Una encuesta que evaluó la prevalencia de problemas de salud mental y el bienestar entre los profesionales veterinarios reveló que dos tercios de los participantes experimentaron síntomas de depresión, fatiga por compasión, agotamiento y ansiedad durante el año anterior.
Los profesionales veterinarios suelen dedicarse por completo al cuidado de los animales, lo que puede causar estrés emocional. Considerando el desgaste emocional de su trabajo, ¿cómo pueden gestionar sus emociones y seguir brindando una atención compasiva, protegiendo al mismo tiempo su bienestar mental? A continuación, Elli Kalemtzaki, DVM, MSc en Psicología Empresarial, presidenta del Comité de Bienestar Profesional de WSAVA, ha recogido algunas estrategias prácticas para afrontar el estrés en este exigente entorno laboral.
1. Priorizar el autocuidado
Como profesionales de la salud, los veterinarios suelen centrarse en el bienestar de los demás, pero es igual de importante cuidarse a sí mismos. El autocuidado es esencial para la salud física y mental. Incluye dormir lo suficiente, llevar una dieta equilibrada y mantener actividad física regular.
Desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables también es fundamental para controlar el estrés. Prácticas como la atención plena, la meditación y los ejercicios de respiración profunda pueden ayudar a calmar la mente y reducir la ansiedad. Se ha demostrado que el ejercicio mejora el estado de ánimo, reduce la ansiedad y mejora la calidad del sueño. La meditación, practicada con regularidad, puede fomentar la conciencia emocional, mejorar la regulación y profundizar la comprensión de los propios sentimientos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los beneficios de la meditación pueden requerir tiempo y práctica constante.
Los ejercicios de respiración son otra herramienta poderosa para controlar el estrés. El estrés desencadena la respuesta de "lucha o huida" del cuerpo, lo que aumenta la frecuencia cardíaca y la tensión. Al practicar técnicas de respiración específicas, puedes activar la respuesta de relajación de tu cuerpo y contrarrestar el estrés. Escribir un diario también puede ser una forma eficaz de gestionar las emociones negativas, ofreciendo una vía de escape para la reflexión y la liberación emocional.
2. Gestión eficaz del tiempo
La gestión del tiempo es crucial en un entorno clínico exigente. Una agenda diaria estructurada, que priorice las tareas según su urgencia e importancia, puede ayudar a aliviar la sensación de agobio. Herramientas como listas de verificación, calendarios y aplicaciones de seguimiento del tiempo pueden favorecer la organización y la eficiencia, garantizando que las tareas se completen eficazmente.
3. Delegar tareas
Delegar tareas a miembros competentes del equipo es esencial para equilibrar la carga de trabajo. Confiar responsabilidades a colegas y asistentes no solo aligera la carga, sino que también promueve el trabajo en equipo y la colaboración en la clínica.
4. Mantener una comunicación clara
La comunicación transparente y abierta es vital para la eficiencia de las operaciones clínicas. Las reuniones periódicas de equipo, las sesiones informativas y las sesiones de información mantienen a todos al tanto de los objetivos y las actualizaciones de la clínica. Animar al personal a expresar sus inquietudes y a ofrecer retroalimentación fomenta la franqueza y reduce el estrés.
5. Establezca expectativas realistas
Establecer expectativas alcanzables para usted y su equipo ayuda a prevenir el estrés innecesario. Reconocer que la perfección no siempre es posible y aceptar los límites personales y profesionales es vital. Es importante evitar comprometerse excesivamente con tareas que excedan el tiempo y los recursos disponibles.
6. Fomentar un ambiente de trabajo positivo
Una cultura laboral positiva y de apoyo reduce significativamente el estrés. Es fundamental promover una cultura de reconocimiento, donde los miembros del equipo reconozcan los esfuerzos y éxitos de los demás. Organizar actividades de team building y celebrar los logros puede fomentar la camaradería y un ambiente laboral de apoyo.
7. Busque apoyo profesional
Cuando el estrés se vuelve abrumador, es fundamental buscar ayuda profesional. Muchas clínicas veterinarias ofrecen Programas de Asistencia al Empleado (PAE) que brindan acceso a recursos de salud mental. La terapia profesional puede ayudar a desarrollar estrategias eficaces para el manejo del estrés y a mejorar el bienestar general.
Gestionar el estrés en el exigente entorno de una clínica veterinaria requiere una combinación de autocuidado, comunicación eficaz y planificación estratégica. Al priorizar el bienestar personal, promover una cultura laboral positiva y adoptar estrategias de afrontamiento saludables, los profesionales veterinarios pueden mantener su salud mental a la vez que brindan una atención excepcional a sus pacientes. Recuerde que cuidarse a sí mismo es tan importante como la atención que brinda a sus pacientes animales.