Un nuevo estudio ha descubierto que dos subtipos de Escherichia coli (E. coli) patógena producen entre cinco y 16 veces más "baba" capsular protectora cuando está presente Enterococcus faecalis (EF). El hallazgo podría conducir a terapias dirigidas para infecciones por E. coli específicas de perros y aves de corral.
Las bacterias E. coli en cuestión (E. coli uropatógena (UPEC) y E. coli patógena aviar (APEC)) causan infecciones del tracto urinario en perros e infecciones del torrente sanguíneo en aves de corral, respectivamente.
"Las infecciones del tracto urinario, si bien no suelen ser fatales para los perros, son extremadamente comunes, y una de las principales razones por las que se recetan antibióticos en la medicina de pequeños animales", explica Grayson Walker, ex estudiante de doctorado en Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y autor correspondiente del estudio. Walker es actualmente médico veterinario en el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
"Por otra parte, la APEC es una de las principales causas de muerte de aves de corral en todo el mundo", afirma Walker. "Y ambas infecciones se agravan cuando hay una coinfección con EF. Estudios anteriores han demostrado que parte de la razón de esto es que la EF ayuda a la E. coli a sobrevivir en entornos con bajo contenido de hierro, como el tracto urinario o el torrente sanguíneo. Queríamos ver qué más podría estar sucediendo".
RESULTADOS
El equipo de investigación comenzó cultivando distintas cepas de APEC y UPEC cada vez más cerca de Enterococcus en un sistema de cultivo con restricción de hierro. Identificaron cepas de APEC y UPEC que respondían al hierro y observaron que estas cepas crecían más rápido y producían más exopolisacárido, una cápsula viscosa protectora, cuando estaban más cerca de Enterococcus.
Luego, analizaron cepas sensibles y no sensibles a EF en un modelo de coinfección con embriones de pollo, y encontraron una mayor mortalidad en embriones coinfectados con cepas sensibles a EF en comparación con aquellos coinfectados con cepas no sensibles o con APEC o EF solos.
Compararon los genomas de cepas sensibles y no sensibles al EF y descubrieron que, además de los genes de adquisición de hierro, las cepas sensibles tenían genes asociados específicamente con la virulencia y la producción de cápsulas.
"En el caso de las infecciones en perros y aves de corral, el Enterococcus actúa como un arma protectora de la E. coli", afirma Walker. "Ya sabíamos que la coinfección supera los entornos con niveles bajos de hierro. Ahora sabemos que también permite a la E. coli protegerse mejor a sí misma".
"Esperamos que este estudio conduzca a la identificación de nuevos objetivos para vacunas o terapias contra estas coinfecciones de Enterococcus y E. coli patógena", concluyen.