Los tripanosomas son parásitos protozoarios transmitidos por vectores y que infectan a los vertebrados. Varias especies de tripanosomas son fuente de problemas en cuestiones de salud pública, como agentes etiológicos de la tripanosomiasis americana (enfermedad de Chagas), Trypanosoma cruzi y la tripanosomiasis africana humana (enfermedad del sueño), T. brucei rhodesiense y T. brucei gambiense.
Además, algunas especies de tripanosomas también son motivo de preocupación para los animales domésticos, incluidos los agentes de la tripanosomiasis animal africana, como T. congolense y T. vivax, y el agente de la surra, T. evansi, que tienen una elevada carga económica.
Se han informado de muchas otras especies de tripanosomas de la vida silvestre, como T. pestanai, que se encuentra principalmente en tejones euroasiáticos. Hasta la fecha, se ha descrito una diversidad de especies de tripanosomas clasificadas en al menos 10 clados de Trypanosoma de todas las clases de vertebrados.
En cuanto a la especificidad del vector, el éxito de la transmisión a los vertebrados está condicionado, al menos en parte, por la adaptación de los tripanosomas a la fisiología y el comportamiento de dicho vector.
Por ejemplo, a pesar de la capacidad de T. cruzi y T. brucei para infectar a los humanos, el primero es transmitido solo por insectos triatominos a través de la vía fecal mientras que el segundo es transmitido por moscas tsetsé a través de la saliva durante la picadura. Otros ejemplos incluyen T. lewisi transmitida por pulgas a roedores.
Por lo tanto, no todos los invertebrados que se alimentan de sangre pueden transmitir todos los tripanosomas, y solo los emparejamientos restringidos entre invertebrados que se alimentan de sangre y ciertas especies de tripanosomas pueden transmitir con éxito la infección a los vertebrados. Sin embargo, existen excepciones, como T. evansi, que se transmite mecánicamente principalmente por moscas hematófagas y, en menor medida, por otros animales (p. ej., murciélagos vampiros) que se han alimentado recientemente de vertebrados infectados.
Las garrapatas se han propuesto durante mucho tiempo como vectores de tripanosomas, pero su importancia en los ciclos de transmisión sigue sin estar clara.
Ahora, un equipo de investigadores franceses ha llevado a cabo un estudio realizando un cribado molecular para detectar la presencia y diversidad genética de tripanosomas en garrapatas de campo.
POSIBLES VECTORES DE TRIPANOSOMAS
El examen de 1.089 especímenes pertenecientes a 28 especies de garrapatas de Europa y América del Sur condujo a la identificación de dos nuevas cepas de tripanosomas. “La prevalencia puede llegar al 4 % en especies de garrapatas, como la garrapata Ixodes ricinus, pero no encontramos evidencia de transmisión transovárica del parásito”.
Por otro lado, el análisis filogenético reveló que diferentes especies de garrapatas a menudo albergan cepas y especies de tripanosomas relacionados filogenéticamente. La mayoría de los tripanosomas asociados a garrapatas “se agrupan en un clado monofilético, el Trypanosoma pestanai, distinto de los clados de tripanosomas asociados con la transmisión por otros invertebrados que se alimentan de sangre”.
Estas observaciones sugieren, según los autores, que las garrapatas pueden ser huéspedes artrópodos específicos para los tripanosomas del clado T. pestanai. Los análisis filogenéticos “proporcionan evidencia adicional de que las garrapatas pueden transmitir estos tripanosomas a una diversidad de especies de mamíferos (incluidas las especies placentarias y marsupiales) en la mayoría de los continentes”.
Asimismo, “el trabajo futuro requerirá el uso de un enfoque experimental para demostrar definitivamente la competencia de las garrapatas como vectores para el tripanosoma e identificar la ruta de transmisión”, concluyen.
PREVENCIÓN DE LAS GARRAPATAS Y OTROS PARÁSITOS
Los tratamientos preventivos son la mejor forma de proteger a las mascotas frente a estos y otros parásitos, y evitar así la transmisión de enfermedades, tanto a otros animales como a los humanos.
Virbac, empresa especializada en medicamentos animales, pone a disposición de los veterinarios y propietarios de mascotas, una amplia gama de productos para aplicar el tratamiento antiparasitario más adecuado para cada individuo.
Prueba de ello es Effitix, un antiparasitario externo para perros que se aplica mediante pipetas muy fáciles de usar que marcan la diferencia, porque “mientras otras pipetas actúan durante 3 semanas, Effitix ofrece cuatro semanas de protección frente a los principales parásitos”, explican desde la compañía.
El producto previene la infestación por pulgas, protege frente a las garrapatas, y repele a los flebotomos y mosquitos.
Para los gatos, cuentan con Effipro® DUO, un antiparasitario externo en pipetas spot on fáciles de usar, que contiene fipronilo y piriproxifeno, una combinación única de principios activos para una protección óptima frente a garrapatas, pulgas y huevos de pulga.