Mientras las temperaturas continúan aumentando en todo el mundo debido al cambio climático, una técnica simple pero innovadora podría ser la clave para mantener a los perros a salvo de enfermedades relacionadas con el calor.
Una nueva investigación revela que enseñar a los perros a sumergir voluntariamente la cabeza en agua es el método más eficaz para enfriarlos rápidamente después del ejercicio. El estudio comparó varios métodos de enfriamiento y descubrió que sumergir voluntariamente la cabeza en agua no solo enfriaba a los perros más rápido que otras técnicas, sino que también evitaba los peligrosos picos de temperatura posteriores al ejercicio.
"Este estudio cambia nuestra comprensión de los métodos de enfriamiento en el perro. Durante el estrés por calor, aumenta el flujo sanguíneo a la cabeza, la nariz, la lengua y las orejas. El enfriamiento de los tejidos de la cabeza permite un enfriamiento rápido de todo el cuerpo con cantidades limitadas de agua. Además, entrenar al perro para que participe en el proceso de enfriamiento puede mejorar no solo su seguridad, sino también el vínculo entre los animales y los humanos".
LA IMPORTANCIA DE ENFRIAR RÁPIDAMENTE A LOS PERROS
Las enfermedades relacionadas con el calor, como golpes de calor, son un riesgo grave para los perros, especialmente si el clima cálido, cuando los perros pueden sobrecalentarse rápidamente durante las actividades, lo que los pone en riesgo de sufrir lesiones por calor o insolación. La investigación enfatiza la regla fundamental de "enfriar primero, transportar después", que alienta a los dueños a comenzar a enfriar a los perros inmediatamente si muestran signos de estrés por calor, antes de buscar atención veterinaria.
Entre los métodos probados, solo la técnica de inmersión voluntaria de la cabeza, en la que se entrena a los perros para sumergir la cabeza en el agua, evitó picos peligrosos de temperatura después del ejercicio y, al mismo tiempo, enfrió a los perros más rápido que los otros métodos.
TÉCNICA SENCILLA, GRANDES BENEFICIOS
Como se describe en la investigación, la inmersión voluntaria de la cabeza utiliza un entrenamiento de refuerzo positivo para alentar y recompensar a los perros por sumergir la cabeza en un balde de agua para recuperar un juguete o una golosina. Se agrega agua limpia a temperatura ambiente de manera gradual hasta que el perro se sienta cómodo sumergiendo la cabeza para recuperar el juguete o la golosina.
Al enseñar a los perros a realizar esta tarea, los dueños pueden ayudar a sus mascotas a limpiarse la nariz y los ojos de polvo y suciedad, a la vez que les proporcionan un alivio rápido del sobrecalentamiento. La investigación descubrió que los perros entrenados con esta técnica podían enfriarse más rápidamente después del ejercicio en comparación con otros métodos de enfriamiento. Además, sumergir la cabeza puede ayudar a limpiar la suciedad de la nariz y los ojos de un perro, lo que la convierte en una herramienta de primeros auxilios versátil.
Los investigadores recomiendan entrenar a los perros en esta técnica, ya que podría resultar una habilidad valiosa en caso de estrés por calor, especialmente durante actividades al aire libre como senderismo o correr. Es importante tener en cuenta que el entrenamiento puede llevar desde unos días hasta varias semanas, según el nivel de comodidad y motivación de cada perro.
CONSEJOS ADICIONALES DE SEGURIDAD
Los dueños de mascotas deben tener en cuenta que, si hace calor afuera para los humanos, es probable que haga aún más calor para las mascotas, indican los autores. “No existe una temperatura fija en la que el calor se vuelva peligroso, ya que el riesgo puede variar según las características físicas, la edad, el peso, las afecciones médicas subyacentes y el nivel de actividad de la mascota”. En general, las mascotas con pelaje más largo u oscuro, las razas braquicéfalas, las mascotas mayores, las mascotas obesas o aquellas con ciertas afecciones médicas pueden tener un mayor riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el calor.
Los autores consideran fundamental que los dueños de mascotas reconozcan los signos de estrés térmico o golpe de calor en sus animales. Estos pueden incluir ansiedad, jadeo excesivo, saliva espesa y viscosa, vómitos o diarrea, encías rojo oscuro, o inestabilidad/colapso.
Si se observa alguno de estos signos, “los propietarios deben comenzar a intentar enfriar a su mascota inmediatamente y buscar atención veterinaria de emergencia”.