Una nueva herramienta predice la mortalidad a corto plazo de perros geriátricos

Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte han desarrollado una herramienta que puede ayudar a los dueños y veterinarios a evaluar la fragilidad de un perro anciano. Cuando esta se combina con evaluaciones simples del estado corporal y muscular por parte del veterinario, puede predecir la probabilidad de mortalidad a corto plazo (en un plazo de seis meses) y brindar datos importantes a los dueños que se enfrentan a decisiones sobre el tratamiento y la calidad de vida de sus perros mayores.

"En los seres humanos, clasificamos la fragilidad como un estado físico o fisiológico asociado con la pérdida de fuerza, la lentitud al caminar, la pérdida de peso, el agotamiento y la reducción de la actividad, que es lo que sucede cuando el cuerpo comienza a relajarse", explica Natasha Olby, autora del trabajo.

"En los seres humanos, la fragilidad se correlaciona con la discapacidad y la mortalidad, y tenemos herramientas para evaluar la fragilidad en los seres humanos. Sin embargo, este es un campo emergente en los perros y existe la necesidad de herramientas de detección que se puedan aplicar fácilmente".

Olby es la investigadora principal del programa de neuroenvejecimiento canino de NC State, que busca comprender los mecanismos involucrados en el proceso de envejecimiento canino.

"Nos motivó a desarrollar un fenotipo de fragilidad, o un conjunto de características comunes, en parte porque pensamos que la fragilidad puede estar alterando los resultados de algunos de los perros en nuestros ensayos clínicos", asegura Olby. "La otra motivación es que vemos perros frágiles todos los días y la condición no está bien descrita".

"Una de las preguntas más frecuentes que reciben los veterinarios de los propietarios que intentan decidir sobre los tratamientos para perros ancianos es: '¿cuánto tiempo vivirá mi perro?'", afirma Olby. "Si pudiéramos desarrollar un fenotipo que sea razonablemente predictivo de la mortalidad a corto plazo, podría ser útil para los propietarios que se enfrentan a decisiones de tratamiento".

Por lo anterior, la investigadora junto con su equipo desarrollaron un cuestionario de detección de fragilidad que planteaba a los dueños preguntas sobre el estado nutricional de su perro (que incluía el estado general del cuerpo y el apetito), el agotamiento/nivel de energía , la movilidad, el estado muscular y la actividad social. Estos cinco "dominios" también se utilizan en las evaluaciones de fragilidad humana.

EL ESTUDIO

Luego validaron la herramienta contra dos poblaciones de perros: 39 perros que eran participantes en el estudio de neuroenvejecimiento de Olby y 198 perros de 10 años o más que no estaban inscritos en el estudio de neuroenvejecimiento.

Los perros que fueron clasificados como "discapacitados" en tres de los cinco dominios fueron considerados frágiles y tenían el doble de probabilidades de morir en un plazo de seis meses que los perros que no eran frágiles.

"Por supuesto, la realidad es que nunca se sabe cuánto tiempo vivirá un perro, pero este cuestionario, combinado con las puntuaciones de la condición corporal y muscular, es bueno para predecir la mortalidad a los seis meses", comparte Olby. "Y es una herramienta de detección fácil de implementar que no requiere ningún análisis de laboratorio: un veterinario puede evaluar la condición corporal y muscular con una simple palpación".

Los investigadores tienen la esperanza de que esta herramienta de detección conduzca a fenotipos más completos de la fragilidad canina.

"Sin duda, todavía es un trabajo en progreso, pero esta es una herramienta sencilla que los propietarios y veterinarios pueden usar como punto de partida para analizar las opciones de cuidado para perros mayores", concluye Olby.