En los EE. UU. y gran parte de Europa, la práctica de castrar a los perros machos y esterilizar a las hembras (en adelante, ambas denominadas castración) se ha vuelto rutinaria, pudiendo realizarse en torno a los 6 meses de edad. Al mismo tiempo, varias investigaciones han revelado que los trastornos articulares y algunos cánceres pueden aumentar en asociación con la castración de machos y/o hembras.
En un intento de abordar la ausencia de información específica de la raza sobre los trastornos articulares y los cánceres asociados con la castración, investigadores de EE UU han emprendido un proyecto centrado en varias razas específicas utilizando la recopilación de datos y análisis con una extensa base de datos del hospital veterinario donde se podrían aplicar los mismos criterios de diagnóstico a todas las razas.
El objetivo de este estudio fue analizar, en una amplia variedad de razas, el aumento de los riesgos, si los hubiera, de los trastornos articulares y cánceres asociados con la castración de perros machos y hembras a diferentes edades, con el fin de aumentar la información disponible para los dueños de mascotas y los veterinarios para su consideración al tomar decisiones con respecto a la castración de perros específicos.
El período de estudio representó 15 años de datos para la mayoría de las razas. Los criterios de inclusión fueron la fecha de nacimiento, la edad en el momento de la castración (si se castró) y la edad del diagnóstico o aparición de los signos clínicos de las enfermedades de interés. Como se mencionó, la edad en el momento de la castración se designó como <6 meses, 6-11 meses, 1 año (12 a <24 meses) y 2-8 años (2 a <9 años).
Entre las conclusiones generales, los autores determinaron que “si se observa la incidencia de estos trastornos articulares y cánceres, resulta claro que la mayoría de las razas no se ven afectadas por estas enfermedades a la edad de la castración”. La vulnerabilidad a los trastornos articulares asociados con la castración generalmente está relacionada con el tamaño corporal. Las razas de perros pequeños (Boston Terrier, Cavalier King Charles Spaniel, Chihuahua, Corgi, Dachshund, Maltés, Pomerania, Poodle-Toy, Pug, Shih Tzu, Yorkshire Terrier) no parecen tener un mayor riesgo de trastornos articulares con la castración en comparación con las razas de mayor tamaño. Sin embargo, “en las razas de mayor tamaño corporal hubo diferencias entre las razas, y las dos razas gigantes (Gran Danés y Lobero Irlandés) no mostraron indicios de un aumento de uno o más trastornos articulares con la castración a ninguna edad”.
Por otro lado, recientemente, los mismos autores ampliaron el trabajo con nuevas razas, publicando un artículo titulado “Asistencia para la toma de decisiones sobre la edad de castración en perros de muestra de pelo corto o duro, mastín, terranova, Rhodesian Ridgebacky husky siberiano: trastornos articulares asociados, cánceres e incontinencia urinaria”. Los criterios para el diagnóstico de enfermedades fueron los mismos que en el estudio previo.