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Evalúan un potencial nuevo compuesto con resultados alentadores para tratar la osteoartritis canina

Evalúan un potencial nuevo compuesto con resultados alentadores para tratar la osteoartritis canina

Los resultados del estudio son alentadores y respaldan la realización de estudios más amplios para evaluar más a fondo la posible eficacia y seguridad del carbonato de calcio amorfo
Perro veterinario (10)
La seguridad en la población del estudio se controló mediante exámenes veterinarios, patología clínica y eventos adversos.

La osteoartritis (OA) es una enfermedad articular común, degenerativa, crónica y dolorosa en perros, caracterizada por dolor articular, pérdida progresiva de cartílago y remodelación ósea anormal.

 

Aunque la pérdida de cartílago articular se ha considerado la causa principal de la osteoartritis, cada vez hay más evidencia que sugiere que la integridad y el proceso de remodelación del hueso subcondral desempeñan un papel importante en la fisiopatología y los resultados clínicos de esta enfermedad.

 

Los principales medicamentos para la OA incluyen los AINE, que se asocian con reacciones adversas, no proporcionan un alivio adecuado del dolor en muchos perros y pueden no retrasar la progresión de la enfermedad. Por otra parte, más recientemente, se han aprobado factores de crecimiento para aliviar el dolor asociado con la osteoartritis sin un efecto modificador de la enfermedad. Pero se necesitan fármacos novedosos, eficaces y seguros dirigidos a la remodelación y mineralización ósea para preservar la estructura de las articulaciones y aliviar el dolor.

 

CARBONATO DE CALCIO AMORFO

 

El carbonato de calcio amorfo (ACC) es una forma metaestable, no cristalina y natural de carbonato de calcio. Algunas especies de cangrejos lo utilizan para almacenar grandes cantidades de calcio y para reabsorber rápidamente calcio a través del epitelio intestinal, lo que permite una remineralización notablemente rápida del exoesqueleto remodelado.

 

Después de su absorción sistémica, se postula, pero aún no se ha establecido que el ACC ejerza su efecto sobre la osteoartritis al contrarrestar la acidez local en la articulación OA para atenuar la consiguiente destrucción inflamatoria de la articulación y el deterioro de la remodelación ósea.

 

En condiciones fisiológicas, el pH del cartílago es débilmente ácido (pH 6,9-7,2), pero en pacientes con osteoartritis, el ambiente puede acidificarse masivamente por la producción de factores proinflamatorios y una mayor glucólisis anaeróbica (el pH puede caer hasta 5,5) que afecta significativamente el metabolismo del cartílago e inhibe la síntesis de la matriz.

 

A pesar de los estrictos mecanismos de control del pH extracelular e intracelular, esenciales para mantener las reacciones bioquímicas celulares y la homeostasis tisular, las fluctuaciones locales del pH ocurren con frecuencia en condiciones patológicas, y se sabe que los microambientes extracelulares ácidos caracterizan muchas enfermedades neoplásicas, isquémicas e inflamatorias, incluida la osteoartritis.

 

Tras su disolución en calcio y carbonato, los aniones de carbonato básico de ACC se pueden convertir espontáneamente en iones de bicarbonato (el principal regulador amortiguador del pH del cuerpo) uniendo protones para normalizar el pH localmente y modular los procesos inflamatorios desencadenados por la acidez local.

 

En un modelo de artritis reumatoide en ratas, por ejemplo, el carbonato de calcio amorfo redujo los niveles de catepsina K -una proteasa clave activada por la acidez de la cisteína implicada en la patogénesis de la OA-, la sensación de dolor y la degradación de huesos y cartílagos.

 

La hipótesis principal de un trabajo internacional fue que la administración de carbonato de calcio amorfo durante 8 semanas es eficaz para reducir el dolor y mejorar la movilidad en perros con osteoartritis de origen natural. Los objetivos fueron, por tanto, evaluar la eficacia potencial de ACC para controlar el dolor y mejorar la movilidad en perros con OA, basándose principalmente en las evaluaciones de los propietarios, para determinar la seguridad en la población del estudio y estimar la variabilidad de los datos para su uso en el diseño de futuros estudios definitivos o confirmatorios.

 

CUESTIONARIOS PARA LOS PROPIETARIOS
 

Se realizó un estudio piloto prospectivo, aleatorizado, doble ciego y controlado, para el cual se asignaron perros con osteoartritis con distintas dosis de carbonato de calcio amorfo o placebo administrado por vía oral durante 56 días. Las evaluaciones de eficacia incluyeron mejoras en el dolor y la movilidad mediante cuestionarios para propietarios [Canine Brief Pain Inventory (CBPI), Client Specific Outcome Measure (CSOM) y Veterinary Orthopaedic Scores (VOS)]. La seguridad en la población del estudio se controló mediante exámenes veterinarios, patología clínica y eventos adversos.

 

Se examinaron 53 perros, de los cuales 41 se inscribieron y sirvieron para la evaluación de seguridad. Se encontraron treinta y seis perros evaluables para la evaluación inicial de eficacia. Tres perros que recibieron placebo (21,4 %) y uno que recibió ACC (4,5 %) fueron retirados antes del día 56 debido al dolor percibido por el propietario y se consideraron fracasos del tratamiento. No hubo eventos adversos graves ni efectos clínicamente significativos relacionados con el tratamiento en el estudio. En general, se encontró que el ACC era seguro en la pequeña población del estudio. El día 56, los animales con proporcionalmente más ACC que los perros placebo tuvieron éxito en el tratamiento según CBPI (45,5 % frente a 21,4 %) y CSOM (63,6 % frente a 30,8 %, respectivamente). Sin embargo, “estas diferencias no fueron estadísticamente significativas”. Por otro lado, dentro del grupo ACC pero no en el grupo placebo, las evaluaciones CBPI, CSOM y VOS fueron más bajas en comparación con el día 0 y el día 14.

 

Ante estos hallazgos, los autores han explicado que los resultados de ACC en comparación con placebo no mostraron efectos estadísticamente reseñables sobre las principales medidas de resultados de eficacia. Sin embargo, “los contrastes entre ACC y placebo para los cambios en las distintas evaluaciones durante el estudio de 8 semanas sugieren posibles beneficios terapéuticos del carbonato de calcio amorfo y respaldan la realización de estudios más amplios y con el poder estadístico adecuado para evaluar de manera más sólida la eficacia de ACC para controlar el dolor y mejorar la movilidad en perros con OA”.

 

En resumen, “los resultados del estudio piloto son alentadores y respaldan la realización de estudios más amplios y con mayor poder estadístico para evaluar más a fondo la posible eficacia y seguridad de ACC y evaluar su posible nuevo modo de acción en perros que padecen OA”.

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