado evitar que el virus se vuelva endémico, puede que no sea económicamente sostenible dado que se prevé que se produzcan brotes de H5N1 anualmente.

A raíz de esta noticia sin precedentes, es necesario dirigir esfuerzos para estudiar la transmisión de la influenza aviar de las aves de corral al ganado vacuno. Se espera que estos esfuerzos proactivos generen los datos necesarios para establecer un marco de toma de decisiones para salvaguardar nuestra industria ganadera y proteger la salud humana.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.