Por primera vez, los 27 países de la Unión Europea (UE27), junto con Islandia y Noruega, han recopilado y notificado datos sobre las ventas y el uso de antimicrobianos en animales en sus respectivos países. Los resultados se presentan en el primer informe anual de vigilancia de la Iniciativa Europea de Ventas y Uso de Antimicrobianos para Medicina Veterinaria (ESUAvet). Los datos abarcan el año 2023, lo que marca el inicio de un proceso regular que dará lugar a informes anuales.
Las ventas de antibióticos para animales destinados a la producción de alimentos representaron el 98 % de las ventas totales de la UE de medicamentos veterinarios que contienen sustancias con actividad antibiótica. La clase de antimicrobiano más vendida para animales destinados a la producción de alimentos fueron las penicilinas, seguidas de las tetraciclinas y las sulfonamidas. Según la categorización de antibióticos para uso en animales para un uso prudente y responsable, desarrollada por el grupo de expertos ad hoc de la EMA, aproximadamente el 65 % de las ventas totales de la UE para animales destinados a la producción de alimentos correspondieron a sustancias que pertenecen a la categoría D (que deben usarse como tratamientos de primera línea, siempre que sea posible), el 29 % correspondió a la categoría C (que debe considerarse solo cuando no hay antibióticos de la categoría D que puedan ser clínicamente efectivos) y el 6 % correspondió a la categoría B (que son de importancia crítica en medicina humana, pero cuyo uso en animales debe restringirse para mitigar el riesgo para la salud pública).
En 2023, se recopilaron datos sobre el uso de cuatro especies animales principales destinadas a la producción de alimentos: bovinos, cerdos, pollos y pavos. Los veterinarios desempeñaron un papel fundamental en la recopilación de datos, ya que fueron seleccionados como únicos proveedores de datos por 16 países informantes. Los 13 países informantes restantes recurrieron a otros proveedores de datos, además de veterinarios, como farmacias, fábricas de piensos, ganaderos o criadores y minoristas.
Esta es la primera vez que se recopilan datos sobre el uso en toda la UE. Muchos países aún están implementando o mejorando sus sistemas de recopilación de datos sobre el uso de antimicrobianos. Por lo tanto, los datos compartidos para 2023 no fueron lo suficientemente completos ni precisos como para comenzar a reportar información cuantitativa. Los estados miembros se han comprometido a consolidar sus sistemas de recopilación de datos sobre el uso, con el objetivo de aumentar la precisión y la cobertura. Esta iniciativa ya ha demostrado una sólida cooperación entre los países informantes, ya que aquellos con experiencia en la recopilación de datos sobre el uso de antimicrobianos ofrecieron orientación y apoyo, fomentando un entorno productivo y colaborativo.
El informe de ESUAvet se basa en el proyecto de Vigilancia Europea del Consumo de Antimicrobianos Veterinarios (ESVAC), una iniciativa voluntaria entre las autoridades nacionales y la EMA para recopilar datos fiables sobre las ventas en toda Europa a lo largo de 12 años. Durante este periodo, se observó una caída del 50 % en las ventas de antibióticos veterinarios, gracias al esfuerzo colectivo de los países que proporcionaron los datos y desarrollaron estrategias nacionales para fomentar el uso responsable, así como de los profesionales y agricultores en el campo.
La iniciativa ESVAC tuvo tanto éxito que se formalizó y amplió bajo la legislación de la UE para incluir la recopilación obligatoria de datos sobre la venta y el uso de antimicrobianos en animales. Los estados miembros comunican sus datos a la EMA a través de la Plataforma ASU, un sistema centralizado diseñado para estandarizar y optimizar los datos recibidos de los países.
Los datos de los informes anuales ESUAvet, recopilados a través de la Plataforma ASU, ayudarán a identificar tendencias en el consumo de antimicrobianos en animales con mayor precisión y granularidad, lo que permitirá a los tomadores de decisiones abordar la creciente complejidad de la resistencia a los antimicrobianos y tomar medidas adecuadas para proteger la salud animal y humana en Europa.