Las enfermedades vectoriales son aquellas transmitidas por artrópodos, que actúan como vectores de distintos patógenos. El calentamiento y la globalización causan notables cambios que están afectando a las sociedades modernas, con un impacto negativo en la salud pública y la sanidad animal. El cambio climático puede tener un impacto en la propagación de las enfermedades transmitidas por vectores en los animales y afecta los desplazamientos de los animales, como es el caso de las migraciones de las aves y la trashumancia del ganado.
En este sentido, la garrapata Rhipicephalus microplus ha demostrado su capacidad para aumentar su distribución elevando espacialmente su importancia como vector de patógenos zoonóticos.
En un estudio realizado por investigadores mexicanos, se construyó un modelo de nicho ecológico global de R. microplus en diferentes escenarios, incorporando un conjunto de datos climáticos y desarrollo socioeconómicos de los países para determinar dónde podría establecerse la especie y, por lo tanto, afectar a la variabilidad en la presentación de las enfermedades que transmiten.
Los autores descubrieron que América, África y Oceanía mostraron mayor probabilidad de albergar una alta cantidad de ejemplares de R. microplus con respecto a países de Europa y Asia en el nicho ecológico para el período actual del 1970 al 2000, “pero con el cambio climático se incrementó el rango geográfico de la distribución de dichos vectores”.
Los autores consideran que “estos resultados permiten determinar cambios futuros en la distribución de las garrapatas según el aumento de la temperatura ambiental y el desarrollo socioeconómico influenciado por las actividades y tendencias del desarrollo humano”. Asimismo, “este trabajo explora la posibilidad de diseñar mapas integrales entre el vector y enfermedades específicas”, indican.