La Generalitat de Cataluña ha informado que a principios de noviembre se confirmó un caso de hantavirus.
Hasta el momento, no se han denunciado más casos y, tal y como destacan las autoridades catalanas, el riesgo de transmisión a nivel de población en la zona afectada es muy bajo. Asimismo, las personas con profesiones de riesgo que trabajan en la zona que puede estar contaminada tienen un bajo riesgo de contagio.
Además, informan que se han identificado áreas de posible exposición, por lo que se han emitido recomendaciones para el control y limpieza de estas áreas y se ha activado la vigilancia para detectar otros posibles casos o personas expuestas.
CASO DE HANTAVIRUS EN UNA PERSONA
El paciente, que vivía en una zona rural de la comarca de Berguedá, provincia de Barcelona, comenzó los síntomas a mediados de septiembre y, a principios de octubre, requirió el ingreso hospitalario con el apoyo de la UCI. La muestra fue recolectada para identificar al agente causal y, a principios de noviembre, el resultado positivo de hantavirus fue confirmado en la muestra enviada y procesada en el Centro Nacional de Microbiología. Ese mismo día se iniciaron las actuaciones de vigilancia y control de la enfermedad. Cabe subrayar que el paciente fue dado de alta con buena evolución.
TRANSMISIÓN DEL VIRUS
Los hantavirus son virus transmitidos por roedores que pueden causar enfermedades clínicas en humanos de diversa gravedad. En este sentido, la transmisión a los humanos se produce mediante la inhalación de orina, heces o saliva de roedores infectados con el virus.
Los roedores, como el topillo y el ratón de campo, son el reservorio de hantavirus. Los casos en humanos son más frecuentes en primavera y verano, coincidiendo con las estaciones de mayor actividad de los roedores. En estos períodos, los roedores proliferan y, en otoño, invaden los asentamientos humanos aumentando el riesgo de transmisión. No se han descrito casos de infección por este virus en animales de renta herbívoros, como vacuno, ovino, caprino y equino.
Los roedores infectados excretan el hantavirus en su orina, heces y saliva, cinco o seis días después de haberse infectado. Esta excreción dura unos dos meses aproximadamente, durante los cuales pueden transmitirse el virus. La infección en humanos se produce principalmente mediante la inhalación de aerosoles o polvo contaminados por las heces de los roedores, por lo que los sitios infestados son lugares de riesgo de contagio. En relación a esto, no se conoce transmisión de persona a persona por los hantavirus europeos, por tanto, no es necesario el aislamiento de la persona infectada. Tampoco se conocen vectores artrópodos para los hantavirus.
Por otra parte, señalan que los grupos de riesgo son los referentes a ocupaciones como trabajadores forestales, agricultores, ganaderos y veterinarios, pues tienen mayor riesgo de exposición.
CARACTERÍSTICAS DE LA ENFERMEDAD
Las manifestaciones clínicas de los pacientes con enfermedad de hantavirus son bastante variables, pues varían desde formas asintomáticas hasta casos severos. El período de incubación es relativamente largo, de dos a tres semanas, pero puede ser de hasta seis semanas.
Los pacientes tienen fiebre alta, dolores de cabeza (a menudo, dolores de cabeza muy intensos), alteraciones de la coagulación, dolor abdominal y de espalda. El cuadro inicial puede evolucionar en cuadros hemorrágicos con afectación principalmente renal o cardiopulmonar de mayor gravedad. Asimismo, no existe ningún tratamiento curativo para la infección por hantavirus ni ninguna vacuna para evitar el contagio.
MEDIDAS DE VIGILANCIA Y CONTROL
La Generalitat de Cataluña ha iniciado diversas actuaciones de vigilancia y control de la enfermedad, incluyendo las siguientes: identificación de las posibles áreas de riesgo; identificación de personas posiblemente expuestas; vigilancia activa en los centros sanitarios de la región para la búsqueda prospectiva y retrospectiva de casos sospechosos; información y coordinación de la respuesta con el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, así como con el ámbito local; e implementación de medidas de protección de la salud en el entorno cercano al caso para evitar la extensión del virus.
Es importante destacar que el paciente carece de antecedentes conocidos de viaje, por lo que se considera un caso de probable transmisión autóctona. Por ello, se han identificado los entornos en los que los roedores pueden generar nidos y contaminar la zona. Asimismo, se han realizado actuaciones de control sanitario y se han indicado acciones de limpieza y desinfección. Actualmente, no se han detectado más casos ni expuestos.
RECOMENDACIONES DE SALUD PÚBLICA
La mejor forma de prevenir la infección es eliminar o minimizar el contacto con las zonas pobladas por roedores que puedan estar infectados por hantavirus. En este sentido, es básico eliminar las heces de roedores de zonas frecuentadas por personas y limpiar con desinfectantes.
Es de gran importancia evitar la inhalación de polvo o aerosoles que se puedan originar en las zonas a limpiar. Por este motivo, es importante garantizar una buena ventilación de la zona y que los trabajadores utilicen mascarilla, guantes, gafas y otras medidas de autoprotección. Además, es esencial que lleven ropa fácil de sacar y lavar una vez finalizada la tarea.
También hay que evitar la creación de polvo en el aire al limpiar, mojando el polvo y la suciedad con detergente o desinfectante para reducir la generación de aerosoles. En este punto, es preferible frotar o limpiar las superficies con trapos húmedos antes que barrer. Dado que el virus permanece infeccioso fuera del roedor durante un período largo, el riesgo de infección puede persistir después de haber eliminado a los roedores en el caso de que la limpieza no se haya realizado correctamente.
Por otro lado, insta a prevenir la entrada de roedores en dependencias o espacios sensibles (almacenes de alimentos, piensos o paja) con cierres adecuados e identificar y eliminar las madrigueras de roedores cerca de las casas. Si la densidad de roedores es especialmente alta, puede ser necesario el cebo y la captura. No está recomendado llevar roedores salvajes a los hogares como mascotas o cuidarlos si se encuentran enfermos o heridos.
Por último, recuerdan que, en caso de haber estado en contacto con roedores o zonas posiblemente contaminadas y presentar síntomas compatibles con la infección por hantavirus, "hay que consultar a un profesional".