Veterinarios de Lugo revisan todo lo relacionado con la soja y el aguacate en la osteoartrosis canina

La osteoartritis (OA) es un trastorno inflamatorio caracterizado por progresión crónica. En humanos, se ha reportado que aproximadamente el 15 % de la población total y más del 50 % de la población mayor de 60 años pueden padecer OA en algún momento de sus vidas. En animales de compañía, es una de las enfermedades más comunes, sin embargo, los datos de prevalencia no son claros, y los resultados de algunos autores se contradicen entre sí, estimando una prevalencia anual de osteoartritis apendicular en 2,5 %. Generalmente se encuentra en articulaciones que soportan peso como caderas y rodillas, sumándose a la creencia de que el estrés mecánico juega un papel importante en la OA. Puede ser causada por traumatismos, trastornos metabólicos, infecciosos o nutricionales, o enfermedades congénitas que afectan a individuos jóvenes. La displasia articular, la osteocondrosis disecante, el proceso de tobillo no unido y la luxación patelar son ejemplos de trastornos que pueden conducir a osteoartritis secundaria.

La Sociedad Internacional de Investigación de la Osteoartritis (OARSI) la define como un trastorno que afecta a las articulaciones móviles, caracterizado por estrés celular y degradación de la matriz extracelular. A medida que el proceso evoluciona y en las últimas etapas de la OA, las lesiones macroscópicas se harán cada vez más evidentes: se producirán erosiones en todo el cartílago llegando al hueso subcondral, la hipertrofia y agrupamiento de los condrocitos conducirá a la deposición de calcio y la formación de osteofitos. En cualquier caso, es una causa de reducción de la calidad de vida y su manejo puede ser complicado. 

Las estrategias actuales para combatir la artrosis están dirigidas a aliviar el dolor, mejorar la función y la calidad de vida y ralentizar el proceso. Desafortunadamente, los medicamentos disponibles en la actualidad causan numerosos efectos secundarios y, además, un alto número de pacientes no consigue un alivio suficiente del dolor ni siquiera con la combinación de varios analgésicos.

La Fundación para la Artritis del Colegio Americano de Reumatología (ACR) y la Sociedad Internacional de Osteoartritis (OARSI) en sus directrices coinciden en recomendar enfáticamente el ejercicio y la pérdida de peso. Por otro lado, los AINE tópicos y orales también son muy recomendados en pacientes con artrosis de rodilla.

Sin embargo, para el uso de AINE orales, se recomiendan, pero solo en ausencia de condiciones comórbidas y, si es posible, con la adición de un inhibidor de la bomba de protones o inhibidores selectivos de la COX-2. Por lo tanto, es necesario investigar nuevas formulaciones para aclarar los mecanismos del dolor y abrir nuevas oportunidades para tratamientos dirigidos y más efectivos.

Soja y el aguacate en la osteoartrosis canina

Las medicinas herbales tienen una larga tradición en el tratamiento de la osteoartritis, y recientes investigaciones destacan su potencial para aliviar el dolor y la inflamación, a través de la interacción con mediadores inflamatorios y la destrucción del cartílago, sin embargo, el mecanismo de acción de estos aún no se entiende completamente.

Más específicamente, los insaponificables de aguacate y soja (ASU), hechos a partir de extractos de aceite de aguacate y soja en una proporción de 1:2, se encuentran entre los medicamentos herbales antiinflamatorios de acción lenta.

Muchos estudios coinciden en que la ASU tiene un papel importante en su función como condroprotector al estimular la síntesis de componentes de la matriz y promover la reparación del cartílago. En este sentido, ASU ha demostrado efectos condroprotectores, anabólicos y anticatabólicos. Puede promover la síntesis de componentes de la matriz extracelular (incluidos el colágeno y el agrecano) en los condrocitos al tiempo que suprime la producción de citocinas proinflamatorias.

A nivel clínico, se ha demostrado que la administración oral de ASU alivia los síntomas de la OA al prevenir la destrucción del cartílago y reducir el dolor y la rigidez al mejorar la función de la articulación afectada. 

En definitiva, aunque se han descrito propiedades antiinflamatorias y condroprotectoras en una amplia variedad de estudios, se necesitan más estudios para respaldar la eficacia de la ASU. Además, lamentablemente, faltan datos sobre las concentraciones de componentes de la ASU alcanzadas en la sangre y sobre las dosis más efectivas y eficientes de insaponificables de aguacate y soja.

El objetivo de un artículo de revisión realizado por Ana Sabucedo-Suárez, Mónica López-Peña, María Permuy y Fernando Muñóz de la Facultad de Veterinaria de Lugo ha sido explorar la literatura publicada hasta el momento sobre las ASU, su eficacia, sus vías de acción y su potencial efecto en el tratamiento de la osteoartritis.

Estudios in vivo e in vitro 

La revisión de la literatura se realizó manualmente a través de varias bases de datos cubriendo estudios de 2000 a 2022 con términos como "osteoartritis", "OA", "modelos animales", "ASU" y "soja/aguacate". Dos revisores examinaron de forma independiente cada artículo utilizando criterios de inclusión y exclusión y categorizaron los estudios en grupos in vitro, preclínicos y clínicos. 

Según las investigaciones in vitro, la ASU afecta la regulación de las moléculas relacionadas con la artrosis, aumentando los elementos estructurales como el colágeno y el agrecano y disminuyendo los mediadores proinflamatorios. 

Por otro lado, aunque los resultados varían, la investigación preclínica en diferentes modelos animales ha demostrado efectos positivos, como la mejora de los cambios histopatológicos y la reducción de la inflamación. Comentaron que todos los artículos reportan que la combinación de ASU con otros suplementos tiene mayor efecto que por sí sola. En consecuencia, “estas combinaciones podrían utilizarse como alternativa o complemento a los tratamientos farmacológicos convencionales para el tratamiento de la osteoartrosis y podrían reducir la dosis de AINE y sus efectos secundarios”.

Ralentización de la progresión de la osteoartrosis 

Por otro lado, y a pesar de algunas discrepancias con respecto a los cambios estructurales en las articulaciones, “los ensayos clínicos suelen demostrar un alivio de los síntomas y una ralentización de la progresión de la enfermedad”, indican. 

Aunque los insaponificables de aguacate y soja demuestra ser muy prometedora a la hora de aliviar los síntomas de la artrosis y reducir la dependencia de los AINE, consideran que es esencial realizar más investigaciones para comprender plenamente sus mecanismos de acción. “Con base en la literatura encontrada y consultada, podemos afirmar que la mayoría de los estudios llegan a una respuesta común: el ASU solo o en combinación con otras sustancias ayuda en gran medida a reducir los síntomas de la OA, pero sin localizar todas las vías de acción en las que participa”, sentencian. 

Estas moléculas producen un efecto analgésico y antiinflamatorio capaz de reducir las dosis de AINEs y por ende sus efectos secundarios, necesarios para controlar el dolor crónico que produce esta patología. Sin embargo, como actúa sobre múltiples tipos de células implicadas en la inflamación y otros mecanismos aún no del todo comprendidos, “se necesitan más estudios para averiguar cómo produce estos efectos beneficiosos y por qué vías, así como establecer dosis efectivas para la administración de insaponificables de aguacate y soja, solo o en combinación con otros fármacos o suplementos”.