El suicidio es un problema de salud pública mundial y una tragedia humana. El riesgo de suicidio es elevado entre los profesionales veterinarios en comparación con la población general, y muchos compañeros quieren saber cómo pueden apoyar y ayudar mejor a las personas en crisis.
En este sentido, Rosie Allister, investigadora sobre la salud mental veterinaria, ha elaborado una guía con cinco pasos prácticos basados en evidencia para la prevención del suicidio en los lugares de trabajo veterinarios.
El duelo por suicidio puede desencadenar en algunas personas sentimientos complejos y profundos de culpa o responsabilidad. Si bien esta es una respuesta normal, “no significa que esas personas fueran responsables o culpables de no hacer lo suficiente”, explica Allister. Aunque la prevención del suicidio a veces hace hincapié en "detectar los signos", en realidad el suicidio es muy difícil de predecir a nivel individual. “Lo que sabemos de la ciencia de la prevención del suicidio es que las intervenciones más efectivas actúan a nivel general, y son estas las que estamos considerando para implantar en los lugares de trabajo veterinarios”.
Dado que pasamos una parte importante de nuestra vida en el trabajo, los entornos laborales, “los jefes y los compañeros de trabajo tienen un papel importante en el apoyo y la ayuda para la prevención del suicidio”.
CONSTRUIR UNA CULTURA POSITIVA
El entorno de trabajo y la cultura profesional son factores importantes en la salud mental veterinaria. Algunos aspectos de la identidad y la profesión veterinaria pueden actuar para socavar el bienestar y salud mental del trabajador. Por ejemplo, “expectativas de autosuficiencia, ver pedir ayuda como debilidad o falsa obligación de priorizar el trabajo por encima de otras necesidades”.
Apoyar una buena salud mental es una parte clave de la prevención del suicidio. “Los jefes y empresarios pueden promover culturas positivas en torno a la salud mental en el trabajo si tienen políticas claras y liderazgo en los temas que afectan la salud en el ámbito laboral”, indica la experta.
Estas medidas pueden incluir prevenir la discriminación y el acoso, abordar el estigma sobre la salud mental y crear un lugar de trabajo que sea psicológicamente seguro y donde los empleados se sientan capaces de hablar sobre sus problemas de salud, tanto física como mental.
Los hábitos laborales que son buenos para la salud dan importancia a la motivación de los empleados y no solo a través de la incentivación, que a veces puede aumentar el estrés y la presión, asegura la especialista.
“Una cultura laboral positiva promueve el sentido de pertenencia, el respeto, la comunicación abierta y el bienestar emocional. Los lugares de trabajo solidarios permiten a las personas buscar ayuda cuando la necesitan y apoyarse mutuamente”.
HABILIDADES PARA LA ATENCIÓN Y EL APOYO
Allister indica que no se necesitan habilidades especializadas para apoyar a otra persona que está en crisis, pero se puede trabajar en aumentar la confianza de un individuo para poder ayudar a otros. “Hay una variedad de capacitaciones para el apoyo a las personas que pueden tener tendencias suicidas. Los principios básicos son escuchar, no juzgar, tener empatía y crear un plan con alguien para promover la salud mental”.
Asimismo, a veces, se asignan ciertos roles de “primeros auxilios en salud mental” a algunos compañeros de trabajo. “Eso puede ayudar a aumentar la confianza de la persona. Sin embargo, es muy importante que esos compañeros tengan una red de apoyo, ya que nadie debe sentir que uno solo tiene la responsabilidad de los demás”.
Por lo general, algunas de las mejores muestras de apoyo son la confianza y la escucha activa, especialmente por parte de los jefes. Muchos miembros del personal de la clínica veterinaria ya tienen estas habilidades. Por lo que “si está preocupado por alguien, pregúntele si está bien, escuche lo que dice y apóyelo para que obtenga ayuda si la necesita”.
RECURSOS DE APOYO Y ACCESO A AYUDA
También es importante para la prevención del suicidio que el personal tenga acceso a recursos de apoyo de salud mental, y que esto se habilite mucho antes de un momento de crisis, recomienda Allister.
“Los programas deben incluir apoyo para temas como la salud mental, condiciones de salud física, violencia doméstica o inseguridad financiera, entre otros aspectos”.
PLANIFICACIÓN Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO
Restringir el acceso a lugares y materiales que pueden usarse para el suicidio es una estrategia importante y eficaz en la prevención, apunta la experta. Esto se conoce como “restricción de medios”, y se ha encontrado que reduce las muertes en muchos estudios diferentes y de diferentes métodos de suicidio.
“El equilibrio entre la restricción de medios y la facilidad de acceso a los medicamentos y otros elementos necesarios en la práctica veterinaria necesita una consideración cuidadosa y una adaptación al contexto de cada clínica”.
Así, incide en la importancia de una gestión responsable de los medicamentos, incluyendo revisiones periódicas de los pedidos y del almacenamiento de los fármacos.
Otro tipo de planificación que es importante pero muy desafiante, en palabras de la especialista, es pensar de antemano en la posvención del suicidio considerando los pasos que se tomarían para proteger a otros compañeros después de un intento o muerte por suicidio.
“El duelo por un suicidio es un factor de riesgo conocido en cuanto al suicidio de otras personas. Las respuestas en la posvención del suicidio pueden ser un paso importante para proteger al personal que puede ser vulnerable”.
COMUNICACIÓN
Por último, resalta el papel fundamental de la comunicación. Según la experta, existe evidencia de que los números telefónicos de ayuda y los mensajes que alientan la búsqueda de apoyo en sitios de alto riesgo, como pegatinas colocadas en lugares de acceso a los medicamentos, pueden ser claves en la reducción del suicidio.
“Está probado que preguntarle a alguien en peligro si tiene pensamientos suicidas no es dañino y puede contribuir a ayudarlo a acceder a la ayuda. Sin embargo, una comunicación cuidadosa es importante. La forma en que hablamos del suicidio en los espacios públicos veterinarios y las redes sociales veterinarias puede influir en el riesgo de suicidio”.
“Si bien debemos reconocer los riesgos dentro de las profesiones veterinarias, es importante que no nos resignemos a que estos riesgos sean inevitables. Colectivamente podemos trabajar para apoyarnos unos a otros”, finaliza.