Mantener a las mascotas a salvo del golpe de calor

El verano es una época para hacer barbacoas, picnics y otras actividades al aire libre con la familia, los amigos y las mascotas. Actualmente, España está en medio de la segunda ola de calor del verano. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) advierte que las altas temperaturas obligan a extremar las precauciones. Por ello, es importante que los propietarios de animales de compañía sepan cómo reconocer los síntomas de insolación y agotamiento por calor en las mascotas.

El agotamiento por calor es un término general para el letargo, el malestar y la debilidad causados por el calor intenso, mientras que el golpe de calor, o insolación, es una enfermedad real causada por el aumento de la temperatura corporal.

Los veterinarios señalan que, “si bien algunas mascotas son más susceptibles al golpe de calor, cualquier animal puede desarrollar la enfermedad bajo ciertas condiciones”.

Según explican, el golpe de calor se produce con mayor frecuencia cuando las mascotas se dejan al aire libre durante el verano sin acceso adecuado a la sombra y al agua, o cuando las mascotas se dejan en vehículos sin ventilación en cualquier época del año. “El golpe de calor también puede desarrollarse en cualquier época del año en mascotas con afecciones respiratorias u obesas, especialmente cuando el clima cambia abruptamente y se vuelve más húmedo”.

Los animales con actividad convulsiva prolongada o temblores corporales completos también pueden desarrollar un golpe de calor debido al aumento de la temperatura corporal causado por la actividad muscular, apuntan los expertos.

UNA AMENAZA CON FATALES CONSECUENCIAS

En este sentido, el golpe de calor es extremadamente peligroso porque tiene el potencial de dañar el cuerpo de múltiples maneras y causa un daño cada vez mayor a medida que aumenta la temperatura corporal de un animal.

"Las temperaturas corporales por encima de los 40.5 ºC pueden resultar en problemas de coagulación de la sangre potencialmente mortales, shock, deshidratación severa, daño renal y hepático y cambios neurológicos", advierten. "Literalmente, todas las células del cuerpo se ven afectadas porque la temperatura extrema daña las proteínas".

Si la temperatura corporal supera los 41.5 ºC, el animal también puede experimentar disfunción multiorgánica e incluso la muerte.

Por esta razón, “es muy importante que los dueños de mascotas estén atentos a los signos de insolación siempre que una mascota esté fuera durante un período prolongado de tiempo”. Estos signos incluyen colapso, una aparición repentina de vómitos y/o diarrea, dificultad respiratoria y jadeo continuo, además de babeo y encías de color rojo, violeta o azul brillante.

Si una mascota tiene alguno de estos signos, sugieren tomar medidas inmediatas. “Retire a la mascota del medio ambiente, inicie el proceso de enfriamiento con un ventilador y busque atención veterinaria lo antes posible. No coloquen a los animales en un baño de hielo o los sumerjan en agua porque puede bajar su temperatura demasiado".

Además de monitorear cuidadosamente a las mascotas, existen otras medidas que los dueños pueden tomar para prevenir el agotamiento por calor y la insolación. Así, recomiendan asegurarse de que las mascotas siempre tengan acceso a agua fresca y sombra cuando estén al aire libre, evitar el ejercicio durante las horas más calurosas y húmedas del día y nunca dejar a una mascota desatendida en un vehículo.

Por otra parte, recuerdan que “los propietarios deben consultar al veterinario y siempre comenzar despacio al reintroducir la actividad a una mascota previamente inactiva, especialmente en la primavera. Su veterinario también puede brindarle más consejos sobre cómo mantener a su mascota a salvo de la insolación y el agotamiento por calor”.

El calor del verano tiene el potencial de ser peligroso, “pero al monitorear cuidadosamente la condición de un animal y el medio ambiente, los dueños pueden disfrutar de esta época del año con sus queridas mascotas”.