El mal y excesivo uso de antibióticos en la medicina humana y veterinaria son las fuerzas impulsoras más importantes del rápido desarrollo de la resistencia a los antimicrobianos (RAM), lo que representa una gran amenaza para la salud mundial.
Como se sabe que las bacterias, incluidas las bacterias multirresistentes, se comparten entre personas y animales, el enfoque de Una Salud es esencial para contrarrestar aún más la RAM y su amenaza para la medicina moderna.
Varios países han implantado planes de uso responsable de antibióticos. Por ejemplo, en Suecia, las autoridades y organizaciones de múltiples sectores han llamado la atención sobre la RAM desde la década de 1980, y han trabajado de manera proactiva para limitar un mayor desarrollo a través de la educación y las directrices nacionales.
Para permitir la evaluación del impacto de las medidas, es crucial reconocer las tasas y los patrones de prescripción. La medición del uso de antibióticos se puede realizar mediante encuestas manuales o sistemas desarrollados automáticamente.
Los trastornos gastrointestinales son algunas de las causas más comunes de búsqueda de atención veterinaria en medicina de animales de compañía y un área donde los antibióticos se usan ampliamente. Por lo tanto, la Red Europea para la Optimización del Tratamiento Antimicrobiano Veterinario (Enovat) ha evaluado recientemente la diarrea canina aguda como un área de interés especial, enfatizando la necesidad de intervenciones de administración de antibióticos. En este sentido, las pautas internacionales actualizadas para el uso de antibióticos, junto con los documentos de consenso sobre el manejo y el tratamiento de la gastroenterología, abogan por el tratamiento sin antibióticos para la mayoría de los trastornos gastrointestinales agudos y crónicos.
A pesar de esto, se ha informado que el uso de antibióticos en procesos digestivos oscila entre el 46 y el 71 %. La sangre en heces, pirexia, anorexia y enfermedad moderada a grave se asociaron con el tratamiento con antibióticos. Así, se ha documentado que el metronidazol es el antibiótico más comúnmente usado en estos casos en perros, seguido de amoxicilina con ácido clavulánico, penicilina y cefalosporinas.
Un trabajo reciente se ha propuesto describir el nivel de uso de antibióticos sistémicos y la tendencia temporal de la gastroenteritis canina en Suecia entre 2020 y 2023 y, de ese modo, permitir una evaluación comparativa futura y utilizar los resultados como un objetivo internacional.
Se realizó un estudio de cohorte multicéntrico observacional. Se extrajeron y analizaron datos retrospectivos de 93.641 consultas de gastroenteritis canina (EGC) de la historia clínica electrónica. Se incluyeron todas las consultas de EGC independientemente de la edad, la raza, la gravedad de la enfermedad y el nivel de atención. De las 93.641 consultas de CGE, los códigos de diagnóstico utilizados con mayor frecuencia fueron “Vómito” (42 %), “Diarrea” (37,5 %), “Diarrea hemorrágica” (7 %) y “Vómito y diarrea” (4 %).
El nivel general de uso de antibióticos sistémicos en perros suecos diagnosticados con gastroenteritis fue del 5,7 % durante el periodo de estudio. Los antibióticos más frecuentemente prescritos para la EGC durante el periodo de estudio fueron las aminopenicilinas (sin ácido clavulánico) y el metronidazol, seguidos de las fluoroquinolonas, las sulfonamidas potenciadas y las tetraciclinas.
Mientras que el nivel anual de uso de antibióticos en la EGC disminuyó del 8,1 % en 2020 al 3,9 % en 2023, un cambio porcentual estadísticamente significativo.
La tasa nacional de mortalidad por todas las causas en el momento o dentro de los 14 días posteriores a cualquier tipo de consulta veterinaria, dentro del grupo corporativo, fue del 1,6 % durante el periodo de estudio. En comparación, la tasa de mortalidad por todas las causas para las consultas de CGE fue del 8,1 % durante todo el periodo de estudio, con una tendencia decreciente durante los años 2020-2023. Al examinar las distintas subcategorías, las tasas de mortalidad fueron más bajas entre las consultas de enfermedades no hemorrágicas (6,6 %) y más altas entre las consultas de enteropatías hemorrágicas (8,1 %) durante el periodo de estudio.
Se observaron niveles más altos de uso de antibióticos en los pacientes con ECG hospitalizados (21,7 % en comparación con el 2,1 % de los pacientes con ECG no hospitalizados) y en los pacientes con ECG diarreica hemorrágica (21,0 % en comparación con el 5,5 % de los pacientes con ECG diarreica no hemorrágica).
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El trabajo reveló un nivel bajo y una tendencia significativamente decreciente del uso de antibióticos en la gastroenteritis canina en Suecia, lo que implica un alto nivel de conocimiento y cumplimiento de las pautas de uso de antibióticos entre los veterinarios.
Durante el mismo periodo, “las tasas de mortalidad por todas las causas disminuyeron significativamente para todas las consultas de gastroenteritis canina crónica, lo que implica que este nivel de uso de antibióticos no compromete la seguridad del paciente”.
No obstante, consideran que “el nivel comparativamente alto de uso de antibióticos en la diarreas hemorrágicas podría ilustrar que podrían ser posibles mejoras en el uso de antibióticos para estos perros”, ya que “la enfermedad gastrointestinal hemorrágica no es una indicación para el tratamiento con antibióticos”, y diversos estudios han demostrado que, en estos casos, “no hay diferencias significativas en la duración de los signos clínicos y las tasas de mortalidad para perros tratados con antibióticos o no”. Prueba de ello, por ejemplo, es un trabajo recogido por este medio, en el cual se demostraba que el tratamiento sintomático es más eficaz que los antibióticos en la diarrea hemorrágica aguda en canes, y el tratamiento con antibióticos no dio como resultado una mejoría clínica más rápida.
En resumen, los autores comentan que, gracias a la vigilancia automática, que incluye casi 100 mil consultas de gastroenteritis canina, “proporcionamos aquí importantes puntos de referencia que deberían fomentar un uso más prudente de antibióticos en la gastroenteritis canina -crónica a nivel internacional”. Así, "estudios futuros, y preferiblemente prospectivos, ayudarían a aumentar la comprensión de la toma de decisiones veterinarias en CGE, así como a encontrar áreas específicas en las que los veterinarios se desvían de las recomendaciones de tratamiento".