La brucelosis canina es una infección producida por un cocobacilo gramnegativo llamado Brucella canis y, aunque rara vez se presentan casos en humanos, supone un peligro potencial a nivel zoonótico.
Las principales fuentes de infección son los fluidos vaginales de las perras infectadas, la orina, sangre o la saliva. Las vías de entrada son venéreas, oro nasal, así como a través de la mucosa conjuntiva. Los síntomas más significativos son abortos tardíos en perras, epididimitis en machos e infertilidad en ambos sexos. También produce linfadenitis generalizada, y uveítis.
Además, es uno de los muchos patógenos responsables de la discoespondilitis en perros y las infecciones requieren un tratamiento específico.
EXPOSICIÓN A BRUCELLA EN PASAJEROS DE UN AVIÓN
Un informe realizado en EE UU ha documentado la exposición de los pasajeros y la tripulación de un vuelo comercial internacional al patógeno zoonótico Brucella canis después de que un perro infectado abortara en la cabina de pasajeros del avión. Este caso demuestra los desafíos asociados con la detección de brucelosis y los riesgos que enfrentan el personal de las aerolíneas, los empleados del aeropuerto y los viajeros cuando se transportan animales con infecciones zoonóticas no reconocidas.
La investigación fue realizada por los Centros para el Control de Enfermedades, el Departamento de Salud de Illinois y el Departamento de Agricultura de Illinois, en colaboración con una clínica veterinaria local y varios laboratorios de diagnóstico académicos y federales. Incluyó una evaluación diagnóstica extensa de la madre y de los fetos abortados para confirmar un diagnóstico de brucelosis canina.
Los pasajeros, el personal de la aerolínea y el personal de la clínica veterinaria donde fueron tratados los perros se sometieron a evaluaciones de riesgo, y el personal de la clínica también recibió orientación detallada sobre las prácticas de prevención de infecciones.
Ante el accidente ocurrido, han recomendado que los refugios de animales y los programas de cría realicen exámenes de rutina a los perros para detectar brucelosis, pero no es inusual que los animales domésticos o importados tengan antecedentes de salud desconocidos, incluido el estado de brucelosis del perro, en el momento de la compra, adopción o realojamiento.
En resumen, “este caso resalta la importancia de la detección de Brucella spp. en perros sexualmente intactos antes de la reproducción, compra o transporte nacional o internacional de los perros”. El transporte de perras preñadas “puede presentar una amenaza para la salud pública no reconocida previamente, además de contribuir a un estrés innecesario y riesgos para la salud de los animales gestantes”.
SITUACIÓN EN EUROPA
Aunque se sabe poco sobre la situación epidemiológica en Europa, se considera una enfermedad emergente. En un estudio sobre la prevalencia de la enfermedad en perros de distintas regiones de Europa, como Italia, España, Francia o Dinamarca, se identificó anticuerpos de Brucella canis en el 5,4 % de las muestras enviadas (150 / 2764).
Por otra parte, el 3,7 % (61 / 1.657) de las muestras obtenidas para la detección de la bacteria mediante PCR fue positivo. Además, el 11,1 % de las muestras positivas analizadas procedían de España.
Paula Boyden, directora veterinaria de la organización benéfica Dogs Trust, apuntaba, como recogía Diario Veterinario, al aumento de importación de animales de distintos países como una de las causas del incremento de la incidencia de esta enfermedad.
Boyden explicaba que los perros importados de Rumanía se han destacado como una preocupación particular. No obstante “Brucella canis está presente en otros Estados miembros de la UE, por lo que debe tenerse en cuenta el estatus de Brucella canis de los perros importados de países distintos de Rumanía”.