Una reciente investigación demuestra que los murciélagos vampiro, que actualmente sólo se encuentran en México y América Central y del Sur, están volando hacia el norte en busca de climas estables y, de hecho, podrían establecerse en Estados Unidos.
"Lo que encontramos fue que la distribución de los murciélagos vampiro se ha movido hacia el norte a lo largo del tiempo debido al cambio climático, lo que se ha correspondido con un aumento de los casos de rabia en muchos países de América Latina", comenta Paige Van de Vuurst, estudiante del Programa de Posgrado en Biología Traslacional, Medicina y Salud de Virginia Tech.
Esta investigación predice que Estados Unidos será un hogar viable para estos animales dentro de 27 años. Y es que los hallazgos concluyeron que, con el cambio de estacionalidad, los murciélagos vampiro han ampliado sus ubicaciones en busca de climas más estables y templados.
El equipo de investigación también encontró que esta ampliación podría estar relacionada con un contagio de la rabia. Los murciélagos vampiro son conocidos portadores de rabia, una enfermedad conocida por sus altas tasas de mortalidad y a menudo considerada como el patógeno más antiguo conocido por los humanos, que se remonta a 3.000 años.
América Latina está sintiendo actualmente el impacto de la rabia en la pérdida de ganado, lo que ha generado temor a medida que se expanden los patrones migratorios de los murciélagos. A raíz de esto, el equipo de este estudio se puso como objetivo viajar a Colombia para identificar y rastrear vigorosamente a los murciélagos y ayudar a contener la propagación a otros países.
"Colombia es un país megadiverso, lo que lo convierte en un laboratorio natural perfecto", explica Luis Escobar, profesor asistente en el Departamento de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de la Facultad de Recursos Naturales y Medio Ambiente. De hecho, el país se jacta de tener el mayor número de colibríes y murciélagos, lo que se atribuye a su clima tropical y su proximidad al ecuador.
En colaboración con tres universidades locales, el equipo viajó por toda Colombia para recolectar más de 70 muestras de especies de murciélagos. Esto incluyó una variedad de cambios geográficos y climáticos, desde las selvas cálidas y húmedas hasta partes frías y nubladas de la Cordillera de los Andes a las que solo se puede acceder en teleférico, lo que permitió al equipo obtener una variedad de muestras y observar cómo los cambios en el clima pueden cambiar la aparición de enfermedades en los murciélagos.
El equipo también exploró lugares en Colombia que anteriormente estaban cerrados a los científicos, incluido Chaparral, un municipio de la región del Tolima al que se le permitió comenzar a recibir turistas después del acuerdo de paz de 2016.
La investigación del equipo buscó abordar una brecha de conocimiento que limita la comprensión de la propagación de la rabia y su contagio desde la vida silvestre a los humanos. Su trabajo tenía los siguientes objetivos: determinar el papel del hábitat y la mutación del virus en la propagación de la rabia a los humanos y al ganado en América Latina; identificar el efecto de los cambios en la biodiversidad en la propagación del virus de la rabia; e investigar los factores geográficos y ambientales que influyen en la propagación de enfermedades transmitidas por murciélagos.
UNA EXPERIENCIA SIN FRONTERAS
Antes del viaje a Colombia para estudiar los murciélagos vampiros, Escobar y su equipo se reunieron cerca de Duck Pond para revisar información crítica de seguridad y protocolos de muestreo de campo. Además, para llevar a cabo esta experiencia en Colombia, "seleccionamos un grupo de estudiantes verdaderamente estelar y no podría estar más orgulloso de ellos", declara Van de Vuurst.
Una de las estudiantes, Julia Alexander, señala que no sólo aprendió valiosas habilidades de campo para su carrera, "sino también importantes lecciones de vida de cada desafío que enfrenté". Y confiesa que, “aunque este viaje no fue fácil, no cambiaría la experiencia por nada más”. Como parte del personal de investigación del Laboratorio Escobar, Alexander pudo estudiar la transmisión de enfermedades en murciélagos vampiros y otras especies de murciélagos locales, trabajando con comunidades locales en la región del Tolima.
Y es que, para Escobar y Van de Vuurst, era de vital importancia poder ofrecer a los alumnos la oportunidad de una investigación internacional, sabiendo que los estudiantes universitarios generalmente no pueden participar en tales experiencias.
Esta investigación surge además de una red de colaboración internacional. De hecho, Escobar recibirá a Diego Soler-Tovar, profesor asistente de la Universidad La Salle, quien trabajará en el laboratorio de Escobar hasta finales de enero de 2024, para estudiar los factores que impulsan la propagación de la rabia en América Latina. "Todos tenemos un objetivo: generar muestras, nuevos datos y nuevos conocimientos", recalca Escobar.