Datos de vigilancia recientes revelan que la resistencia a los antimicrobianos de uso común (como la ampicilina, las tetraciclinas y las sulfonamidas) sigue siendo persistentemente alta tanto en humanos como en animales para patógenos clave como Salmonella y Campylobacter. La resistencia a E. coli también se observa con frecuencia en animales, aunque la resistencia a Salmonella en gallinas ponedoras es baja. Estas son las principales conclusiones de un informe publicado hoy por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).
La elevada resistencia a la ciprofloxacina, un antimicrobiano fluoroquinolónico de importancia crítica para el tratamiento de las infecciones por Salmonella y Campylobacter, es una preocupación creciente, según el informe.
Se ha descubierto que la resistencia a la ciprofloxacina está aumentando en Salmonella Enteritidis y Campylobacter jejuni de seres humanos en más de la mitad de los países europeos que presentaron datos. Se han observado proporciones altas a extremadamente altas de resistencia a la ciprofloxacina en Campylobacter de animales destinados a la producción de alimentos, y en Salmonella y E. coli de aves de corral específicamente. “Estas tendencias son especialmente preocupantes ya que la lista de bacterias dañinas de la Organización Mundial de la Salud de 2024 clasifica a la Salmonella no tifoidea resistente a las fluoroquinolonas (serotipos de Salmonella que no causan fiebre tifoidea) como una alta prioridad”, alertan.
Por el contrario, la resistencia a otros antimicrobianos de importancia crítica utilizados en la medicina humana sigue siendo poco común en el caso de Salmonella y Campylobacter, tanto en humanos como en animales destinados a la producción de alimentos.
Aunque la resistencia a los carbapenémicos sigue siendo poco frecuente, la detección ocasional de E. coli resistente a los carbapenémicos en alimentos y animales exige una vigilancia constante y más investigaciones epidemiológicas. Esto es especialmente importante, sugieren, porque las bacterias Enterobacterales resistentes a los carbapenémicos se reconocen como una amenaza crítica para la salud pública. Para apoyar este esfuerzo, “en 2025 la EFSA publicará el primero de una serie de dictámenes sobre el estado actual de la aparición y la propagación de Enterobacterales productores de carbapenemasas en la cadena alimentaria en la Unión Europea/Espacio Económico Europeo y Suiza”.
Sin embargo, también hay tendencias positivas, con datos que revelan un progreso significativo en la reducción de los niveles de resistencia en varios países informantes. Casi la mitad de los países europeos que presentaron datos indicaron una disminución en la resistencia de Campylobacter a los antibióticos macrólidos, tanto en C. jejuni como en C. coli, en casos humanos. Además, la resistencia de los aislados de Salmonella Typhimurium de humanos a las penicilinas y tetraciclinas ha disminuido con el tiempo.
“Las tendencias significativas de aumento en el indicador de resultados clave para susceptibilidad completade E. coli, así como las tendencias significativas decrecientes”. Los estudios sobre E. coli productoras de ESBL/AmpC muestran que se han logrado avances alentadores en la reducción de la RAM en animales destinados a la producción de alimentos en varios Estados miembros de la UE durante los últimos 10 años.
A pesar de algunas mejoras, la resistencia a los antibióticos sigue siendo una amenaza importante para la salud pública que “exige una acción coordinada con el enfoque de Una sola salud”. Entre las medidas clave se incluyen la promoción del uso responsable de los antimicrobianos, la mejora de la prevención y el control de las infecciones, la inversión en la investigación de nuevos tratamientos y la aplicación de políticas nacionales sólidas para combatir eficazmente la resistencia.
El informe completo se encuentra disponible en el siguiente enlace.