Los flavivirus (género Orthoflavivirus, familia Flaviviridae ) son patógenos endemoepidémicos transmitidos por vectores en Europa, lo que representa una amenaza importante para la salud pública. Entre ellos, el virus del Nilo Occidental (VNO) es el que presenta una mayor distribución geográfica, siendo considerado como la principal causa de encefalitis arboviral en humanos en todo el mundo. Durante las dos últimas décadas, el VNO se ha extendido a varias regiones de Europa oriental y central, al tiempo que circula de forma endémica en la cuenca mediterránea.
En España, la circulación del VNO se ha confirmado en especies de aves, mamíferos y mosquitos desde principios de la década de 2000. Sin embargo, los casos en humanos fueron esporádicos hasta 2020, cuando se produjo una epidemia de VNO sin precedentes en el suroeste de España, con 77 casos clínicos y 7 fallecidos. Desde entonces, se han notificado casos humanos anualmente en esta zona, lo que establece el virus como endémico en esta región.
El ciclo enzoótico natural del VNO involucra principalmente a las aves como hospedadores primarios y a los mosquitos, especialmente los del género Culex, que sirven como vectores competentes, mientras que los mamíferos, principalmente caballos y humanos, generalmente se consideran hospedadores sin salida debido a sus bajos niveles de viremia. Debido a la importancia de estos virus, un número creciente de estudios centrados en la vida silvestre han identificado un número cada vez mayor de especies susceptibles al VNO, expandiendo así el rango de hospedadores potenciales más allá de los primarios. En los ecosistemas mediterráneos ibéricos, la exposición al VNO se ha evidenciado en diferentes especies de mamíferos salvajes, incluidos rumiantes salvajes, zorros rojos y jabalíes.
El conejo de monte europeo y la liebre ibérica son dos especies endémicas y clave en la Península Ibérica y se encuentran entre las especies más abundantes y significativas en términos de interés cinegético. Estas especies están ampliamente distribuidas por la Península Ibérica, habitando diversos ambientes, incluyendo áreas urbanas y periurbanas. Pueden alcanzar altas densidades en ciertas regiones, aumentando así el riesgo de transmisión de patógenos zoonóticos. Sin embargo, no existen estudios seroepidemiológicos sobre el VNO en conejo silvestre europeo en España y liebre ibérica a nivel mundial.
Un estudio realizado por Sabrina Castro, Javier Caballero, Daniel Bravo, David Cano, Débora Jiménez e Ignacio García-Bocanegra del Grupo de Investigación en Sanidad Animal y Zoonosis de la Universidad de Córdoba; Francisco Llorente y Miguel Ángel Jiménez del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA); y Leonor Camacho de la Junta de Andalucía, tuvo como objetivo evaluar la exposición al VNO en poblaciones de conejo silvestre europeo (Oryctolagus cuniculus) y liebre ibérica (Lepus granatensis) que habitan en ecosistemas mediterráneos españoles.
Se recogieron sueros de 540 lagomorfos silvestres (399 conejos silvestres europeos y 141 liebres ibéricas), procedentes de 106 cotos de caza distribuidos por Andalucía, entre las temporadas de caza 2018/2019 y 2022/2023.
Se detectaron anticuerpos contra flavivirus mediante el ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas de bloqueo (bELISA) en el 5 % de los lagomorfos salvajes. La exposición al VNO se confirmó en el 4,8 % de los conejos salvajes y en el 0,7 % de las liebres ibéricas mediante la prueba de microneutralización del virus. Se encontraron anticuerpos anti-VNO en lagomorfos salvajes muestreados en tres (2,8 %) cotos de caza ubicados en Andalucía occidental durante las temporadas 2020-2021 y 2021-2022. Sorprendentemente, explican los autores, esta distribución espaciotemporal se superpone con el mayor brote de VNO en España. Así, "18 de los 20 lagomorfos salvajes seropositivos al VNO fueron muestreados en septiembre de 2020 en un único coto de caza situado en el municipio de Vejer de la Frontera. Cabe destacar que agosto y septiembre fueron los periodos de mayor riesgo de brotes de VNO durante la epidemia de 2020 y, en particular, se notificaron tanto brotes en caballos como casos humanos en este municipio"
Todos estos hallazgos, alertan, denotan la circulación del VNO en lagomorfos salvajes durante los últimos años, así como una distribución espaciotemporal heterogénea del virus en estas especies de mamíferos en la región de estudio. Por otro lado, no se detectaron anticuerpos contra el virus Usutu y el virus Bagaza en las poblaciones de lagomorfos silvestres analizadas.
Ante estos datos, indican que “este estudio constituye el primer informe de exposición al VNO en conejos silvestres en España y en liebres ibéricas en todo el mundo”. Aunque estas especies no parecen desempeñar un papel principal en la epidemiología del virus, “podrían servir como centinela para el seguimiento del VNO en los ecosistemas mediterráneos ibéricos”. En resumen, este estudio subraya la "importancia de continuar con los esfuerzos de vigilancia en las poblaciones de fauna silvestre para comprender mejor la dinámica de la transmisión de flavivirus e informar sobre las intervenciones de salud pública".