La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es una gran amenaza para la salud animal y humana en todo el mundo; en consecuencia, se han implementado varios programas de vigilancia de RAM a nivel internacional tanto en medicina humana como veterinaria, incluidas bacterias indicadoras como Escherichia coli.
Ha habido informes de niveles crecientes de resistencia antimicrobiana en cepas de E. coli aisladas de perros en todo el mundo, pero muchos países no suelen incluir a los animales de compañía en estos programas de vigilancia.
En Chile existe poca información disponible sobre RAM en E. coli aislada de animales de compañía, lo que impide establecer medidas objetivas de prevención y control. Por esta razón, el objetivo de un estudio realizado en el propio país fue caracterizar la RAM de cepas de E. coli aisladas de perros domésticos sanos.
Para este propósito, se realizó un muestreo obteniendo datos de 600 perros sanos. Estas muestras se procesaron utilizando técnicas moleculares y bacteriológicas tradicionales para aislar cepas de E. coli. Los autores evaluaron la concentración inhibitoria mínima de 17 antimicrobianos y realizaron una búsqueda de seis genes de resistencia a los antimicrobianos.
Se recuperaron 224 cepas de E. coli y el 96,9 % (n=217) mostró resistencia a al menos un fármaco y solo el 3,1 % (n=7) fue sensible a todos los antimicrobianos analizados.
La mayoría de las cepas fueron resistentes a la cefalexina (91,5 %, n=205), seguida de ampicilina y cefpodoxima. Además, el 34,4 % (n=77) fue multirresistente. En cuanto a los genes RAM, el más detectado fue qnrB, seguido de blaCTX-M y blaTEM-1.
Ante los resultados de la investigación, los autores consideran “las cepas de E. coli aisladas de perros domésticos sanos exhiben resistencia a varios medicamentos relevantes y también genes de resistencia a los antimicrobianos considerados críticos para la salud humana”.
Estos datos “pueden utilizarse como punto de partida para la prevención y el control de la resistencia a los antimicrobianos de los animales de compañía. Estos antecedentes deben tenerse en cuenta al formular futuros programas de vigilancia de la resistencia o planes de control en los que se deban incluir animales de compañía”, añaden.