La sociedad argentina se encuentra conmocionada debido a la muerte de Leandro Porta, conocido por ser médico veterinario en Córdoba (Argentina), quien se suicidó hace unos días debido al hostigamiento que recibió en redes sociales a raíz del caso Negrita. Esta situación tuvo su origen el pasado mes de febrero, cuando se viralizó un video en el que Hermes Moreyra, un falso veterinario, aparece golpeando brutalmente a una perra y arrastrándola por el suelo.
Durante la investigación de este suceso, se descubrió que Moreyra hizo un uso fraudulento de la matrícula del veterinario Leandro Porta para mantener su clínica veterinaria abierta. De acuerdo con diversas fuentes, Moreyra habría presentado una foto del título de Leandro para habilitar el centro, que anteriormente había estado a nombre del hermano de Hermes, el veterinario Ariel Moreyra, quien habría dejado el negocio previamente.
Porta, quien apenas estaba iniciando su trayectoria como veterinario, se quedó atrapado en medio de la polémica tras la mención de su nombre en el caso. A partir de ese momento, comenzó el hostigamiento y difamación en redes.
Asimismo, las repercusiones del caso Negrita se habrían ligado a las de otro en que “el tutor de un animal, de alto riesgo, que fue tratado en una veterinaria en la cual el colega era uno de los profesionales, estaría iniciando una demanda por mala praxis, por supuestamente no cuidar a la mascota”, según ha comunicado el Colegio Médico Veterinario de la Provincia de Córdoba.
El Colegio, que ha señalado que el afectado recurrió a ellos antes de la tragedia “en busca de respaldo”, ha emitido un comunicado lamentando lo sucedido. “El dolor se debe a que el matriculado era un profesional joven, iniciando su camino en la práctica médica y que él mismo manifestó no estar preparado para todas las situaciones que tocaban vivir en la práctica profesional, no por falta de conocimiento, sino por la escasa empatía de tutores y algunos colegas. El hecho debe ser un llamado de advertencia a todos los médicos veterinarios a aunarse en la pena y solidarizarse con quien fue matriculado”, se lee en el documento.
“Debemos tomar conciencia de que comentarios malintencionados detrás de una computadora pueden dañar a otros. De que los veterinarios estamos expuestos constantemente a ser considerados como los responsables de las muertes de mascotas y animales que llegan a nuestros centros en estados avanzados de patologías, pues se evita llegar a la consulta sino hasta última instancia”, prosiguen.
“Este Colegio da su pésame a los miembros de la familia, amigos y cercanos del matriculado y llama una vez más a la reflexión del impacto, a veces nefasto, que pueden tener los comentarios en redes sociales y también el de hacer acusaciones a los veterinarios por situaciones que escapan a la praxis médica. Es importante recordar que los animales no son máquinas que puedan ser "reparadas", sino seres vivos que requieren tratamientos que, lamentablemente, a veces no logran los resultados esperados. Por eso, pedimos respeto, empatía y apoyo para todos aquellos que dedican su vida al bienestar de los animales”, finaliza el comunicado del Colegio.
El Colegio ha condenado además que las autoridades de la región difundieran el nombre de Porta en un comunicado público tras la viralización del caso Negrita, pues este hecho desencadenó el hostigamiento.
ACOSO A VETERINARIOS, UNA SITUACIÓN PRESENTE EN EL RESTO DE LATINOAMÉRICA
Otro caso sucedió en México, donde, a través de un comunicado, el Colegio Estatal de Medicina Veterinaria y Zootecnia de Guanajuato pidió apoyo al gobierno estatal para deslindar responsabilidades y detener las afectaciones hacia Francisco Ethiel Martínez, "anteponiendo y salvaguardando su integridad física y emocional, en apego a sus garantías individuales, al libre ejercicio de la profesión y sus derechos humanos a una vida libre de violencia".
No se ahondó en el caso que involucra a Ethiel Martínez, pero la organización solicitó a las personas afectadas supuestamente por el médico veterinario acudir a las autoridades y permitir "deslindar responsabilidades y en su caso emitir sanciones, evitando con ello la agresión, el desprestigio que han generado al grado de incitar la violencia en contra del gremio veterinario, lo cual constituye un delito el cual exigimos no quede impune".
Finalmente, el Colegio exhortó al Gobierno del Estado de Guanajuato a apoyar al gremio veterinario, "buscando el establecimiento de una normativa que evite este tipo de agresiones generadas por supuestos defensores de animales, quienes, escudados en ello, creen tener el derecho y la autoridad de violentar al médico veterinario".
"Los médicos veterinarios como todos los profesionistas del área de la salud, estudiamos, nos formamos, capacitamos y preparamos para la atención adecuada, ética e integral a nuestros pacientes. El gremio veterinario es la primera línea de defensa de la salud y el principal motor del bienestar animal", puntualizó.
