La compañía Virbac, dedicada exclusivamente a la salud animal a nivel mundial, confirmó sus perspectivas para 2023, después de registrar una caída de sus resultados en el primer semestre, en un contexto de caída de las ventas y aumento de las inversiones en I+D.
Durante los primeros seis meses del año, el beneficio neto del grupo se situó en 74,8 millones de euros, frente a los 77,5 millones de euros del mismo periodo del año anterior.
Según las áreas geográficas, la dinámica global contrasta con la de Europa, donde la actividad aumentó un +2,7 % a tipos de cambio constantes, principalmente gracias a la contribución de Francia y los países de la zona de Europa Sur y a pesar de la caída de las ventas de vacunas para perros y gatos, “debido a limitaciones temporales en nuestras capacidades de producción en el primer semestre”.
El resultado operativo corriente antes de la depreciación de los activos resultantes de adquisiciones (Ebit ajustado) se situó en 109,9 millones de euros, cifra inferior a la del primer semestre de 2022 (117,4 millones de euros), es decir, una caída de 1 punto en el ratio “ingresos de explotación corrientes antes de depreciación de activos resultantes de adquisiciones” sobre el “volumen de negocios” que se sitúa en 18,0 %.
Esta erosión se explica principalmente “por un aumento de nuestros gastos de I+D (+6,4 millones de euros o +1,0 punto en comparación al volumen de negocios) en relación con nuestras comunicaciones anteriores relacionadas con nuestro deseo de acelerar nuestras inversiones en esta área”, explican desde la compañía.
La facturación se situó en 610,5 millones de euros en el primer semestre, frente a los 616,4 millones de euros de 2022, una variación global del -1,0 %. El volumen de negocios se mantiene estable en el +0,4 %, “influenciado favorablemente por los aumentos de precios (efecto estimado en torno al +5 %) que compensan la caída de los volúmenes ya observada y que refleja la tendencia del mercado de la salud animal observada desde hace casi doce meses”.
Este margen Ebit ajustado corresponde a la relación entre el resultado operativo corriente antes de la amortización de los activos resultantes de adquisiciones y la facturación a tipos de cambio constantes.
En cuanto a las perspectivas, “confirmamos nuestras previsiones revisadas con un crecimiento de los ingresos a tasas constantes y un alcance esperado en un rango entre el 0 % y el 4 % y un ratio de “ingresos operativos corrientes antes de depreciación”, a la “facturación” que debería consolidarse entre el 12 % y el 13 % a tipos de cambio constantes”.