Estimar la distribución espacio-temporal de las diferentes especies de mosquitos vectores de enfermedades y el riesgo asociado de infección por arbovirus es fundamental para diseñar acciones de prevención adecuadas y reducir el riesgo de transmisión de estos patógenos, tanto en zonas endémicas donde los virus circulan desde hace algún tiempo y en áreas con riesgo de introducción.
En un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista Lancet Planetary Earth, se cuantificó con un detalle de resolución espacio-temporal sin precedentes, la abundancia de mosquitos Aedes y el potencial de transmisión local de los virus del dengue, Zika y chikungunya.
Mediante un modelo computacional se cuantificó la abundancia diaria de Aedes albopictus (mosquito tigre) y Aedes aegypti, considerando los parámetros biológicos de las dos especies y datos ambientales, como temperatura y precipitación.
El enfoque de modelado se basa en dos supuestos principales. La primera suposición es que la densidad relativa de las especies de Aedes en diferentes regiones es proporcional a su idoneidad climática, que modelaron según la temperatura y la precipitación. El segundo supuesto considera que las variaciones estacionales en la abundancia del mosquito Aedes dependen de la persistencia de condiciones de temperatura favorables en el tiempo.
El modelo se calibró teniendo en cuenta los datos de seguimiento de mosquitos realizados en 115 lugares de Europa y América entre 2007 y 2018.
ESTIMACIONES EN EUROPA
Las estimaciones de los modelos indican que el riesgo de transmisión de estos arbovirus es alto en áreas endémicas de América Central y del Sur y no despreciable en el sur de Estados Unidos (Florida, Texas, Arizona). La presencia de Ae. albopictus en áreas tropicales y templadas podría contribuir al surgimiento de brotes de chikungunya y grupos de casos autóctonos de dengue en áreas templadas de América y la Europa mediterránea, particularmente en Italia, el sur de Francia y España.
Fuera de las áreas tropicales y subtropicales, la abundancia de ambas especies mostró un fuerte patrón estacional. En Europa concretamente, los científicos pudieron estimar que la mayor abundancia de A albopictus se produjo entre julio y octubre, con un máximo aproximado de más de 500 hembras adultas de mosquitos por hectárea en varias zonas de Italia, España, el sur de Francia y las zonas costeras de los países balcánicos.
Asimismo, en la mayor parte de Europa, se calculó que el riesgo epidémico duraría menos de seis meses para cualquier infección por arbovirus considerada, con un riesgo moderado de brotes de chikungunya en Italia, España, Francia y los países balcánicos. Se asignaron riesgos no despreciables para el virus del dengue a lo largo de la costa mediterránea de estos países durante agosto; pero no se estimó ningún riesgo significativo de transmisión del Zika.
Finalmente, “las áreas de Italia, Francia y España donde se notificaron grupos de casos autóctonos de virus del dengue y chikungunya en la última década estaban entre aquellos que identificamos como con mayor riesgo de transmisión en Europa”.
En este sentido, la dominancia estimada de A. aegypti en la transmisión de infecciones por arbovirus, según explican, confirma hallazgos anteriores que sugieren que “esta especie podría causar más del 90 % del riesgo de brotes del virus Zika en áreas tropicales”.
Igualmente, se descubrió que las tendencias climáticas actuales aumentarían notablemente la dispersión potencial de ambas especies entre 2020 y 2040, especialmente en Europa y Estados Unidos.
CUANTIFICACIÓN EN TIEMPO REAL
Los autores han explicado que “este análisis representa, hasta donde sabemos, el primer intento de cuantificar la abundancia absoluta de A albopictus y A aegypti, y el consiguiente potencial de transmisión de infecciones por arbovirus transmitidas por Aedes a escala continental, manteniendo al mismo tiempo un alto resolución espaciotemporal”.
Además, han matizado que “nuestro enfoque de modelado representa un avance importante en comparación con los métodos actuales porque puede usarse para cuantificar, casi en tiempo real, la abundancia de mosquitos y los riesgos epidémicos relacionados en áreas donde los datos entomológicos son escasos o no están disponibles, basándose en información disponible gratuitamente, como los datos sobre la temperatura local y la precipitación”.
No obstante, “se podrían utilizar datos entomológicos adicionales para ampliar el marco desarrollado para estudiar otros continentes, especies de mosquitos y enfermedades transmitidas por mosquitos”.
En resumen, “nuestras estimaciones podrían guiar esfuerzos futuros de modelización e investigaciones epidemiológicas, así como apoyar a las autoridades de salud pública en la planificación de la asignación de recursos para actividades de vigilancia entomológica y epidemiológica, campañas de información y medidas preventivas”.