PERROS SACRIFICADOS EN ALMOLOYA DE JUÁREZ
En septiembre se dio a conocer otro caso de acoso a médicos veterinarios en México. Mediante un comunicado, el Colegio Estatal de Médicos Veterinarios Zootecnistas Estado de México A.C. (Cemvzem) expresó su apoyo a Mary Jose Ledezma Almaráz, miembro activo de esta organización y quien fue víctima "de una serie de ataques difamatorios e infundados directo a su persona y a través de redes sociales".
Esta situación se desencadenó debido a que Ledezma Almaráz, "en su papel de titular de la Unidad Municipal de Control y Bienestar Animal en Almoloya de Juárez, atendió un reporte ciudadano relacionado con dos perros que presentaban conductas agresivas dentro de la comunidad. Procedió, conforme a lo estipulado por la ley, a retirar a dichos animales y mantenerlos bajo observación durante 72 horas, tiempo que marca la normativa vigente para que sus dueños los reclamaran. Al no ser reclamados, se procedió al sacrificio humanitario de acuerdo con los protocolos establecidos", explica el documento.
El Colegio aclara que Ledezma Almaráz, "en todo momento, ha actuado en estricto apego a las normativas y con el compromiso de garantizar el bienestar tanto de los animales como de la comunidad.
"Las acciones que llevó a cabo están respaldadas por el reglamento municipal y la ley, que establece claramente que los animales que deambulan por las vías públicas sin supervisión representan un peligro para la sociedad y una fuente de posibles problemas de salud pública", señala el comunicado.
Ante esto, el Colegio rechazó "enfáticamente cualquier tipo de difamación hacia los médicos veterinarios, y en este caso hacia la Dra. Ledezma, quien es una agremiada activa de nuestra institución y cuyo trabajo siempre se ha caracterizado por su apego a las leyes, su profesionalismo y su pasión por el bienestar animal. Estos ataques son un intento de deslegitimar su trabajo y su reputación".
Es por ello que la organización solicitó "de manera respetuosa pero firme que se retiren las publicaciones difamatorias, ya que estas acciones pueden constituir un delito de difamación.
"Si el grupo de protectores desea discutir este asunto con el Comité de Conciliación del Cemvzem, deberán presentar su acta constitutiva ante notario y la inscripción correspondiente en la Secretaría de Medio Ambiente como asociación protectora, además de contar con los documentos necesarios y la cédula profesional de médico veterinario que les respalde", añade el Colegio.
Finalmente, se reiteró el total respaldo a la doctora y el compromiso en la defensa de los agremiados "ante cualquier tipo de injusticia o ataque que ponga en duda su integridad profesional".
MUERTE DE LA POMERANIA CHANEL
Otro ejemplo de este tipo de situaciones fue cuando en Sonora, Gilberto Genaro “N”, propietario de Channel, una canina de cuatro años de edad, raza Pomerania, interpuso una denuncia el pasado 24 de junio debido a la muerte del ejemplar ocurrida el día 22 del mismo mes. En su denuncia, expuso que llevó a la mascota a una clínica veterinaria para que le practicaran una limpieza dental y, posteriormente, se la entregaron sin vida.
El perjudicado expuso que acudió al lugar con Channel para que le realizaran una limpieza dental y la dejó en la recepción con un encargado, quien le hizo firmar una responsiva; sin embargo, al pasar las horas y no recibir ninguna llamada de la veterinaria, decidió ir a ver qué sucedía.
Ya en la veterinaria, hicieron esperar a Gilberto Genaro “N” varios minutos hasta que lo llevaron a un área donde tenían a la perra con oxígeno y estaban tratando de reanimarla, pero luego, falleció. Los encargados le explicaron que no había despertado de la anestesia.
Ante esto, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) solicitó ante un Juzgado Oral del Supremo Tribunal de Justicia (STJ) fecha para la formulación de imputación por la probable comisión del delito de responsabilidad médica técnica.
Debido a lo ocurrido, la Federación de Colegios y Asociaciones de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México A.C. (FedMVZ) informó que, como máxima organización gremial, promueve la actualización y capacitación permanente "para que el ejercicio profesional se cumpla con altos estándares técnicos y científicos, la normatividad aplicable y sobre todo, la ética profesional".
Seguido de esto, la Federación exhortó a la sociedad en general y al gremio médico veterinario zootecnista "evitar realizar juicios de valor que pudieran afectar los procesos judiciales que se encuentran en curso".
"Nos solidarizamos y lamentamos cualquier pérdida de un animal de compañía, asimismo, condenamos cualquier tipo de violencia ejercida y exigimos un alto a los ataques, difamación y cualquier acto que atente contra nuestra profesión", concluyó.