Con la llegada de la primavera y el buen tiempo comienzan las salidas al campo y las escapadas a zonas rurales. Y, con ellas, el riesgo de picaduras por garrapata. Un riesgo que no para de aumentar en los últimos años debido al crecimiento disparado de esta especie de interés sanitario, transmisora de graves zoonosis, algunas de ellas con capacidad para causar la muerte, como la enfermedad de Lyme, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo o la encefalitis transmitida por garrapatas, por citar algunas.
Pero, ¿a qué se debe este aumento exponencial de garrapatas? “Fundamentalmente, al cambio climático que, por un lado, esta dilatando la época de reproducción de estos artrópodos y, por otro, debido al aumento de las temperaturas, está acelerando su metabolismo. De modo que se reproducen más veces en un mayor espacio de tiempo”, según el director general de Anecpla, Jorge Galván, quien además apunta que “este año la falta de lluvias ha favorecido a aquellas especies de garrapatas que no necesitan la humedad para reproducirse”.
Existen muchas especies de garrapatas. En España preocupan especialmente dos de ellas, que son de especial interés sanitario: las garrapatas del género Hyalomma y las del género Ixodes. “La primera de ellas es el principal vector transmisor del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Mientras que la segunda está involucrada, por su parte, en la trasmisión de una gran variedad de patógenos de importancia clínica-veterinaria, entre los que se encuentra el virus de la encefalitis transmitida por garrapatas y la bacteria de Borrelia, causante de la enfermedad de Lyme”, alerta Galván.
Por ello, desde Anecpla ruegan extremar las precauciones de la población general en sus salidas al campo e incrementar, por parte de las administraciones públicas, las acciones dirigidas al control de este artrópodo ante su incremento disparado.
“Es fundamental que las administraciones destinen recursos a este aspecto de importancia sanitaria creciente, delegando en los profesionales de la Sanidad Ambiental su gestión”, afirma Galván. “Ya que son estos profesionales quienes poseen los conocimientos específicos necesarios para emplear unos u otros métodos de control en función del ciclo biológico en el que se encuentre la plaga, las condiciones ambientales o el nivel de infestación, minimizando siempre el posible impacto de estos tratamientos elegidos sobre el medio ambiente, los animales y el ser humano”. De ahí la importancia, insiste el director general de Anecpla, “de que sean profesionales de la gestión de plagas quienes realicen este servicio de forma profesional”.
RECOMENDACIONES PARA EVITAR LA PICADURA DE GARRAPATAS
Como recomendaciones a la población general, explican que las garrapatas suelen encontrarse en las hierbas altas en entornos naturales (campo, parques e incluyo en playas) esperando que pase un hospedador (que puede ser bien un humano o un animal) al que adherirse y alimentarse así de su sangre. Por eso, la Asociación ha elaborado un decálogo de consejos para evitar en la medida de lo posible la picadura de garrapatas, y que son los siguientes:
Vestir ropa de colores claros, donde se pueda advertir con facilidad la presencia de garrapatas, y llevar pantalones largos metidos por debajo de los calcetines. Llevar manga larga, gorra y camiseta interior.
"Si vamos con nuestras mascotas, asegurarnos de que llevan un tratamiento antiparasitario, y utilizar un repelente adecuado", recomiendan.
Caminar por el centro de los senderos, evitando las orillas donde suelen encontrase las hierbas altas, evitar tocar al ganado y/o a animales salvajes, y revisar la posible presencia de garrapatas en personas y mascotas varias veces durante y al finalizar el paseo, poniendo especial atención a aquellas partes del cuerpo donde la piel es más final y donde el flujo sanguíneo suele ser mayor, tales como las ingles, las axilas, la cabeza, la parte posterior de las orejas, codos, rodillas, etc.
En este sentido, Galván indica que “el progresivo aumento de las temperaturas ha convertido a España en un país tan propicio para el desarrollo de las garrapatas como lo es África, por ello su población no para de aumentar en los últimos años. Es fundamental que se activen los protocolos de control necesarios contra esta especie y que, tanto desde las administraciones como desde el sector de la sanidad ambiental y los propios ciudadanos, se realicen labores de prevención”.
El método de control empleado en cada caso variará, tal y como expone Galván, “en función de la toma en consideración de factores como el ciclo biológico en el que se encuentre la plaga, las condiciones ambientales, el nivel de infestación o la minimización del posible impacto sobre el medio, los animales y el ser humano”. De ahí la importancia “de que sean profesionales de la gestión de plagas quienes realicen este servicio de forma profesional”.
NUEVO VECTOR DE ENFERMEDADES
Las garrapatas se han propuesto durante mucho tiempo como vectores de tripanosomas, pero su importancia en los ciclos de transmisión sigue sin estar clara.
Recientemente, un equipo de investigadores franceses realizaba un estudio para detectar la presencia y diversidad genética de tripanosomas en garrapatas de campo.
El examen de 1.089 especímenes pertenecientes a 28 especies de garrapatas de Europa y América del Sur condujo a la identificación de dos nuevas cepas de tripanosomas. “La prevalencia puede llegar al 4 % en especies de garrapatas, como la garrapata Ixodes ricinus, pero no encontramos evidencia de transmisión transovárica del parásito”, comentaban.
Por otro lado, los análisis filogenéticos revelaron que diferentes especies de garrapatas a menudo albergan cepas y especies de tripanosomas relacionados filogenéticamente. La mayoría de los tripanosomas asociados a garrapatas “se agrupan en un clado monofilético, el Trypanosoma pestanai, distinto de los clados de tripanosomas asociados con la transmisión por otros invertebrados que se alimentan de sangre”.
Estas observaciones sugerían, según los autores, que las garrapatas pueden ser huéspedes artrópodos específicos para los tripanosomas del clado T. pestanai. Los análisis filogenéticos “proporcionan evidencia adicional de que las garrapatas pueden transmitir estos tripanosomas a una diversidad de especies de mamíferos (incluidas las especies placentarias y marsupiales) en la mayoría de los continentes”.
PREVENCIÓN DE LAS GARRAPATAS Y OTROS PARÁSITOS
Los tratamientos preventivos son la mejor forma de proteger a las mascotas frente a estos y otros parásitos, y evitar así la transmisión de enfermedades, tanto a otros animales como a los humanos.
Virbac, empresa especializada en medicamentos animales, pone a disposición de los veterinarios y propietarios de mascotas, una amplia gama de productos para aplicar el tratamiento antiparasitario más adecuado para cada individuo.
Prueba de ello es Effitix, un antiparasitario externo para perros que se aplica mediante pipetas muy fáciles de usar que marcan la diferencia, porque “mientras otras pipetas actúan durante 3 semanas, Effitix ofrece cuatro semanas de protección frente a los principales parásitos”, explican desde la compañía.