El control eficaz de un brote de gripe aviar demuestra la importancia de la formación de los granjeros

En 2022, Guinea, en África occidental, experimentó su primer brote de influenza aviar altamente patógena (IAAP). El brote, que comenzó en una granja de aves ponedoras en la segunda zona de producción avícola más grande del país, se propagó rápidamente y causó una mortalidad del 100 % en tres días, así como en otras diez granjas en una semana. "La urgencia de controlar el brote se vio acentuada por un análisis de riesgos que indicó una alta probabilidad de propagación de la enfermedad debido a medidas inadecuadas de bioseguridad a lo largo de la cadena de valor", señalan desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

MEDIDAS DE INTERVENCIÓN Y PAPEL DE LA FAO

Tras la confirmación del virus HPAI por parte del Laboratorio Veterinario Central (que fue completamente renovado y equipado por el Centro de Emergencia para Enfermedades Transfronterizas de los Animales de la FAO en Guinea, con el apoyo financiero de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos), se implementaron medidas integrales de contención en apoyo de los servicios veterinarios. El área afectada se dividió en tres zonas: la zona infectada, la zona de amortiguamiento y la zona de vigilancia.

En la zona infectada, que abarca un radio de 3 a 5 kilómetros, la respuesta incluyó el sacrificio sanitario, el entierro y la incineración de los cadáveres, seguidos de una limpieza y desinfección minuciosas de las granjas afectadas. Se prohibió el movimiento de aves de corral y sus productos y se establecieron puntos de control para hacer cumplir estas medidas. Además, se prohibió la venta de aves y huevos en tiendas y mercados en un radio de 10 kilómetros. Paralelamente se llevaron a cabo campañas de sensibilización pública y sesiones de capacitación en bioseguridad para los actores de la cadena de valor.

A pesar de estos esfuerzos, la enfermedad continuó propagándose e infectó a 21 granjas más en cuatro semanas. Una evaluación reveló que los agricultores no respetaban adecuadamente las medidas de contención y, para evitar el sacrificio sanitario, ya no informaban de casos sospechosos y transportaban clandestinamente huevos para su venta en zonas no vigiladas.

EL ENFOQUE DE "GRANJERO A GRANJERO" 

Para abordar el problema del incumplimiento, la FAO introdujo una estrategia innovadora: el enfoque de "granjero a granjero". Este enfoque transformó a los granjeros en su posición de actores pasivos en la respuesta al brote y los convirtió en actores activos. Se trató asimismo de fortalecer la capacidad de 129 avicultores en términos de comunicación de riesgos y medidas de control, incluidas técnicas de desinfección, además de una capacitación sobre las vías de transmisión de la enfermedad y los factores de riesgo. 

A continuación, se capacitó a estos avicultores para que realizaran capacitaciones similares (educación individual) de granja a granja dentro de sus comunidades. Cada avicultor capacitado era responsable de educar a un promedio de otros diez avicultores por día. Este esfuerzo comunitario también involucró a los avicultores en las operaciones de contención, incluida su presencia constante en los puestos de control, que fueron apoyados por las fuerzas de seguridad. 

Este enfoque resultó muy eficaz. En un mes, se llegó a aproximadamente 38.700 avicultores. Dos meses después, la tasa de incidencia de la enfermedad había disminuido significativamente y, seis meses después del brote inicial, la epidemia fue declarada erradicada. Hasta la fecha, no se han notificado más casos en la misma región. 

SOSTENIBILIDAD Y PERSPECTIVAS DE FUTURO 

El éxito del enfoque de "granjero a granjero" pone de relieve la importancia de implicar a las comunidades locales en la lucha contra las enfermedades emergentes. En 2024, un brote de IAAP declarado en otra región se contuvo en una sola explotación gracias a la rápida movilización de los agricultores, que aplicaron medidas de contención por iniciativa propia. 

Esto pone de relieve que las estrategias de respuesta comunitarias pueden ser cruciales para el control rápido y eficaz de las enfermedades. "La implicación de la comunidad local en la gestión de los brotes ofrece valiosas oportunidades para controlar las enfermedades emergentes en el futuro", remarcan desde la FAO.