La Asociación Estadounidense de Practicantes Bovinos se ha manifestado para expresar que la influenza aviar altamente patógena (IAAP) en ganado bovino no debería denominarse de esta manera, ya que existen diferencias en cómo afecta a aves y a ganado.
"Debido a que esta infección en el ganado no es igual a la gripe aviar altamente patógena, después de una consideración y discusión reflexiva con muchos expertos, la AABP ahora se referirá a esta como virus de la influenza A de bovino (BIAV, por sus siglas en inglés), que lo describe con mayor precisión", explican desde la organización.
En este sentido, comentan que "este virus causa gripe aviar altamente patógena en aves; sin embargo, los síndromes de la enfermedad en el ganado no causan alta morbilidad ni mortalidad como en la aves", razón por la que creen que deberían denominarse de forma distinta.
Asimismo, piden que las organizaciones, departamentos de salud animal, laboratorios de diagnóstico y agencias estatales y federales del país, usen este nombre "para que podamos ser consistentes con nuestro mensaje y podamos distinguir mejor el síndrome de la enfermedad en el ganado de la patogénesis en las aves”.
Con respecto a esto, advierten que “es importante que el público entienda la diferencia para mantener la confianza en la seguridad y accesibilidad de la carne de vacuno y los productos lácteos para los consumidores”.
RESTRICCIONES DE IMPORTACIONES
Según los últimos datos del 9 de abril, EEUU ya había confirmado la detección de varios casos positivos de la cepa H5N1 en nueve rebaños lecheros en Texas, tres en Kansas, dos en Nuevo México y uno en Idaho, Michigan y Ohio, respectivamente.
Desde entonces, 17 estados de EEUU han restringido las importaciones de ganado procedentes de estos estados en los que el virus ha infectado a las vacas lecheras. Además, aunque las autoridades no han emitido órdenes de cuarentena por lo pronto, han recomendado “minimizar el movimiento de ganado tanto como sea posible, con especial atención a evaluar el riesgo y tenerlo en cuenta en las decisiones de movimiento”.
Y, en caso de que sea necesario trasladar el ganado, aconsejan que los productores, los veterinarios y los funcionarios de salud animal actúen con “extrema diligencia” para garantizar que solo se traslade ganado sano y garantizar la validez de los certificados sanitarios interestatales.