Las enfermedades infecciosas emergentes son una amenaza importante para la salud humana y animal, y las enfermedades zoonóticas tienen importantes impactos socioeconómicos, amenazando el desarrollo de los países y las economías mundiales.
El número de brotes notificados de virus de la influenza aviar y otras enfermedades infecciosas emergentes ha aumentado en las últimas décadas en Europa. Los virus de la influenza A de la familia Orthomyxoviridae son los únicos ortomixovirus que se sabe que afectan naturalmente a las aves. Aunque los eventos de contagio a los humanos son raros, las pandemias de gripe más mortíferas en la historia reciente de la humanidad han involucrado virus de origen aviar.
Estos virus se clasifican en dos categorías en relación con la capacidad del virus para producir enfermedad y mortalidad en las aves de corral: virus de la influenza aviar de baja patogenicidad (LPAIV) y virus de la influenza aviar altamente patógenos (HPAIV). Los LPAIV no causan signos de enfermedad o enfermedad leve. Sin embargo, los LPAIV en la vida silvestre pueden producir algunos impactos negativos en los ciclos de vida de los animales y la dinámica de la población (es decir, reducir su desempeño migratorio y de alimentación.
Los HPAIV causan enfermedades graves y altas tasas de mortalidad en las aves de corral. Si bien, los patos y otras aves acuáticas pueden infectarse sin signos de enfermedad.
Muchos reservorios de aves están asociados con hábitats acuáticos porque el virus puede transmitirse por vía fecal-oral y permanecer viable en el agua durante días o incluso períodos más largos dependiendo del pH, la salinidad y la temperatura. Los anseriformes (principalmente patos y gansos) y Charadriiformes (principalmente gaviotas) son los principales reservorios de estos virus.
Además de afectar la conservación de la vida silvestre y la biodiversidad, los HPAIV causan pérdidas económicas en las aves de corral y han sido el origen de virus zoonóticos que han originado importantes epidemias en humanos. Por estas razones, los virus de influenza aviar son el foco de los trabajos de vigilancia en todo el mundo. En la Unión Europea, la Directiva del Consejo 2005/94/CE exige que los Estados miembros de la UE realicen vigilancia de la influenza aviar. Desde 2018, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) tiene el mandato de recopilar, validar y resumir los datos recopilados por cada país miembro.
IMPORTANCIA DE LA VIGILANCIA Y DETECCIÓN TEMPRANA
La vigilancia y la detección temprana son necesarias para analizar posibles cambios en las especies hospedadoras y evaluaciones de riesgos, planificar respuestas adecuadas para reducir el impacto en las poblaciones animales y humanas, aumentar la concienciación e identificar áreas que deben priorizarse para la vigilancia.
Para estos, es importante detectar lo antes posible cantidades inusuales de aves silvestres enfermas o muertas. En este sentido, los datos sobre aves enfermas y muertas suelen proceder de redes sociales y de colaboración.
Este hecho es el resultado del creciente interés de la población por la conservación de la biodiversidad y la ciencia ciudadana, que ha generado plataformas que, aprovechando las nuevas tecnologías, recopilan una impresionante cantidad de información sobre la observación de la biodiversidad, y especialmente de las aves en todo el mundo.
En este aspecto, un estudio realizado en España, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se ha propuesto probar la utilidad de la información recopilada por una plataforma general para el monitoreo de la biodiversidad para la detección temprana de virus de influenza aviar en Europa. El objetivo de este estudio fue investigar la capacidad de las plataformas de monitoreo de la naturaleza y proponer posibles enfoques para aumentar su utilidad para la vigilancia de patógenos.
Para realizar el trabajo, los autores han recopilado datos ofrecidos por la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH), “una interfaz pública para extraer datos de salud animal validados oficialmente”. Además, otros informes de aves enfermas y muertas se recopilaron de la plataforma Observation.org, una de las plataformas más grandes donde los ciudadanos registran observaciones de ejemplares salvajes en todo el mundo, con muchos participantes en Europa.
“En Observation.org, los participantes pueden registrar si la observación pertenece a un individuo saludable, enfermo o muerto. Nos centramos en las observaciones de Anseriformes y Charadriiformes enfermos y muertos porque son los principales reservorios de influenza en la naturaleza”, han matizado los autores.
Para realizar la comparación, los investigadores se centraron en las observaciones de Anseriformes y Charadriiformes enfermos y muertos en Bélgica y los Países Bajos de 2016 a 2021.
PERIODOS DE BROTES DECLARADOS OFICIALMENTE
Durante el período estudiado, examinaron los cambios en la proporción de aves enfermas y muertas por cada mes o semana en los períodos en los que WOAH había informado de un brote. Para cada mes y semana del período de estudio, calcularon la proporción de aves enfermas y muertas como la relación entre "el número de aves enfermas y muertas" y "el número de observaciones reportadas".
Durante este período, 854.057 observadores en Bélgica y Países Bajos registraron 46.367.150 observaciones de Anseriformes y Charadriiformes, y 23.166 de las observaciones fueron de aves enfermas y muertas (43,49 % Anseriformes y 56,51 % Charadriiformes).
Los investigadores analizaron sobre estos datos si hubo una diferencia significativa en la proporción de aves enfermas y muertas por semana entre los períodos de brote y sin brote de 2016 a 2021.
Durante el período de 2016 a 2021, se notificaron oficialmente quince brotes de HPAIV en los Países Bajos y cinco en Bélgica. Los datos recopilados muestran que la proporción mensual más alta de aves enfermas y muertas reportadas por la plataforma del estudio se superpuso en el tiempo con los períodos de brotes de HPAIV reportados oficialmente en Bélgica y los Países Bajos.
Asimismo, hubo un aumento en la proporción de aves enfermas y muertas en enero-marzo de 2016 y enero-marzo de 2019, pero no se informó oficialmente ningún evento de HPAIV. Estos eventos de mayor mortalidad, comentan, pueden deberse a la circulación inadvertida de la gripe aviar, otras enfermedades infecciosas, envenenamiento o, más probablemente, olas de frío y/o tormentas marinas que generalmente se asocian con un aumento de las tasas de mortalidad aviar.
EFICACIA DE LA CIENCIA CIUDADANA
En resumen, en el estudio se ha podido demostrar que “los brotes de HPAIV declarados oficialmente se superponen con fuertes aumentos en la proporción de aves muertas y enfermas reportadas a Observation.org”.
Por lo tanto, los autores sugieren que estas plataformas “puede ser una herramienta útil para complementar los programas actuales de vigilancia del virus influenza al permitir la identificación de dónde y cuándo ocurren las anomalías de mortalidad de aves”.
Dichas plataformas “pueden proporcionar un sistema automático de alerta temprana mediante la implementación de algoritmos que identifican rápidamente anomalías de mortalidad y, en consecuencia, facilitan la detección, recolección y análisis de laboratorio de muestras para la detección de brotes de enfermedades infecciosas”.
En conclusión, “la ciencia ciudadana puede ser una herramienta efectiva para optimizar recursos en aquellas áreas donde los recursos disponibles para la recolección y análisis de muestras son más limitados al realizar observaciones directas en las áreas con mayor mortalidad de vida silvestre”.