El acoso laboral se puede definir como toda aquella acción llevada a cabo con el objetivo, o con la consecución, de humillar o amedrentar a una persona en su entorno laboral. Según expone el Sindicato Comisiones Obreras, en términos generales, hasta un 15 % de los trabajadores en España es víctima de acoso laboral.
En este aspecto, con el objetivo de profundizar en la problemática del acoso laboral en el sector veterinario, Pedro Jesús García, estudiante de Veterinaria en la Universidad de Córdoba, ha realizado su trabajo de fin de grado recabando las opiniones de más de 800 profesionales del ámbito veterinario.
Explorando la prevalencia del acoso, y valorando del 1 al 10 cómo se ven afectados los veterinarios por el acoso laboral, los datos de las 876 respuestas obtenidas ante dicha cuestión, reflejan que un 22,6 %, 198 respuestas, sostienen que el grado de afectación es de 10 sobre 10, mientras que 206 respuestas, que suponen el 23,5 %, defienden que el grado de afectación es de 9 sobre 10, y 181 personas, lo que equivale al 20,7 %, opina que se ve afectada en un grado de 8 sobre 10. Es decir, “el 67% de los encuestados opina que la profesión veterinaria se ve afectada al máximo por el acoso y la precariedad laboral”. Además, el 28,8 % de los encuestados afirma haberlo vivido.
En cuanto al porcentaje de veterinarios que han sido insultados, amenazados, o han sufrido algún tipo de trato vejatorio durante su jornada laboral, “más del 60 % de los encuestados reconoce haber sufrido estas prácticas”.
Otra de las preguntas aborda el acoso sexual, los datos arrojan que un total del 10 % asegura haber sufrido acoso sexual durante su jornada laboral.
También es destacable que el 28,1 % de los veterinarios ha necesitado atención psicológica debido a alguna mala experiencia en el ámbito laboral.
EL PROBLEMA DE LAS HORAS EXTRA
García ha querido conocer la frecuencia en la que un veterinario se haya visto obligado a realizar horas extraordinarias bajo amenaza o chantaje, o que no se le hayan retribuido tras su realización.
De las 877 respuestas obtenidas ante esta pregunta, “prácticamente el 60 % de los encuestados reconoce haber sido obligado bajo amenaza o chantaje para realizar horas extraordinarias, que después no le han sido retribuidas. Mientras, solo entre el 23-24 % de los encuestados reconoce no haber sido objeto de esta situación ni tener constancia de compañeros que hayan sido sometidos a ella”.
En definitiva, tras analizar las opiniones, el autor concluye que "el acoso y la precariedad laboral se presentan actualmente en el ejercicio de la profesión veterinaria de manera constante".
SOLO 1 DE CADA 10 VETERINARIOS DENUNCIAN
El acoso laboral es una práctica recogida en el Código Penal y, por lo tanto, se pueden emprender acciones legales para sancionar este tipo de conducta.
En este sentido, los datos recogidos en este informe revelan que tan solo el 11,2 % de los encuestados reconoce haber denunciado esta situación. “Al denunciarse muy poco, y llegar pocos casos a los tribunales sobre casos de acoso a veterinarios, el número de sentencias es escaso”.
El estudiante ha explorado el motivo de las bajas tasas de denuncia, y ha hallado que el 69,7 % de los encuestados no denuncia por miedo a perder el trabajo, el 18,4 % no lo hace porque considera que “no se hará justicia”, y el 11,8 % considera otros motivos.
Por último, a modo de conclusión, “de estos resultados puede deducirse que casi el 70 % de los votantes tienen una visión pesimista en cuanto al futuro de la profesión veterinaria, lo cual debería ser un indicador de la cantidad y gravedad de problemas que afectan a la profesión”.
Asimismo, este trabajo “parece manifestar con claridad que debe estudiarse esta problemática en profundidad para alcanzar soluciones”.
CLAVES PARA RECONOCER EL ACOSO LABORAL
Para comprender lo que significa el concepto “acoso laboral” en toda su amplitud, el autor recapitula algunos puntos a tener en cuenta.
Según recoge el texto, el acoso atañe un desprestigio laboral mediante tácticas de descrédito, distorsión de comunicaciones o minimización de logros, así como un entorpecimiento del progreso, bloqueando la actividad laboral o degradando al acosado a tareas inapropiadas.
También implican acosos las conductas que bloqueen la comunicación en el área laboral como ignorar la presencia, no responder a las preguntas o no permitir hablar; la intimidación encubierta mediante amenazas y daños ocultos que no dejan huella; o el desprestigio personal, mediante la crítica, burla o ridiculización de la forma de ser, pensar o vivir de la persona que pueda producir un descrédito o desprestigio de su vida personal o privada.
Otras acciones más evidentes serían insultar o menospreciar a la persona trabajadora, o reprender, presionar o coaccionar al trabajador delante de otros compañeros o usuarios.
También menciona el chantaje, la agresión física o sexual y el hostigamiento en redes sociales.
AGENTES PROMOTORES O CAUSANTES DEL ACOSO LABORAL
A pesar de la visión simplista de que el acoso laboral procede del empresario hacia los trabajadores, “ésta es sólo una de las formas en que se manifiesta”, explica García.
En este sentido, hay otras formas de acoso menos conocidas y que igualmente repercuten en la profesión. Por ejemplo, los casos de veterinarios clínicos que se han sentido intimidados por sus clientes. “En numerosas ocasiones, los profesionales veterinarios son insultados, amenazados, ridiculizados e intimidados por algunos clientes, los cuales en ocasiones llegan incluso a la agresión física”.
García también apunta a la intimidación sufrida en redes sociales. “Cada vez surgen más casos de este tipo de acoso con la intención de denostar la reputación de los profesionales veterinarios”, asegura. También es destacado por el autor la problemática existente en cuanto al acoso perpetuado por los propios compañeros de trabajo.