Preocupa la falta de sueño entre los veterinarios, "no están durmiendo lo que deberían"

“Salud Mental” fue el lema de la conferencia “Vet Mental Summit” que reunió a la comunidad veterinaria en Lisboa. El debate en torno al tema, considerado como "urgente para la profesión veterinaria", promovió el intercambio de conocimientos para la prevención de problemas como el desgaste profesional, la depresión y la ansiedad. El encuentro reunió a expertos de diversas áreas, con el objetivo de promover la salud mental y el intercambio de conocimientos en dicha materia.

Durante las charlas, se presentaron varios estudios relacionados con la salud mental en veterinaria, y se destacaron los altos niveles de burnout y estados depresivos vulnerables que sufre la profesión. “En una profesión con la tasa de suicidio más alta, los resultados revelaron que 29 de los encuestados intentaron suicidarse al menos una vez, y 124 amenazaron con ello”, explicaron.

Asimismo, la privación del sueño en la comunidad veterinaria también fue uno de los temas destacados durante la conferencia. Los expertos destacaron la falta de horas de sueño de los veterinarios. El veterinario Hugo Lopes destacó en su presentación que “los veterinarios no están durmiendo lo que deberían”. También presentó estrategias para minimizar el impacto de los turnos de noche en la salud de los profesionales de la salud y mejorar el bienestar de los veterinarios, relacionadas, por ejemplo, con la alimentación y los descansos en el trabajo, y llamó la atención sobre el funcionamiento de los hospitales veterinarios, a menudo en incumplimiento de la legislación laboral.

Por otra parte, los conferenciantes abordaron la creación de la oficina de apoyo individual a los veterinarios, un programa estructurado para promover el bienestar y prevenir situaciones de estrés, ansiedad y desgaste, comunes en la actividad de la medicina veterinaria, “ayudando a crear estrategias de gestión del tiempo para conciliar la vida profesional y personal”.

El tema de la empleabilidad, uno de los factores directamente asociados a la salud mental, también fue objeto de debate. “Incrementar el apoyo que todo profesional debe tener en su día a día, un trabajo de mayor calidad reconocido por la sociedad, con una legislación adecuada a la realidad, son parte de la solución”, expusieron.

“POR SUERTE, LOS JÓVENES NO QUIEREN AGUANTAR LO QUE AGUANTAMOS NOSOTROS”

El veterinario es, en la gran mayoría de los casos, un profesional autónomo que debe compaginar el ritmo de su día a día, con la búsqueda de clientes, el reciclado formativo continuo y las complicaciones propias del trabajo, como la gestión empresarial o las urgencias, entre otros. A esto se le suma que el veterinario no tiene el prestigio ni la consideración de la que gozan los médicos u otras profesiones sanitarias, ni los sueldos de aquellos.

Núria Tabares, licenciada en Veterinaria y especialista en coaching en el entorno laboral, explicaba en una entrevista a Diario Veterinario que es fundamental aprender a conciliar la vida personal y la vida profesional, ya que “las largas jornadas nos pueden superar”.

La experta también celebraba los nuevos tiempos donde se prima el cuidado de la salud mental, y comenta que, “por suerte, los jóvenes no quieren aguantar lo que aguantamos nosotros, no era normal”.

PRECARIEDAD LABORAL Y ESTRÉS

El Ministerio de Trabajo de España ha publicado recientemente un informe donde analiza el impacto que tiene sobre la salud mental de los trabajadores la precariedad laboral y los bajos sueldos, así como las situaciones de riesgo o estrés.

El documento advierte de la necesidad de desarrollar regulaciones relativas a las relaciones laborales que estén más cerca de un "sistema productivo democrático y realmente sostenible en el marco de un decrecimiento material justo y una economía circular". Asimismo, hace hincapié en la importancia de proteger el empleo por parte de las administraciones públicas y en que exista una "atención pública integral de la salud como derecho universal".

En el caso del sector veterinario, el informe que presentó la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE) en 2022, relativo a la situación socioeconómica y laboral del sector en España, relataba que la situación "resulta realmente preocupante, pues según datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral realizada por el Instituto Nacional de Estadística (2022), el salario medio neto mensual de este sector, alcanzó los 1.304,99 euros, alejándose de aquellos de menor cuantía dentro del conjunto de actividades de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), como los de las actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento, los servicios sociales o la asistencia en establecimientos residenciales, que hasta 2019 habían sido muy similares. Sólo en el año 2020 este indicador se incrementó un 14,66 % con respecto al ejercicio precedente, impulsado, sin duda, por la firma del primer Convenio Colectivo de Centros y Servicios Veterinarios. De todos modos, el salario neto mensual de las actividades sanitarias (2.165,16 euros) al final de 2020 era aún un 65,91 % superior al de las actividades veterinarias, por lo que el sector tiene por delante un amplio campo de mejora en este sentido, en la búsqueda de optimizar, en la medida de lo posible, las condiciones sociolaborales y salariales de sus trabajadores".

Asimismo, demandaban que las empresas veterinarias garantizaran un salario mínimo a los jóvenes, pues éstos encuentran muchas dificultades para acceder a un trabajo como profesional de la salud animal.